"SILLA DE RUEDAS" [KOOKMIN]

037

El médico revisaba a Jimin mientras estaba dormido, yo me encontraba al pie de su cama con los brazos cruzados y mordiendo mis uñas con nerviosismo.

—Estará bien, tiene una gripe severa.

Dijo mientras sacaba una libreta y una pluma para escribir.

—Que tomé estos medicamentos, junto con paños, baños tibios para la temperatura, mucha agua y estará bien.

Arrancó la hoja y me la entregó a mi, yo la leí y vi varios medicamentos con indicaciones.

—En caso que suba la temperatura tendrán que ir al hospital.

—Muchas gracias doctor.

Agradeció la señora Park mientras el doctor salía y ella lo acompañaba a la puerta.

Observé a Jimin dormido, con la respiración calmada y como su pequeño pecho subía y bajaba. Toqué el paño para ver si seguía frío pero no era asi, fui hasta el baño y lo humedeci de nuevo.

—Bebé te pondré de nuevo el paño.

Le avisé ya que no quería que se asustara.

—Agua...

Dijo intentando levantarse para agarrar el vaso que estaba en su mesita de noche pero yo lo agarré antes y se lo di.

—¿Sabes como te enfermaste?

El negó a un con el vaso en la mano.

—¿Te sientes muy mal?

Pregunté peinando su sedoso pero algo mojado cabello.

—Solo poquito.. Pero quiero tomar un baño.

La madre de Jimin entró con comida en una bandeja.

—Traígo tu desayuno, ¿como te sientes Minnie?

Tomó la bandeja y la puso arriba de el.

—Ya me siento mejor mami, gracias.

Ella sonrió y agarró la receta que había dejado en la mesa.

—Iré a comprar la medicina, ¿supongo que puedo dejarlos solos?

Los dos asentimos y su madre desapareció en el pasillo. Jimin terminó de comer quedando con la barriga llena y satisfecho.

—Vamos a bañarte bonito.

—Pero metete conmigo.

Pidió con ojitos de cachorrito.

—Agh esta bien, solo por esta vez niño testarudo.

Lo primero que hice fue ir al baño y preparar la tina con el agua un poco mas fría de lo normal y después me dediqué a desnudar a Jimin, cargarlo y meterlo.

Hice lo mismo conmigo, me desnudé y me adentré con él, la tina era lo suficientemente grande para los dos pero aún así nos quedamos juntos.

Simulando un pequeño cuenco con mi mano comencé a bañar a Jimin mojando sus hombros, espalda y cabello.

—Tu piel está tibia.

—¿Eso es bueno?

—En ciertos sentidos.

Solté una pequeña risa para alcanzar su Shampoo con un toque a mango.

—Nunca me a gustado este olor.

—Lo siento, cambiaré de Shampoo.

—No, por alguna razón me gusta en, tu piel y cabello siembre huele muy bien.