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El día siguiente nos quedamos Hobi mi Noona y yo para que pudieran ensayar, en estos momentos ellos se encontraban cambiando y yo aproveché para ir preparando la música así que me dirigí al salón de baile, llegué a la conclusión que no importara cuantas veces entrara siempre me parecía fantástico y hermoso aún que ahorita oliera un poco mal.

Cuando entré no vi la grabadora, me extraño demasiado y pensé que podría estar guardada en la pequeña bodega del salón.

Me acerqué lo mas que pude para abrir la manija pero estaba algo alta así que con cuidado bajé una de mis piernas con ayuda de mis manos e intenté estirme lo mas posible.

—¿Qué estas haciendo?

Uno voz chillona me llamó la atención.

Cuando volté pude ver a Lisa y el chico de cabello negro del otro día detrás de ella y con la grabadora en sus manos.

—No puedes abrir esa puerta, solo los maestros lo hacen ¿acaso estabas intentando robar?

Yo abrí muy grandes mis ojos, sorprendido a tal acusación.

—N-o es que yo pense que l-a grabadora estaba ahí.

Señale con mi regordete dedo la puerta.

—Aja claro, ni si quiera podrías entrar sin caerte, ¿acaso no vez como estás?

Yo me sentí muy mal antes sus palabras yo solo quería ayudar un poco, no estaba haciendo nada malo.

—Lisa no digas tonterías, te estás pasando.

Escuche decir al tipo pelinegro, yo solo bajé mi mirada para evitar el contacto visual ya no quería recibir mas regaños.

—Es un estúpido inválido, no debería estar aquí, no pertenece aquí.

Lo más doloroso de todo es que tenía razón, alguien con piernas funcionales podría ocupar mi lugar pero yo estoy aquí. Con ese pensamiento en mi mente unas pocas lágrimas comenzaron a rodar por mis blanquecinas mejillas. Quería ir a casa.

—Genial, ahora el niñato está llorando.

Bufó Lisa con asco.

—Vete de aquí Lisa.

La voz dura y fuerte del pelinegro me hizo temblar.

—Enserio pasaste el límite, fuera de aquí.

Lisa con un quejido chillón se fue rápidamente yo sentí miedo ya que el cerró la puerta. Me abracé mi mismo buscando protección.

—Y-o debería irme

Dije poniendo mis manos temblorosas en las ruedas y comenzar a andar.

El se acercó mas y yo solté un chillido esperando un golpe o algo pero solo se puso en cuclillas dejando la bocina a lado suyo.

—¿Estas bien?

Preguntó con intenciones de tocar mi cara pero yo retrocedí.

—No voy hacerte nada, tranquilo.

Su voz me pareció tranquilizante asi que subí mi mirada y lo vi. Tenía unos grandes ojos marrones con una mandíbula marcada, una pequeña cicatriz en su mejilla y un lunar debajo del labio inferior.

—¿Te parezco interesante? No dejas de analizarme con la mirada.

Yo inmediatamente desvíe la hacia la derecha y mordí mi labio.

—Pareces un animalito asustado—rió—mi nombre es Jungkook.

—Y-o me llamo Jimin.

—Lo se, escuché tu nombre en la anterior clase. Todo el mundo habla de ti.

Dijo tomando la bocina mientras se levantaba y la dejaba en su lugar.

—¿De mi?.. ¿Cosas malas?

—Mmmm no, solo a todos les causa curiosidad como alguien como tu este interesado en el baile.

Comentó tranquilamente mientras conectaba el equipo de audio, no me gustó ese comentario pero el no se dio cuenta cuanto me molesto lo que había dicho.

—¿Alguien invalidó? Sí lo se, es algo muy tonto si lo piensas.

Me limpie la nariz e intente dar la media vuelta, ya ya no quería seguir ahí.

—¡No! ¡Lo siento! No quería decirlo de esa manera...

Yo fruncí mi ceño volviendo a mi posición anterior.

—Agh los siento, soy muy tonto al hablar.

El chico se rasco la nuca con nerviosismo.

—Creo que ya lo noté.

—Auch, pensé que no matabas ni a una mosca. ¿Ya no vas a llorar?

—Solo lloro cuando me gritan o me dicen cosas feas.

—Yo te dije cosas feas o eso fue lo que me diste a entender ¿por qué no estas llorando?

—No me gritaste.

Respondí sin más y el soltó una carcajada, lo miré mal.

Yo inmediatamente limpie mis ojos con la manga de mi suerter morado.

—Mira... En verdad siento lo de aquel día yo no quería caer sobre ti y...

Tragó un poco de saliva, se notaba que no sabía que decir.

—Y arruinar tu ropa y por causarte algún daño físico..

—Solo dañaste la ropa, no fue la gran cosa.

Bajó su mirada apenado y mordió su labio inferior.

—Te pagó la lavandería de tu ropa o te compro unas nuevas prendas, ¡dime cuanto es y yo lo pagaré!, ¡Lo juro!

Yo solo suspiré y di la media vuelta, solo quería irme de ahí.

—Ya lavé la ropa, te agradezco lo de ahorita, tu amiga es muy hiriente cuando quiere—comenté—Siendo sincero te agradecería que no me volvieras hablar, no quiero más problemas con Lisa.

Dije por última vez antes de empujar la puerta y salir del salón.

Fui en busca de mi Noona y de Hobi necesitaba un abrazo y mimos con urgencia.


Hola! Espero que les haya gustado el capitulo.
Por si se lo preguntaban así es la apariencia de Jimin en la historia.

¡TIENE EL CABELLO NARANJA!

¡TIENE EL CABELLO NARANJA!

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Nos leemos pronto.

"SILLA DE RUEDAS" [KOOKMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora