Ya era sábado por la noche, Mai y Eva habían decidido ir a casa para arreglarnos e ir juntas a la fiesta. Yo estaba nerviosa porque era mi primer fiesta con ellos y no tenía la mas mínima idea de que ponerme, así que ellas revolvieron todo mi armario hasta que encontraron un vestido negro que me iba bien al cuerpo y tenía un escote discreto pero sexy. Me ricé el cabello, me maquille suavemente, me pinté los labios de un rojo mate pasión y me puse unos zapatos con plataformas no muy altos. Una vez que termine de arreglarme, salí y las vi a ellas que también estaban preciosas. Mi hermana se había puesto una falda negra engomada con una blusa negra de encaje del mismo color y un escote discreto, unos zapatos cerrados altos, se dejo su cabello rizado suelto y se puso mi mismo pintalabios. Eva se había puesto un pantalón tiro alto negro con un top blanco y zapatillas. Y Mai, se puso un vestido de flores y unos zapatos bajos. Ambas se dejaron el cabello suelto y se pintaron los labios en color morado. Después de varios halagos, nos sacamos una selfie para que luego ellas las suban a Instagram y partimos rumbo a la fiesta.
Llegamos a la casa de Hugo en taxi, todas beberíamos así que ninguna iba a manejar, y solo estaba él con su primo que nos lo presentó como Bruno. Los saludamos y fuimos a la barra a pedir unas cervezas.
Estuvimos un buen rato bailando con ellos hasta que vi entrar a Gerard y por detrás de él entraba Flavio. Cuando lo vi quedé impresionada. Llevaba unos pantalones negros ajustados y una camisa blanca manga larga que lo hacía parecer mucho más alto de lo que era, se veía demasiado guapo. Ambos nos quedamos mirándonos unos minutos. Era inevitable no hacerlo.
Narra Flavio
No podía creer lo q estaba viendo. Se veía demasiado guapa. Ella ya es guapa pero no sé si habrá sido su maquillaje o qué pero resaltaba tanto su belleza que no podía dejar de mirarla. Y sus labios, madre mía, el rojo de sus labios que formaban ahora una sonrisa tímida que acompañaba su mirada hacia mí me dejaron totalmente impresionado. Nos mantuvimos la mirada hasta que Gerard se dio cuenta y me dio un codazo para reaccionar.
- Amigo, que se te cae la baba – me dijo riéndose. Vamos que allá están las chicas, dudo que las hayas visto porque estabas embobado en cierta rubia.
- De que hablas? No seas tonto y vamos, camina.
- Chicos, bienvenidos. Pensé que no vendrían – nos dijo Hugo y nos saludó. Luego saludamos a las chicas con un beso.
- Te ves muy guapa, Samantha – le dije al oído cuando la saludé.
- Gracias. Debo decir que tú no te ves nada mal Flavio – cuando me dijo eso sentí que mis mejillas se pusieron rojas.
La fiesta fue bastante tranquila pero nos divertimos mucho. Cerca de las 4 de la mañana ya todos nos fuimos porque sino beberíamos más de la cuenta.
El lunes nos reencontramos en la facultas a la hora del almuerzo. Por la mañana todos habíamos llegado sobre la hora así que no nos había visto aún. Todos se fueron a clases menos Samantha y yo porque el profesor de inglés avisó de último momento que no llegaría. Ella me dijo que se iría a la biblioteca a buscar un libro y yo aproveché para irme al auditorio de la universidad.
Hacia un par de semanas Gerard me comentó que allí había un piano y que casi nadie iba porque no se dictaban clases allí, solo se utilizaba para ocasiones especiales. El piano era mi debilidad y aun no había tenido la oportunidad de ir así que me fui. Llegue y no había nadie lo cual me dejaba tranquilo porque no quería que nadie me viese. Empecé a tocar la primer melodía que se me vino a la mente y empecé a cantar. Cuando finalicé escuché a alguien aplaudir. Alguien me había estado escuchando y tenía miedo de girarme a ver quién era.
- Samantha, que haces aquí? – le pregunté cuando vi que era ella quien aplaudía
- La biblioteca estaba cerrada y te seguí, no quería estar sola. Te molestó?
