Capitulo 8 - BROKEN HEART

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Estaba en plena promoción de mi primer disco que había salido justo un año después de haber ganado el concurso. Varios medios periodísticos tanto musicales como juveniles estaban haciéndome entrevistas, artículos y sesiones fotográficas. Era la sensación del momento, una joven de 23 años oriunda de España estaba triunfando en Inglaterra tras ganar un concurso y había sacado su primer disco con todas composiciones propias. Mi discográfica estaba contenta conmigo porque después del concurso había llegado a cautivar a mucha más gente tras haber sacado unas cuantas canciones propias antes del disco y que tenían estilos bastantes variados. Habían apostado fuerte por mi y todo estaba saliendo mejor de lo esperado. Para celebrar el éxito mi representante decidió organizar una fiesta en la que invitaríamos a todos los que habían hecho posible que el disco saliera a la luz. Con Vicky nos ocupamos de la organización de todo porque queríamos estar cien por cien satisfechas y poder disfrutar el evento de la mejor manera.

El día de la fiesta decidí ir con un vestido negro de lentejuelas que me marcaba la cintura, me llegaba hasta los pies, tenía un tajo que comenzaba por sobre la rodilla y un escote sutil. Alisé mi cabello y me pinte los labios de rojo fuego. Estaba encantada con mi look pese a ser la primera vez que me vestía de ese modo. 

La fiesta fue súper bien, todos estábamos felices y los invitados estaban maravillados con lo que habíamos logrado en tan poco tiempo. Yo no conocía a muchas de las personas que estaban allí aunque tampoco tenía intención de conocerlas porque si debía hacerlo Vicky me lo haría saber. En un momento me encontré sola mirando a mi alrededor, como buscando algo con la mirada hasta que vi algo que me llamó la atención. En diagonal a mí, no muy lejos, había un chico vestido con unos jeans azules, una camisa blanca que tenia los primeros botones desabrochados y un saco azul francia. Estaba observándome detenidamente con una leve sonrisa en su rostro a la que yo correspondí cuando lo vi, se acercó a mí y comenzamos a charlar. El resto de la noche me la pasé en su compañía hablando de cosas triviales y conociéndonos un poco. Hacía mucho que no me sentía tan cómoda hablando con un chico y el parecía sentir lo mismo. Cuando la fiesta terminó nos despedimos, no sin antes intercambiar números telefónicos, bajo su promesa de que llamaría.

Al día siguiente, en varias páginas web había salido la noticia de mi fiesta y en uno que otro sitio había fotografías mías en la que se incluía una que estaba con John, así se llamaba el chico. Al ver la foto sonreí inconscientemente, me veía feliz y a él también, pero luego caí en cuenta de que podría no haberle sentado bien que una foto suya hubiera sido publicada sin su consentimiento.

Estuve todo el día dándole vueltas al asunto, no sabía si llamarlo por miedo a que me rechazara por esta situación. Con todos estos pensamientos negativos en mi mente, escuché mi móvil sonar y al ver la pantalla estaba su nombre. Lo atendí y antes de decirle otra cosa le empecé a pedir perdón por las fotos, cuando por fin me callé pude escuchar cómo se reía del otro lado la línea:
-Oye, ¿Por qué te ríes? – le pregunté
-Es que me sorprendió tu preocupación por solo una foto
-Es que pensé que te molestaría y no querrías saber de mi de nuevo – le confesé en un tono dulce que me salió sin querer
-No me molesta para nada Sam, créeme que si salir con una chica tan increíble como tu implica que me saquen fotos, yo corro el riesgo – cuando me dijo eso quedé sin palabras y sentí como mis mejillas se sonrojaban
-De acuerdo, me alegro que no te haya molestado.

De esa manera empezó mi relación con el, fuimos conociéndonos poco a poco y él me cortejaba bastante seguido. Me compraba flores, chocolates, me llevaba a cenar y salíamos a pasear. Me gustaba mucho su compañía y de a poco me fui enamorando y él me confesó que también se había enamorado de mí. Me declaró su amor una noche en un parque bajo la luz de la luna y un cielo lleno de estrellas, fue un momento mágico que terminó de convencerme de que quería estar con él.

¿El sueño o la realidad? (Flamantha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora