Narra Flavio
- No sé por qué demonios lo hice Gerard
- Ay Flavio, debes calmarte, no es nada de otro mundo que la hayas besado
- Es que no debí haberlo hecho, sobre que ella no quiere saber de mí, la besé. Bien Flavio bien. Pero a ti como se te ocurre habernos encerrado Gerard, por Dios
- Yo quería que hablaran, te noté tan mal el otro día que creí que sería buena idea
- De buena no tuvo nada porque ahora seguro que tiene más motivos para no querer verme
- Pero Fla, dime. ¿sentiste algo?
- ¿algo? Sentí todo en ese beso, reviví los pocos recuerdos que tuvimos juntos, recordé por qué me había enamorado de ella y me terminé de convencer que aún lo sigo estando, que ella sigue metida aquí –dije tocándome el corazón - y que, si después de todo este tiempo sin verla lo sigo estando, no se irá nunca y nadie podrá reemplazarla. Y ¿sabes qué? Ella me correspondió el beso y por un momento pensé que podía estar sintiendo lo mismo que yo hasta que se fue, volvió a huir y no sé por qué. Ni hablar que aún no sé por qué huyó la primera vez.
- Debes calmarte Flavio porque estás hablando demasiado rápido y eso no es normal en ti
- Lo sé, pero es lo que ella logra, siempre lo hizo. No sé qué hacer Gerard, no quiero que vuelva a alejarse
- Lo mejor será que no la presiones, si ella quiere decirte algo, mejor espera que ella se acerque a hablar
El amor que sentía por Samantha seguía estando, no se había ido. Pensar que la había superado había sido una completa estupidez. Cómo olvidaría a la chica por la que sentí tantas cosas con tan solo verla y que me fue enamorando aún más a medida que la iba conociendo. Pero no la terminé de conocer, no conocí a la verdadera Samantha pero estoy seguro que si lo hacía iba a admirarla aún más porque no cualquiera se hace famoso en otro país y ella lo había conseguido. Lo peor es que no sé más que eso, solo sabía lo que había dicho Candela en ese entonces, Gerard había intentado contarme más de una vez pero le dije que no, que si ella se había alejado de mi sin hacerlo, yo también me alejaría. Además, sé que si lo tenía que saber debía ser por ella, por nadie más, aunque tras bastante tiempo eso era algo que seguramente no iba a suceder. Lo que no entiendo es porque se fue sin decirme nada, no me buscó para explicarme. No lo sé. Lo que sí sé es que no me importa, yo quiero estar con ella sin importar nada mas, no me importa lo que haya sucedido. Amo a Samantha como nunca pensé amar a nadie y siento que ella también siente lo mismo, pero hay algo que impide que se acerque a mí y debo saber que es para acercarme más. No la dejaré ir, no tan fácilmente. Conocí a muchas chicas este tiempo y eso me sirvió para darme cuenta que la única persona con la que puedo ser yo mismo, es ella. Nadie más que ella. Quiero estar con ella porque amo cada parte que conocí y seguramente amaré cada parte que me queda por conocer. Solo debía darle tiempo a que me perdone, a que se acerque a mí, que deje de odiarme vaya a saber por qué.
...
La semana estaba transcurriendo con demasiada normalidad. Las clases en el colegio iban mejor de lo esperado porque los niños eran maravillosos. Pero había una personita que captaba toda mi atención, Debbie, la hija de Samantha. Era una niña muy inteligente y siempre ayudaba a sus compañeros cuando necesitaban algo. En ese sentido era idéntica a su madre, además de que era bastante activa, aunque también había momentos en los que se quedaba tan callada que parecía que por su cabecita pasaban demasiadas cosas, pensaba demasiado y eso era algo que nunca había visto en Samantha. Seguro en eso había salido a su padre. Debo decir que estaba muy intrigado por saber quién era su papá y si aún estaba con Samantha pero sé que es algo que no tengo derecho a saber porque ni siquiera somos amigos.
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¿El sueño o la realidad? (Flamantha)
FanfictionSiempre te dicen que persigas tus sueños, que trates de cumplir lo que siempre deseaste. Pero nadie te dice que no es fácil y que ello puede traer consecuencias.