ВОЛКИ В ОВЕЧЬЕЙ ШКУРЕ

15.1K 1.1K 933
                                    

(Volki v ovech'yey shkure)

LOBOS EN PIEL DE CORDERO

Su habitación está sumida en un espeso silencio, a excepción del tecleo de la computadora de Markov que reposa sobre sus piernas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su habitación está sumida en un espeso silencio, a excepción del tecleo de la computadora de Markov que reposa sobre sus piernas. Su concentración se basa en ser interrumpida cada tres exactos minutos en que levanta su vista estudiando mi comportamiento.

Es tan silencioso y abstraído del resto de las personas que conozco, como si estuviese demasiado cómodo dentro de esa burbuja de soledad.

Y realmente es así.

—¿Qué quieres? —pregunta luego de una hora sentada sobre los pies de su cama, observándolo simplemente ignorarme—. ¿Vas a pasarte todo el día ahí en silencio observándome? ¿No tienes nada más qué hacer?

—Vlad dijo que me quedara en tu habitación, tiene que hablar de algo muy importante con mi mamá.

—Por supuesto que sí —esboza una mueca petulante y regresa su atención a la pantalla.

Su parquedad vuelve a lucirse entre nosotros e insisto en obtener desesperadamente su atención. Markov tiene una opinión moral de las cosas demasiado cuestionable que me intriga lo suficiente como para desear obtener su atención.

—¿Por qué te gusta espiar a las personas con tus cámaras?

—No le dijiste a tu madre del video que te mostré el otro día —evade, observándome de reojo—. ¿Por qué?

Respiro hondo y me encojo de hombros.

—Quiero ser tu amiga.

—Yo no necesito amigos.

—¿No tienes? Entonces seré la primera que tendrás en tu vida.

Él esboza una perversa sonrisa sin apartar sus ojos del teclado.

—Creo que yo seré el primero en muchas cosas de la tuya —advierte con seguridad. Frunzo el ceño algo confundida mientras capto la señal de acercarme a él—. Las atracciones físicas entre los adultos son efímeras y desgastantes; al cabo de algún tiempo la intensidad con la que se involucran se pierde al igual que apagar una llama.

—¿A mí mamá le sucederá lo mismo?

—Es muy probable; más si le cuentas del video que te mostré.

—Tú querías mostrármelo a propósito para que lo dijera —rebato, observándolo fijamente. Él se gira hacia mí, reflexionando mis palabras pero no dice nada; por lo que continúo—: pero no voy a decirle nada. Yo sí quiero ser tu primera amiga fiel.

Sus ojos se desvían de mi atención, vacilantes. Markov Stepanov, además de ser parco e indisciplinado en el arte de estrechar lazos con su entorno, es demasiado leal a sus convicciones. Si sus pensamientos contradicen lo que oye, su corazón dictará otro camino.

TOCKA [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora