Hoy comenzábamos la universidad. Ya había pasado un mes desde que había regresado y estaba mucho más tranquila. En ese tiempo Anaju me había contado que un grupo de amigos suyos también comenzarían la universidad, la mayoría de ellos tenían nuestra edad por lo que me había contado.
Yo estaba muy nerviosa porque era mi primer día y luego de tantos años no conocía a nadie. Mi hermana en cambio, conocía a todos los que comenzarían a cursar este año porque compartieron un campamento un mes antes que yo regresé. Lo bueno de ello es que ella me presentaría a sus amigos y se me haría más fácil socializar, algo que a mí me costaba bastante luego de haber regresado.
Cuando aparcamos en la facultad, bajé del coche y comencé a observar todo detenidamente y con una gran sonrisa en el rostro. Todo se veía muy tranquilo y el lugar era perfecto. No pude evitar sentirme en casa. Mi hermana se acercó a mí y me abrazó de lado para darme fuerzas para lo que venía. Sabía que estaba nerviosa por la situación pero a su lado todo era más fácil.
Narra Flavio
Era el primer día de la universidad, estaba muy nervioso porque aún no conocía a muchas personas. Si es verdad que dos meses atrás el campamento que organizó la universidad para los ingresantes me ayudó mucho a conocer gente nueva y me hice parte de un grupo muy cálido y unido que me trataron como si me conocieran de toda la vida. De igual manera, no podía evitar sentirme así.
Eran las 7.30, las clases comenzaban a las 8, y sonó el timbre de mi casa, era Gerard que había decidido pasar a buscarme para que me sintiera más cómodo. Yo no me negué porque tenía razón. Salí de casa y nos fuimos en su coche a la uni que quedaba a tan solo diez minutos de mi casa.
A Gerard fue la primera persona que conocí cuando me mudé hace tres meses. Mi mudanza se debió a que a mi mamá, que era médica, la había traslado a un hospital de Madrid. Yo decidí acompañarla porque no quería dejarla sola. En cuanto a Gerard, el vivía en la casa de al lado y nos hicimos inseparables en poco tiempo porque éramos muy parecidos. Ambos éramos tímidos y nos apasionaba la música, esto último no se lo contaba a nadie porque me avergonzaba un poco. Él fue quien me contó del campamento que la universidad organizaba cada año y me insistió en ir porque no quería estar solo así que acepté.
Cuando llegamos, aparcamos y nos fuimos a los casilleros. Gerard fue primero al suyo que nos quedaba más cerca y luego me llevaría a conocer el mío. Mientras él terminaba de guardar sus cosas yo miraba para afuera a ver si veía alguna cara conocida. Para mi sorpresa, cuando dirigí mi mirada al parking vi a una chica que por alguna razón me atrapó al instante. Tenía una sonrisa inmensa en su rostro y observaba todo como un niño al que habían llevado por primera vez a un parque. Era alta, tenía el cabello corto y rubio y vestía unos jeans con una blusa color clarita y unas zapatillas blancas, estaba sencilla pero era muy guapa
Gerard me sacó de mis ideas para decirme que me llevaría a mi casillero y solo asentí.
- Tu casillero esta por allá. – me dijo señalando nose a donde. Yo no le respondí.
- Flavio! Te estoy hablando!
- Qué? Que sucede? – le pregunté confuso.
- Que te estaba señalando la dirección de tu casillero pero no me escuchabas. Estas bien?
- Sí, estoy bien. Es solo que…
- Qué pasa?
- En el parking, vi a una chica que me dejó impresionado. Solo eso – confesé un poco avergonzado.
- Ah, ya veo. No te preocupes. Seguro la verás de nuevo – yo solo asentí y seguimos el camino.
Cuando llegamos al pasillo correspondiente, me señaló mi casillero y me dijo que lo esperara un momento que había visto a alguien y quería ir a saludar. Yo solo asentí y comencé a acomodar mis cosas.
Una vez que termine de hacerlo, cerré el casillero y vi que alguien cerraba el de al lado. Y no podía creer lo que estaba viendo, era la chica del parking la que estaba allí. Estaba a punto de saludarla cuando escuche que Gerard me llamaba y vi que nuestro grupo de amigos del campamento venían tras suyo. En parte me alegre de verlos pero iba a perder la oportunidad de hablar con esa chica.
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Ingresamos a la facultad y Anaju me llevo hasta mi casillero. El de ella estaba bastante lejos así que fue a dejar sus cosas mientras yo acomodaba las mías.
Termine de acomodar y al girarme vi a mi hermana aproximarse con un grupo de chicos y chicas. Supuse que serian de quienes me había hablado porque venían todos riéndose y abrazándose. Antes de llegar a mí, ella saludó con un beso y un abrazo a un chico que estaba en el casillero de al lado, el le correspondió y los demás hicieron lo mismo.
Cuando finalizaron los saludos se acercaron a mí. Mi corazón empezó a latir más rápido. Tenía miedo de no agradarles.
- Bueno chicos. – empezó mi hermana. – por fin tengo el honor de que conozcan a mi hermana, ella es Samantha y estudiara con nosotros este año.
- Hola a todos! – dije yo un tanto entusiasmada pero nerviosa.
- Sam, ellas son Maialen y Eva. Mis dos mejores amigas – dijo y me dieron la bienvenida con un abrazo que acepté por cortesía. – y ellos son Hugo, Gerard y Flavio.
- Un gusto conocerlos – les dije con una sonrisa en mi rostro.
- Igualmente Sam - dijeron todos.
- Anaju nos habló mucho de ti, eres muy especial para ella. – dijo Maialen abrazando a mi hermana.
Ellos siguieron conversando y yo me gire a cerrar mi casillero cuando un papel se me cayó. Al darme vuelta a recogerlo, vi que Flavio tendía su mano hacia mí para entregarme el papel.
- Muchas gracias – le dije y lo miré. Era alto, delgado y tenía el cabello oscuro y unos pequeños ojos ocultos detrás de unas gafas, era demasiado guapo debo admitir. Me quede mirándolo a los ojos, algo en su mirada me cautivó por unos segundos pero luego aparte mi mirada y guarde el papel.
- De nada. Es bueno no ser el único nuevo aquí. – me sonrió.
- Tú también eres nuevo? Qué bien. De verdad es bueno no ser la única nueva. Le dije y nos fuimos con los demás. Las clases comenzarían pronto y queríamos comer algo antes, nos esperaba un día largo.
Narra Flavio
Cuando Anaju nos presentó a esa chica que me había cautivado no lo podía creer. Era su hermana por lo que la vería seguido. Nunca una chica había conseguido llamar mi atención de la manera que ella lo había hecho, en ese instante supe que ella causaría más cosas en mi de las que pudiera imaginar.
Después de las presentaciones formales a ella se le había caído algo y se lo recogí, por amabilidad por supuesto y era una buena manera de iniciar una conversación. Le dije que yo también era nuevo y se alegro al saber que no solo era ella. Era verdad, ser nuevo es incomodo pero cuando hay otra persona que lo es te ayuda a sobrellevar todo de la mejor manera. Luego de hablar nos fuimos a la cafetería.
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¿El sueño o la realidad? (Flamantha)
FanfictionSiempre te dicen que persigas tus sueños, que trates de cumplir lo que siempre deseaste. Pero nadie te dice que no es fácil y que ello puede traer consecuencias.