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Kookie estaba muy desanimado por lo de su mami, no a querido hablar del tema y yo lo entiendo pero, últimamente en las noches que lleganos a compartir juntos se abraza a mi como si buscara refugio.

Y Esta era uno de ellas.

Tenia a Kookie arriba mío, metido entre mis piernas, su rostro en mi pecho mientras sus brazos me rodeaba con fuerza, mientras yo jugaba con su suave cabello y podía notar como poco a poco su respiración se calmaba pero tiempo después mis caricias cesaban e inmediatamente soltaba quejidos buscando mis mimos.

—¿Aun sigues despierto?

Sentí como se movía y retiraba su cuerpo.

—Perdón si no te dejó dormir.

—No es eso Kookie, solo te noto intranquilo y me preocupa.

Giré mi cuerpo hacia el quedando frente a frente, una de sus manos fue a parar a mi cintura y se acercó a mi.

—Solo estoy preocupado por mamá, desde hace días que la veo menos preocupada habla todo el tiempo del asilo con una felicidad inmensa y me hace creer..

De repente se quedó callado y ya no dijo mas.

—¿Qué te hace creer?

Pregunté llevando mi mano a su rostro y acaricié su mejilla.

—Que está feliz de irse.

—Kookie, sabes que no es así.

—Tal vez no pero, me recuerda tanto el día que papá nos dejó solos y desaparecio, eso... Aun duele.

El agarre en mi cintura se hizo mas fuerte y me sobresalté.

—Perdón, no quería asustarte.

Con cuidado alzó la camisa de mi pijama y llevo su cálida mano a la zona afectada acariciandola.

—Pero solo son ideas mías por eso estoy así, me enoja no poder entenderlo.

—Se que estoy siendo un bruto bebe, perdón.

—Claro que no Kookie, estas siendo muy valiente.

Me acurruqué en su pecho y pude sentir como olía mi cabello.

—Aún que suene muy cursi, tu eres lo que me mantiene aun a flote.

—Me alegra escuchar eso.

Dije restregandome en su pecho con una sonrisita y cerrando los ojos, un silencio llenó la habitación perfecto para dormir.

El amanecer llegó poco a poco fui abriendo mis ojos e intentar destapame pero Kookie se encontraba abrazándome por la espalda haciendo cucharita y oh sorpresa, sentía algo duro y grande chocar contra mi trasero

—Kookie..

Lo llamé y escuché quejidos de su parte, al parecer aun no estaba enterado de su problemita.

—Kookie.

Dije mas fuerte y por fin me soltó.

—¿Qué sucede bebé? Quiero dormir un poco mas.

Dijo con voz adormilada mientras se acomodaba boca arriba y abría los ojos. Cuando por fin estaba despierto vio la gran bulto que se le formaba en su pantalon gris.

—Mierda

Gruñó con su antebrazo en su rostro como si fuera un antifaz.

—Lo siento, no quería incomodarte.

Me disculpé.

—No pasa nada, solo esperaré a que se calme.

Dio una gran bocada de aire y se quedó quieto.

Poco a poco me fui reicorporando aun sin poder apartar mi vista de la gran ereccion que tenía.

—Kookie, yo.. Mmm puedo ayudarte.

Quitó su brazo de la cara y me vio sorprendido.

—No tienes que hacer nada cariño, estoy bien.

—Bueno es que, quiero hacerlo Kookie.

Confesé ya con mi sonrojo característico en el rostro, con algo de nerviosismo y temor llevé mi mano hacia su gran problemita acariciando por encima de la ropa obteniendo un suspiro profundo de Kookie.

—Que atrevido te has vuelto

Dijo una pequeña sonrisita, después me puso arriba de el quedando nuestros pecho juntos y cara a cara.

—Kookie yo, espera quiero ayudarte.

—No quiero.

Respondió posando una de sus manos en la curvatura de mi trasero.

—Solo hay que quedarnos así, no quiero que pienses que debes de hacer algo cada vez que a mi pene se le ocurre despertar.

—No, pero..

—Nada de peros bebé, no te preocupes por mi solo hay que quedarnos así un rato mas.

Yo asentí y poco a poco recosté mi cabeza en su pecho mientras el aún tenía su mano casi en mi trasero pero extrañamente no lo sentía con segundas intenciones, también podía sentir su gran pene tocandondolo pero no parecía importarle en lo absoluto.

Tambien me sentía extrañamente cómodo y con toda la tranquilidad del mundo me puse a escuchar su corazón que a mi parecer era relajante y me encantaba.

—Sip definitivamente me quedó aquí.

Dije en voz baja y acurruqué como un cachorro y complacido.

—¿Qué dices?

—Nada Kookie.

Sinceramente no me terminar de agradar el capitulo pero ya no puedo seguir sin subir capitulo.
Quiero comentarles que estoy trabajando en otro historia que siento que puede ayudarme a salir de mi shock de escritora con esta historia, espero que puedan pasar por mi perfil y la lean porfis
Nos leemos en el próximo capítulo

"SILLA DE RUEDAS" [KOOKMIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora