ПОРОЧНОЕ ЖЕЛАНИЕ

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(porochnoye zhelaniye)

DESEOS VICIOSOS

—¿Alguna vez has visto porno? —inquiere Mikkel frente a mí

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—¿Alguna vez has visto porno? —inquiere Mikkel frente a mí. El reflejo burlón que domina sus facciones en estos momentos es un poema perverso que no he visto antes—. Te encantará, Nika, tienes que verlo. Al principio me sentí raro cuando lo vi en un video que le enviaron a Yuri pero cuando empecé a ver más sobre eso las cosas cambiaron mucho. ¿Quieres ver?

Frunzo el ceño mientras él se gira junto a mí sobre el tapiz verde de su habitación y me observa expectante con el móvil de Yuri en su mano.

—¿De qué se trata?

Mikkel suelta una risita escueta.

—¡De muchas cosas! Es lo bueno que tiene el porno que puedes encontrar una gran variedad de temas que conoces y otros que no tendrías idea de que existen. Es tan completo en todos los sentidos. Ven, te enseñaré uno —me observa profundamente y agrega—: Creo que ya sé qué puedo mostrarte primero.

Se acomoda junto a mí hasta que ambos alcanzamos la atención completa del móvil en sus manos. La imagen del video es un tanto extraña pero cuando comienza a reproducirse mi atención automáticamente viaja a una sensación caliente que trepa mi bajo vientre; la reconozco al instante.

Paso saliva cuando la escena anterior de una pareja besándose de una forma lenta y lujuriosa ahora desliza sus manos al interior de las prendas del otro; la joven de coletas del video gimotea extrañamente mientras el chico junto a ella —bastante mayor, al parecer— la insta a arrodillarse frente a él y ella sonríe gustosamente.

Exhalo una respiración contenida mientras observo el rostro de Mikkel, atento completamente a la escena. Se relame un poco los labios y escucho un fuerte gorgojo proveniente del video. La chica de coletas sostiene entre sus labios un enorme miembro masculino que es absorbido por éstos de una forma enérgica, ahogándola.

La sensación de calor de antes ha trepado a mi cuello y boca, es asfixiante y demanda una respiración aún más profunda de la que estoy esforzándome por mantener calmada.

¿Qué demonios es esto?

La presión no me permite respirar correctamente y parece acrecer a medida que la escena en el video continúa con sonidos extraños y golpes que no parecen provocar dolor.

Aparto mi atención con la incomodidad de esta asfixia y noto a Mikkel nuevamente, tiene un extraño bulto por encima de su pantalón que destaca su figura a la que acostumbro. Es esa explicación torpe que estudiamos en el colegio sobre la excitación y las reacciones naturales del cuerpo ante esa demanda.

A pesar de que la respuesta al video parece ser de lo más normal, este calor, esta asfixia alrededor de mi nariz y boca se siente como si fuese prohibido; como ese primer video que me mostró Markov de su padre y la otra mujer en la cocina.

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