¿Cómo? ¿Cómo amar a alguien sin caer? Amigo, eso es imposible, por más amor que le tengas, a veces el destino tiene otros planes, te deseo toda la suerte, Por que te amo...
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Y así ambos pasaron el resto de la noche juntos, siendo felices, México recordaría ese hermoso día por el resto de su vida. Nada podría arruinarle el amor que le tenía a Argentina...
Chile se despidió de ambos hace un par de horas, se quedaron viendo las estrellas recostados en el césped cerca de la casa del Argentino, pasaron las horas y México ya tenía que irse a dormir, es cierto que amaba estar con Arge, pero no quería desvelarse más de una noche. Además, era definitivo ¿No? Mex tenía por seguro que Arge y USA se habían separado, así que planeaba que todos los días fueran así de bellos. Llegó a su casa, se duchó tranquilamente, como las gotas de agua caliente no eran tan satisfactorias como los abrazos del Argentino que le calentaban el cuerpo completo a pesar de las noches frías de invierno, no tenía hambre, los cariños del mayor eran lo que le llenaban el alma, se fue a acostar, miró su techo, las estrellas de plástico que brillaban en la oscuridad, tremendo bello resplendor solo le recordaba a la belleza del Argentino, imaginaba su bella sonrisa, sus ojos mostrándole amor en cada una de sus miradas.
A la mañana siguiente se puso el buzo que Argentina le había dado intentándose ver mas adorable, estaba entusiasmado, corrió lo mas rápido que pudo cuando vio a Argentina a lo lejos, directo hacia él con una sonrisa que el mismo sol envidiaba ante brillo. Argentina lo miró y sonrió de igual mantera.
-- Che! Taquito, tengo buenas noticias! -- El mexicano se le cambió la felicidad por una de curiosidad, pero intentaba ser positivo
-- ¿Qué... qué pasó? -- Mantenía una corta sonrisa
-- Pibe! ¡Regresé con USA! -- México se quedó varado, la garganta se le volvió un nudo, sintió un escalofrío en su espalda, trago saliva...
...Quizá Disney le había enseñado demasiado acerca de los "Finales felices"...
Nada tenía sentido, parecía una pesadilla, pero confiaba demasiado en Arge para creer que era una simple ilusión o juego, roto, de nuevo.
-- ¿Cómo? ¿No había dicho que quería a alguien más? -- Tenía la voz tapada, como si lo tomaran del cuello, sonrió con hipocresía..
-- Bue, sí, pero dijo que solo estaba de mal humor, algo no muy importante y que había explotado con todo lo que ocurrió, ahora todo esta bien
Los ojos del Mexicano se llenaron de lagrimas, bajo la vista, no quería ver a Argentina, no quería saber nada más del mundo, la vida solo le estaba jugando una sucia broma..
-- Bien, me alegro por ustedes -- mintió -- Oye, tengo cosas que hacer, tengo que irme..
Argentina se quedo mirando sin decir otra palabra.
México caminó hacia su casa, recibió varias llamadas de Chile, pero no quería contestar, también un par de mensajes de Argentina, pero era con quien menos quería tener contacto en ese momento, apagó las luces y se quedó mirando las estrellas de su techo, con la mente perdida y nublada, las horas se fueron volando.
