"SILLA DE RUEDAS" [KOOKMIN]

038

Estabamos acostado pasando un cómodo momento, él detrás mío y yo recostado en su pecho mientras me abrazaba.

—Tu barriga esta algo abultada.

Mencionó acariciendo la piel de mi barriga con la palma de su mano.

—He estado algo hinchado estos días.

Comenté picando la grasa de mi abdomen.

—¿No estaras embarazado o sí?

Preguntó de forma burlona.

—¿Acaso te estas burlando Jeon Jungkook?

Pregunté enojado cruzando los brazos.

—No te enojes pequeño bebé, estoy bromeando.

—¿Te importa que esté embarazado?

—¿Lo estás?

Yo alcé mis hombres en respuesta.

—Pensar en bebés en este momento me da temor, siempre he soñado con tener hijos pero es pronto aún.

—Entiendo...

Dije un poco triste, entonces ¿si fuera el caso que estuviera embarazado, me abandonaría? Pensé eso mientras veía mi hinchada barriga.

—Hey, no te pongas así.

Tomó mi barbilla y con sus dedos la dirigió hacia él.

—Debo admitir que imaginarte con una panza gigante me hace mucha ilusión, pero... Si estuvieras embarazado me haría cargo de ti y nuestro hijo.

—Mmm.. Sería muy difícil transportarse con una enorme panza.

—Bueno siempre hay la opción de quedarse en casa y esperara a que tu guapo novio.

Yo negué riendo ante su egocentrismo.

—Estamos hablando como si ya estuvieras embarazado, o ¿hay algo que me quieras decir bebé?

—No.. Es casi imposible que este embarazo, solamente hemos estado juntos 1 vez y usaste protección.

Inconvenientes hice un puchero ante la posibilidad de no estar embarazado.

—Bueno, podemos hacer los que tú quieras, pero sin el bebé.

Kookie se acercó a mi oído susurrando de forma juguetona y sexy. Observé sus labios y como se aproximaban a mí con la intención de besarme.

—Te puedo contagiar.

—¿Crees que me importa?

Preguntó jugando con mi cordura, estaba lo suficientemente cerca para rozar nuestros labios pero sin tocarlos, solo se paseaba por ahí sin hacer nada.

Nos sacaron de nuestro dulce momento cuando llamaron a la puerta.

—No hay que dejar que entren..

—No podemos hacer eso

Sentí su respiración en mis labios y sólo dejó un casto beso en ellos.

—Adelante.

Gritó Kookie dejando pasar a mi madre y detrás de ella venía Noona y Hobi.

—¡Minnie! ¿Cómo estas bebito?

—Bien Noona, ya estoy mejor.

—¿Interrumpimos?

Preguntó Hobi con una ceja alzada y mirada pícara.

—Claro que no hermano, tanto tiempo sin verte.

Con mucho cuidado Kookie se levantó y fue hacia donde Hobi para saludarlo, Mi Noona aprovechó y se acercó a mi.