- No no, para nada. Es que me asustaste, pensé que no había nadie aquí.
- No sabía que tocabas el piano y mucho menos que cantabas increíble.
- Ya, solo lo sabe Gerard. Es algo de lo que no me gusta hablar.
- Pero por qué? Lo haces increíble Flavio de verdad – y ahí estaba ella diciéndome eso con esa hermosa sonrisa en los labios.
- Gracias Samantha, pero por favor no se lo digas a nadie.
- Te lo prometo, pero ahora toca algo para mí que quiero volver a escucharte.
- Está bien, pero tú canta conmigo.
- De acuerdo – me respondió ella. Pensé que no aceptaría pero lo hizo. Empecé a tocar otra melodía y a cantar y luego le di lugar para que ella siguiese cantando. Cuando la canción terminó me quedé viéndola maravillado. Tenía una voz tan dulce , pero a la vez tan potente, y le ponía mucho sentimiento a lo que cantaba. Si antes me había atraído con su sencillez y alegría, ahora me atraía mucho más con su talento.
- Madre mía, Samantha. Tú me dijiste a mí que lo hacía bien pero tú lo haces mil veces mejor.
- Gracias Fla, pero tampoco exageres. Yo ni siquiera toco un instrumento y tu tocas el piano que es súper difícil.
- No exagero, tú lo haces – le dije y ambos nos reímos. No podía creer que, conscientemente, había tocado el piano y cantado frente a ella. Nunca había tenido la confianza de hacerlo salvo con Gerard. Samantha estaba causando algo en mí que no podía terminar de descubrir que era.
Narra Samantha
Cuando salimos del auditorio ya era hora de regresar a casa. De camino al parking una chica me empujo y sin pedir disculpas ni nada saludó a Flavio muy enérgicamente, él le devolvió el saludo, pero pude notar que fue por cortesía más que por otra cosa, luego se dio vuelta me miró a mí de pies a cabeza y se fue. No entendí nada su actitud pero no quise darle más importancia. Llegamos al parking y Anaju ya estaba allí esperándome y Gerard a Flavio. Nos saludos y nos fuimos.
- No te aburriste en el tiempo libre? - Me preguntó
- No, para nada. Con Flavio estuvimos recorriendo la universidad para terminar de conocerla. – le mentí. No podía decirle la verdad porque eso significaría romper la promesa que le había hecho a él.
- Tu estas pasando mucho tiempo con Flavio hermana, solo me hablas de el - Yo no sabía que responderle, era verdad lo q decía pero sabia a que se estaba refiriendo.
- Solo somos amigos, coincidimos en la mayoría de las clases es solo por eso.
- Estas segura? En la fiesta el estuvo totalmente embobado mirándote, así no te mira un amigo.
- Ay Anaju por favor. Entre Flavio y yo no pasa ni pasará nada. Ya entregué mi corazón una vez y no salió nada bien. No puedo permitir que suceda de nuevo – le dije un poco molesta.
- Está bien, perdón no quería que te molestaras.
No sé porque mi hermana pensó que podía haber algo mas entre Flavio y yo. Solo éramos amigos y yo cuando volví de Inglaterra me prometí que no iba a confiarle mi corazón a nadie más. Mi ex me hizo mucho daño y aun estaba sufriendo las consecuencias por ello.-----------
Nota de la autora
Buenos días! Nuevo capítulo. Es más corto porque no estuve muy inspirada para escribirlo.
Si desean que los capítulos sean más largos háganmelo saber así los hago más largos. Si quieren comentar algo háganlo sin problema, me gustaría saber que opinan y por donde puede ir la historia, saquen sus conclusiones que quizás también y me ayudan para otros capítulos.
Muchísimas gracias a los que leyeron que me hacen súper feliz, siempre me gusto escribir pero nunca me gustó que alguien lo leyera asi q estoy contenta con las views que estoy teniendo
Un beso❤
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¿El sueño o la realidad? (Flamantha)
FanfictionSiempre te dicen que persigas tus sueños, que trates de cumplir lo que siempre deseaste. Pero nadie te dice que no es fácil y que ello puede traer consecuencias.