Querido James,
Ahora ya estás muy lejos, sin embargo, puedo sentirte, cierro mis ojos y juro que puedo notar el aroma de tu perfume favorito invadiendo la habitación, si me concentro lo suficiente creo que puedo escuchar tu voz diciendo mi nombre, si me preguntas, la voz más hermosa que he escuchado en mi vida. Ya no estás, es evidente porque estoy escribiéndote estas palabras que jamás leerás a la sombra de tu permanente ausencia. Estás muy lejos, pero no hay ni un solo día en el que no te sienta cerca de mi.
Sigo sin acostumbrarme a estar sin ti, sin tu preciosa sonrisa iluminando mis días, sin tu risa haciendo que todo fuera mejor, pero jurar que a veces siento que tocas mi hombro cuando las cosas van mal, tal vez estaba tan acostumbrado a ti que ahora ya no sé que hacer en tu ausencia.
Te extraño, James.
Como no tienes una idea, porque ya no estás, sólo no lo estás conmigo, si no que ya no estás aquí, para iluminarnos el mundo a todos. Nunca he sido creyente, en mi cultura nunca hemos creído en eso... pero sé que tú fuiste al cielo, estoy seguro, como el ángel que eres... eras. Y sé que si fue así, el cielo es el más afortunado de tenerte.
Y cada día, le ruego al cielo, a las estrellas, que dónde quiera que estés, estés bien.
Todavía sigo visitando tu departamento, encuentro tu ropa en el clóset todavía, tus cosas ahí, incluso todavía hay expedientes regados en la mesa, tu cepillo de dientes en el baño, incluso tu vinil favorito sigue en el toca discos, hay veces en las que me acerco a tu almohada, con la esperanza de encontrar tu olor en ella y sentirte más cerca, pero lo único que me encuentro es el olor que tienen las cosas cuando ya no se usan y mi amarga decepción con ella.
El otro día fui a tu oficina, todo estaba como antes, el café de ese día todavía está ahí, listo para tomarse, para que tú lo tomaras, cosa que no hiciste nunca, nadie lo ha recogido porque nadie quiere visitar el lugar... porque les recuerda a ti y a qué ya no estás.
No sé porque no me he acostumbrado a ya no hacer esas cosas, si sólo me hiero más sabiendo que nunca volverás a estar en ese lugar, resolviendo tus casos en la mesa de centro, con tu cara de concentración.
Por más que lo evito, siempre termino enfrente de tu puerta, queriendo tocar. Por más que he tratado de quitarme el hábito, siempre termino haciéndolo.
Debería soltarte, mejor dicho, aprender a saber que no estás y lidiar con ello, porque soltarte sería olvidarte e ignorar el hecho de que estuviste en mi vida, y quiero mantenerte conmigo, aunque sea en mi recuerdos, por siempre.
Estoy aprendiendo a lidiar con tu ausencia. Estoy aprendiendo a sobrevivir sin ti, porque es lo único que puedo hacer, sobrevivir. Estoy aprendiendo a sobrellevar todo el dolor del vacío que siente mi corazón. Estoy aprendiendo a mirar la puerta y saber que tú ya no entrarás en ella. Estoy aprendiendo a vivir los momentos felices, sin que tú estés en ellos, compartiéndolos conmigo. Estoy aprendiendo a vivir de los recuerdos. Estoy aprendiendo a verme bien aunque mi corazón duela. Estoy aprendiendo a pensarte en las noches, para ver si te puedo ver en mis sueños. Nadie dijo que esto fuera fácil, pero hay un lugar en el que siempre estarás y de ahí no tengo que aprender a sacarte.... en mi corazón vivirás eternamente.
Porque si pudiera traerte a mi lado con el solo hecho de pensarte, soñarte o imaginarte; créeme que entonces, no me faltarías ni un solo día, ni un solo instante.
Sigo sin creer que ya no estés, sigo sin creer que te fuiste, hicieron que te fueras, supe que luchaste por tu vida hasta el último momento ¿Cómo no ibas a hacerlo? Si eras la persona más necia, más fuerte y más incansable que he conocido, es comprensible de ti que hayas luchado hasta tu último aliento, como siempre lo hiciste.
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒;Winterpanther
Fanfiction❝𝑄𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒𝑚𝑒 𝑒𝑛 𝑣𝑜𝑧 𝑏𝑎𝑗𝑎. 𝑇𝑎𝑛 𝑏𝑎𝑗𝑖𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑔𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑝𝑖𝑒𝑛𝑠𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝑛𝑜 𝑠𝑜𝑚𝑜𝑠 𝑛𝑎𝑑𝑎. 𝐸𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑚𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑚𝑒𝑛𝑜𝑠 𝑟𝑢𝑖𝑑𝑜 ℎ𝑎𝑔𝑎, 𝑚𝑎́𝑠 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑑𝑒 𝑎 𝑑𝑢𝑟𝑎𝑟 .❞Benjamín Griss Donde...