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Caminaba por las oscuras calles de Seúl bastante descorcentado llevaba así casi media hora, media hora que dejé a Suni en la cafetería. Tenía un duelo interno conmigo mismo sabía que me gustaban las mujeres de eso no había duda, jamás me atrajo un hombre en mi vida pero con Jimin era distinto, cada noche era lo último que pensaba al dormir y lo primero en despertar, tenía una necesidad tan grande de abrazarlo, llenarlo de besos y sobre todo protegerlo.

En tan poco tiempo ese pequeño se volvió mi talon de aquiles y por fin caí en cuenta que me gustaba Jimin, era algo mas fuerte que gustar, estaba enamorado y ahora lo sabía.

Tomé mi teléfono y abrí su conversación.

Jimin 💛

¿Puedo ir a tu casa?

Esperé ansioso a su respuesta.

Por supuesto Kookie te espero.

Era hora de decir lo que sentía y aunque los nervios me carcomiendo por dentro lo haría, esta noche le diría a Park Jimin que estaba enamorado de el.

Llegué a su casa, casi era media noche y yo me encontraba demacrado por que caminé desde mi trabajo hasta su casa pero no me importó ya que iba a verlo.

Toqué su puerta e inmediatamente Jimin abrió la puerta, estaba vestido con una pijama rosa bastante esponjosa ya que hacía frío.

—¿Que pasa Kookie te sientes bien? Hace mucho frío por que no..

Y antes que dijera algo mas me agaché y me arrodillé ante el, tomé sus labios en un beso que demostraba todo lo que sentía en este momento.

—Me gustas Jimin.

Dije a pocos centímetros de sus labios, en su rostro se formó una gran sonrisa y me volvió a besar, sentía el frío calar hasta los huesos pero el me transmitía tanto calor que me fue suficiente.

—Si no entran los dos morirán de frío.

La voz de la madre de Jimin nos sacó de nuestro lindo momento, le di un último beso y entré con el a la casa.

—¿Qué hacen tan tarde despiertos?

—Señora Park, lo siento se que no son horas de venir pero..

—Eso es lo de menos querido, eres bienvenido cuando quieras.

Yo sonreí en forma de agradecimiento.

—Jimin suelta a Jungkook pareces una garrapata.

En estos momentos se encontraba enganchado a mi brazo izquierdo.

—Como es demasiado tarde te quedaras aquí en el sillón, dejame..

—¡No! Es se quedará conmigo en mi cuarto.

Aseguró Jimin llevándome en dirección a su habitación.

—Chiquillo mal educado pero no quiero que se duerman tarde.

Nos advirtió la señora Park.

Jimin asintió y seguí caminando con el a la habitación.

"SILLA DE RUEDAS" [KOOKMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora