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En la actualidad.

Emma.

Me levanto con dificultad. Por lo que veo el ibuprofeno que tomé anoche no me ayudó en nada a que el cuerpo me dejase de doler. No quiero ni mirarme al espejo. Me acerco a la mesa que tengo al lado de la cama y cojo el móvil. Veo que son las 9:30 de la mañana y que tengo 4 llamadas perdidas de Adrik. Mierda.

Salgo de la habitación y me dirijo al baño. Cuando entro en el levanto la cabeza y me doy cuenta que tengo el aspecto que deduje que iba a tener. Ojo morado, labio hinchado, contusiones por todas partes y para variar la marca de los dedos en el cuello. Ideal para mis dotes de maquillaje.

Escucho que llaman a la puerta pero paso, se acabarán cansando de llamar y si es importante volverán más tarde.

Salgo del baño y vuelvo a mi habitación a por ropa cómoda. Tras tener una costilla probablemente rota lo que menos quiero es tener que vestirme como si fuese de gala. Adrik tendrá que esperar.

Me visto con un chándal y me pongo una venda alrededor de mis costillas para reducir un poco el dolor que siento al andar y al respirar y me enfundo un jersey ancho de cuello alto. Una cosa menos de la que preocuparme.

Por lo que veo la persona que estaba llamando ha dejado de insistir.

Cuando termine de vestirme voy hacia la cocina a prepararme un café.

-¡EMILY! ¡SÉ QUE ESTÁS AHÍ! ¡ABRE!- escucho la voz grave de Adrik mientras aporrea la puerta.

-Mierda, pensaba que ya se había ido-susurro mientras me dirijo a la puerta.

-¿Qué coño quieres?-Dije mientras abría la puerta.

-¿¡Cómo que qué...¡ ¿Qué te ha pasado?! ¡¿Quién coño te ha hecho eso Emily?!-Se acercó a tocarme la cara pero me aparté.

-Muy buenos días Emily ¿que tal has dormido? Venia para comentarte un par de cosas-Dije mientras me iba hacia la cocina-Cierra cuando entres anda y la próxima vez que me des los buenos días así es que no te abro la puerta- dije girándome hacia el.

-¿Que quien te ha hecho eso?-me dijo borde. Estaba empezando a colmar su paciencia, cosa que hacía mucho últimamente. Me he dado cuenta que en cuanto las cosas se le salen de control pierde los nervios muy rápido.

Bebo un sorbo de café mientras veo como me mira fijamente. Todavía me impresiona lo alto que es comparado conmigo, pero aún así no me intimida.

-¿Vas a responderme o no?-resopló.

-Adrik, no importa ni quien ni porque, simplemente ha pasado y ya-Me tome otro ibuprofeno y me senté en una silla.-¿Quieres algo? ¿A qué has venido?.

-Quiero saber quien ha sido, del porque ya me ocupo yo.

-Déjalo.

-Emily¿¡Quiero protegerte!? Es que no lo entiendes-Dijo haciendo aspavientos con las manos.

-Pero vamos a ver Masón, no entiendes que no quiero que nadie me proteja, que no lo necesito y menos la protección de un hombre. Soy autosuficiente-Dije mientras me acercaba hacia él-No necesito los paternalismos de los hombres ni que seáis falsos caballeros andantes. Lo que necesito es que empecéis a respetar a las mujeres y comprendáis que una mujer puede valerse por sí misma sin la necesidad de un hombre-Sentencie.-Ahora dime a qué has venido.

-No me voy a ir de aquí hasta que me digas quien ha sido- Sentenció el.

-Pues entonces espera sentado-Dije yo mientras me dirigí a hacer mi cama.

EncubiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora