Capítulo 1.

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---- ¿Y una vez que le den a su AG, qué harás?

Efrén suspiró de forma penosa ---- No lo sé. 

Su mejor amigo se carcajeó levemente. El plan de "acercarse a Aván para conquistarlo" había diseñado especialmente por él, sólo que había un leve problema...

¡Nunca le dijo como debía enamorarlo!

Thomas rio y abrazó sus hombros. ---- Efrén, Efrén. Eres una ternurita, pero una muy tonta.

---- Pero ya he logrado que me deje--..

---- ¿Acosarlo? --- lo interrumpió el otro. Él frunció el ceño y se cruzó de brazos ---- ¡Mira esa expresión de gatito enojado! Jesús, cuanto te adoro.

Thomas y Efrén se conocían desde que ambos medían menos de un metro y medio. Siendo mejores amigos de toda la vida, conocían hasta la cosa más mínima del otro. Cuando Efrén apareció con  la cara llorosa y llena de terror para contarle que sentía que su par era nada más y nada menos que un chico, Thomas sólo emitió una pequeña risa y le pellizcó la nariz mientras decía: "Si no soy yo, no es gran problema". 

Después de que su mejor amigo insistiera por semanas enteras, Efrén terminó por contarle quien era el "afortunado chico". Nunca lo había escuchado reír tan fuerte como en ese momento.

---- ¿¡Ese idiota!?, ¿Te gusta ese idiota? ---- y siguió riendo. Las mejillas de Efrén se sonrojaron de forma furiosa y asintió ---- Hermano, estás perdido.

Thomas decía que el que se querido amigo se hubiera enamorado de un hombre no era tan terrible. De hecho, (le dijo alguna vez),  ¡Que era algo muy divertido! Porque nunca había escuchado de una relación entre dos chicos, así que se sentía afortunado de ser cercano a este primer "hallazgo". Sin embargo, lo que realmente le molestaba era la persona en quien se había fijado. ¿¿¡De todo el mundo, se tenía que fijar en Aván Williams!?, ¿El mismo idiota fiel que promulgaba todo el día que debían apegarse lo más posible al sistema y regañaba a todo aquel menor de dieciocho años que estuviera en una relación? Joder, como se compadecía de Efrén. 

---- Así que... ---- comenzó Efrén, jugando con sus dedos ---- ¿Qué debo hacer ahora?

---- Hmm.. ---- Thomas puso una mueca pensativa y recargó su cabeza en sus piernas ---- Realmente no lo sé..

Mientras hablaba, sus dedos le picaban el rostro para molestarlo. Haciendo una mueca de disgusto, Efrén intentó alejar su cara de los juguetones dedos de su amigo.

---- Quizás... mientras pase tiempo con él, ¿Pueda lograrlo? ---- dijo Efrén, con los labios levemente abultados ---- Puedo hacer que se acostumbre a mi presencia. 

---- Sí, pero mira, yo estoy acostumbrado a tu presencia y no estoy enamorado de ti. 

Touché.

---- Pero nosotros no tenemos ese tipo de relación...

Thomas alzó una ceja ---- Y con él no tienes ninguna relación.

Efrén frunció el ceño y se removió para que Thomas dejara de acomodarse en sus piernas. Éste último se carcajeó sonoramente.

---- ¡Ya, ya! No tienes para que enojarte ---- dijo entre risas ---- Sólo estoy siendo sincero. Mira, chiquitín, ¿Por qué no intentas enamorarte de alguien más? 

Como si fuera muy fácil...

Para empezar, el pequeño Efrén apenas tenía quince años. No sólo era muy joven aún, sino que estaba lidiando con lo que vendría a ser su primer amor. Y esto no era algo que podía desaparecer de un momento a otro, ¡realmente había intentado "sacarse eso"! Pero lamentablemente, cada vez que veía a Aván sentía su corazón acelerarse y sus mejillas ponerse rojas; hablaría de forma torpe y sus ojos no dejarían de mirarlo. Y todo esto empezó la primera vez que lo vio.... 

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