TOCKA [+18]

СИЛА ВНУШЕНИЯ

(Sila vnusheniya)

EL PODER DE LA SUGESTIÓN

—¿Sabes qué es el neuroticismo?

Mi respiración se acelera, cerrar los ojos no concilia encontrar la paz interior, hay una especie de electricidad nadando a través de mis venas cantando una victoria que no quiero ceder.

La desesperación me aborda nuevamente haciendo dóciles mis músculos tensos, siendo sacudidos por ella de una forma violenta.

—Es un tipo de inestabilidad emocional —prosigue su voz en calma, parsimoniosa, viril—, hay muchos tipos de neurosis; fóbica, hipocondríaca, obsesiva... Pero mi favorita es la histérica, ¿la conoces?

Respira hondo, Nika. Concéntrate.

Aprieto los puños intentando mermar el daño ocasionando que el agujero en mi pecho controle mi respiración errática; la sensación es un soplo cardíaco que presiona el músculo cada vez que intento desacelerar mis latidos.

—Actitud de indiferencia, parálisis paradójicas, crisis convulsivas, diferencias sensoriales y dolor; también disociativa con alteraciones de la conciencia y del sentido de identidad.

Su risa es afrodisíaco a mis sentidos más sumisos en estos momentos, calientan de una forma violenta un cuerpo maniobrando para escapar del caos que intenta abordarlo.

El Mercedes-Benz C-Class blanco está aparcado justo en la entrada del destino que ahoga mis sentidos y enciende en el infierno de sus testimonios. Solo tres voces, tres hombres de agravio que intentan manipular a todos con el único objetivo de redimir un oscuro pasado que nos une.

¿Crees que quieren redimir?

El asalto del tiempo me tiene tendida en esa ebriedad que abruma en mis sueños; sus condiciones, sus secretos, la pasión que cargan sus actos de una forma tan viciada y normalizada. Lo que solo me responde aquella pregunta de antes; están tan hundidos en ese vicio, tan desquiciados en la putrefacción de sus mentes que han venido a mí con la única razón desesperada de quitarse sus máscaras de ángeles pudriéndose en la culpa antes de que alguien más los descubra.

Pero la culpa no los corrompe a ellos, es el peso de los inocentes bajo sus manos manchadas en sangre lo que los persigue.

No voy a quedar atrapada en el tiempo bajo su hechizo tentador nunca más.

La noche en Glasgow es una perpetua calma gélida de hogares oscuros y soledad inminente; como si la inocencia fuese parte de la mentalidad de sus habitantes, nadie escudriña entre las sombras por un pecado capital incontenible.

El contenedor en mis manos no tiembla cuando vierto su contenido sobre la pintura del vehículo alquilado; la añorada adrenalina solo me convierte en aquel personaje agresivo y dictador que me busca en el tiempo, impregnándose del fuerte aroma de la gasolina.