Capítulo 5.

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"---- Estamos enfermos.

---- ¡Que no! ---- exclamó el rubio de ojos verdosos y pestañas largas  ---- ¡Te he dicho que no lo estamos! 

---- Lo estamos... ---- El de ojos negros  y de cabellos castaños alzó una ceja, observando como la pequeña nariz del otro se arrugaba  ---- Tú y yo estamos enfermos.

Después suspiró rendido. Acercando su rostro al rubio, depositó un pequeño beso en sus labios, tan suave que se sintió como si una pequeña pluma cayera sobre ellos y los acariciara. 

---- Sin embargo, no quiero que ellos encuentren la cura. Al menos no todavía"

......... 🌦 ..........



---- Chiquitín sal de ahí.

---- N-no. Jamás. 

Thomas se estaba conteniendo de romper la puerta de ese maldito cubículo imaginando que eran las caras de todos esos  idiotas de antes. Sentado en el piso y con la espalda apoyada en las frías baldosas, esperaba que su mejor amigo se calmara y quisiera salir.

---- Si quieres irte, podemos hacerlo. Vamos a mi casa esta noche, prometo dejarte ver las películas que tú quieras y darle muchos masajes a tus rizos.

De forma entrecortada, Efrén respondió ---- N-no tengo rizos hoy...

Su amigo soltó una risa vaga ---- Lo sé. Entonces serán solos masajes a tu cabello.

Aunque la idea sonaba tentadora, Efrén no quería salir aún. 

---- V-ve a disfrutar... yo me quedaré aquí.

Casi al instante, escuchó que alguien resoplaba y reía irónicamente. Obviamente era Thomas.

---- ¿De verdad crees que yo te dejaría aquí? No seas iluso.

---- Pero tienes que pasarla bien esta noche... ---- susurró desanimado. Él no quería ser egoísta y deseaba de todo corazón que al menos Thomas disfrutara algo de esa horrible fiesta.

---- ¿Y cómo quieres que lo haga si no estás tú? Tonto.

Aunque Thomas podía salir de ahí y ir a buscar con quien pasarla bien, sabía que no podría estar tranquilo si su amigo estaba encerrado en un baño mientras lloraba. ¡Que frustración! Decir que quería asesinar a todos esos imbéciles que habían dicho esas idioteces, era poco. ¡Le habían arruinado su primera fiesta! 

Otros miembros nuevos a su lista negra. Le seguirían a : Aván (por ser un idiota que no sabía hablar bien y sólo lastimaba a quien se le pusiera en frente), Peter (por ser quien le divulgó a los padres de Efrén acerca de su confesión), Los padres de Efrén (¿Esto no había que explicarlo, cierto) Jay (por ser tan inútil y no defender a su chiquitín), y unos cuantos compañeros estúpidos que no eran necesarios mencionar, pero que de todas formas estaban relacionados con su mejor amigo.

La cosa era simple: Hacías algo que lograba dañar a Efrén y ya estarías en su lista de "a quienes algún día golpearé y nadie me detendrá".

Ah, que difícil era asumir por cuenta propia el rol de hermano mayor sobreprotector. Terminabas odiando y maldiciendo a mucha gente...

---- ¿Qué tengo que hacer para que salgas?, Eh chiqui...

---- ¿Él está aquí?

De repente, Thomas dejó su pregunta al aire y se detuvo para mirar a la nueva figura que había entrado en escena, era Aván.

90 días antes de perderte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora