𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐒;Winterpanther

Douze;Antes de que pueda decir que es el final...

Cuando la puerta le fue abierta lo primero que sintió fue la mano de su novio, que viajó violentamente a su mejilla.

—¿Qué demo...?—Preguntó T'Challa, mientras se tocaba la mejilla.

—¡¿Cuándo me ibas a decir que me dejaste plantado por estar con Ava?!—Exclamó Bucky, mientras se recargaba en la puerta.

—James...—Dijo el moreno. Se dedicó a mirarlo, sus clásicas miradas, esas que lo acariciaban en el alma, esas que le hacían sentir que todo era mejor, esas que lo hacían sentir en el mismísimo cielo, esas miradas que amaba...

Y no pudo reclamarle nada.

¿Por qué?

¿Por qué demonios?

¿Por qué se desarmaba así con T'Challa?

Porque cada vez que pensaba en terminar eso, llegaba él a hablarle bonito y todo se iba a la mierda.

Pero si ya lo había practicado en el espejo...

Quería decirle que se jodiera, quería decirle que se fuera.

Y por más que quisiera odiarlo, no podía.

Porque no podía tener suficiente de él, amándolo.

Había repasado cada una de las palabras en el espejo, pero había llegado él, le había sonreído... ese era su debilidad.

No podía tener suficiente de su amor.

A pesar de que le mentía.

Sabía que probablemente estuviera mintiéndole en algo, pero eso no era de relevancia.

Sus amigos ya lo tenían en el concepto de idiota, ya no lo bajaban de estúpido y de ingenuo, ya no podían tomarlo como otra persona más que el que era engañado.

No podía explicarlo, era complicado.

A veces podía llegar a desear que muriera, como la vez que lo había dejado plantado, aunque lo llevara a la cama con dos simples palabras.

Por algunos momentos quería tomar venganza, quitarle el control que tenía sobre él, pero... ese control ejercido hacia su persona...

Se sentía tan bien...

El hijo de puta era tan bueno y tan malo con él.

Esa pequeña irritante combinación que no sabía si amaba u odiaba, que no se sentía seguro de que debía amar, pero no sabía porque... pero la parte que era mala con él también le llegaba a gustar de vez en cuando.

¿Quién dijo que las cosas fáciles eran divertidas?

Nadie, sí, la relación con T'Challa podía ser un poco complicada, pero, primero, era real y segundo, era más divertido, porque lo fácil era aburrido. Y a nadie le gusta una relación aburrida.

A todos nos gustan los retos.

Así que nadie tenía derecho a júzgalo, cada quien tenía sus propios retos, el suyo era una relación en la que se asomaba una desquiciada, que era esposa de su novio, pero estaba bien. A fin de cuentas, colmar su paciencia podía contar como reto.

A su madre tampoco le agradaba la situación del todo, cuando había conocido a T'Challa, había sido un sueño para ella, porque claro, ¿quién no lo querría como su yerno? Sabía que podía cuidar de su hijo y podía hacerlo feliz, porque lo trataba como nadie, ahí fue donde Winnifred pensó que las relaciones tóxicas y el sufrimiento se habían acabado para su hijo, lo cual la hacía muy feliz, porque cualquier madre querría lo mejor para sus hijos.