Capítulo 16

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---- ¿Está todo listo, ya?, ¡Tu hermano llegará muy pronto! ---- exclamó Gabrielle con una sonrisa enorme. Su hija rodó los ojos.

---- Que sí mamá, ya terminé todo.

Ella frunció el ceño ---- No pongas esa cara. Las verdaderas señoritas no van por ahí rodando los ojos.

Sin embargo, después volvió a sonreír y dejó de regañar a su hija. Se dio la vuelta, ignorando la mueca de hastío que la niña hizo.

Hace muchos meses que Gabrielle no veía a Alec. Lo había extrañado tanto que ni su esposo lograba calmarle ese enorme dolor en el corazón. Sabía que su hijo había sufrido mucho en ese lugar, pero su par le aseguró que desde ahora todo estaría bien. Ya estaba curado.

Pasaron dos horas antes que el sonido de un auto estacionándose al fin se escuchara. Corrió fuera de su casa y fue a recibir a su niño con su rostro lleno de alegría y los ojos brillándole de la emoción.

---- ¡Alec, Alec! ---- gritó al verlo bajarse del auto.

Esperó que su hijo corriera de la misma forma que ella, que la abrazara fuertemente hasta levantarla o incluso que llorara en sus brazos. Pero no lo que ocurrió.

Alec rechazó su abrazo, desvió la mirada y se alejó de ella como si el sólo hecho de compartir el aire con su familia le asqueara. Gabrielle se quedó congelada en su lugar, sorprendida y herida. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón emitió latidos dolorosos. Miró a su pequeño entrar a la casa sin siquiera mirarla y susurró con voz pequeña:

---- Mi niño...

Su esposo Robert sintió que su cabeza llegaba a doler al ver a su AG así. Corrió detrás de Alec furioso.

---- ¡¿Qué acaso no vas a saludar a tu propia madre!?

El adolescente estaba a punto de subir las escaleras cuando los oyó. Soltó una risa irónica y miró a quienes decían ser sus padres, pero que tanto daño le habían hecho.

---- ¿Ella, mi madre? ---- espetó con una sonrisa cruel ---- ¡Ustedes ya no son nada para mí!

---- ¡Cállate! ---- farfulló de vuelta su padre, mientras que su mamá soltaba un sollozo ---- ¿Así pagas lo que hemos hecho por ti?

---- ¡¿Por mí!?, ¿¡Por mí!?, ¡Si me han arruinado la vida!

Robert enfureció aún más. Jaló a Alec del cabello y pateando sus canillas, hizo que se arrodillara frente a Gabrielle.

---- ¡Mírala, mírala como está por tu culpa!

Ni siquiera la visión de su madre destrozada llorando causaría algo en Alec. A él ya le habían arrancado cruelmente su corazón y se lo habían aplastado justo frente a sus ojos.

---- Él sufrió peor... ---- dijo, sintiendo como las lágrimas volvían a sus ojos ---- ¡Él sufrió peor!

Su corazón aullaba, clamando el nombre de su amado. Arañaba en su interior rogándoles una y otra vez que le devolvieran a su otra mitad.

Pero...

---- ¡Y eso nunca se los perdonaré!, ¡Moriré antes de que obtengan mi perdón!, ¡Lo haré!

---- Mi amor... ---- lloró Gabrielle mirando como su hijo se tapaba el rostro para deshacerse en llantos y lamentos. Alec se tiró al piso para soltarse del agarre de su padre y siguió sollozando acostándose en posición fetal. La mujer supo entonces, que su pobre niño ya no tenía cura.

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