¿El sueño o la realidad? (Flamantha)

Capítulo 10 - THE MUSICAL SHOW

Finamente hice lo que me aconsejó Anaju, llegué a la universidad y al ver a Flavio y esperar que me mirara, le sonreí. Le dedique una sonrisa sincera porque pude notar sus nervios al verme y las mil y un cosas que sus ojos querían decirme. Me acerqué y le di un pequeño beso en la mejilla y el acarició la mía. Estábamos dejándonos llevar, como si lo hubiéramos acordado juntos.

En el almuerzo seguimos actuando de la misma manera pero, esta vez, con abrazos y caricias de por medio. Ambos nos sentíamos cómodos con la situación y nuestros amigos decidieron no incomodarnos con preguntas, nos dijeron que si había algo que contarles lo haríamos cuando nosotros decidiéramos. Luego, como cada tarde, fuimos juntos a nuestra clase. Estando allí tuvimos la oportunidad de hablar antes que entrara el profesor.
- Debo admitir que tenía miedo de que nuestra relación cambiara – me confesó Flavio mirándome a los ojos un poco avergonzado
- Yo también, creo que debemos hablar de cómo seguir a partir de ahora. Dejar las cosas claras.
- Es verdad. Yo siento algo por ti Samantha pero no quiero forzar ni acelerar nada. Me gustaría que dejemos que todo fluya entre nosotros como venía sucediendo hasta ahora.
- Estoy de acuerdo contigo. Yo también siento cosas por ti, aunque no te voy a negar que primero lo dude pero ahora estoy segura.
- Es bueno saberlo – dijo ahora más tranquilo y sonriendo – pero quiero que algo quede claro
- Dime
- No quiero que seamos solo amigos – esto último lo hizo tomando mis manos
- Yo tampoco quiero eso – le dije sonriendo y mordiendo mi labio inferior. Tenía ganas de besarlo de nuevo y sentía que él me decía lo mismo con sus ojos, pero el lugar no era el adecuado y queríamos hacer las cosas bien.

Entró el profesor y nos soltamos. Ambos estábamos más tranquilos porque nos habíamos dicho todo lo que queríamos y habíamos dejado las cosas claras. La clase transcurrió normal como siempre pero cuando finalizó el profesor nos pidió que esperáramos un poco que todos se fueran porque quería hablar con nosotros. Nos miramos un poco asustados, no sabíamos que nos quería decir, el se dio cuenta y nos pidió que estuviéramos tranquilos que no era nada malo.
- Chicos lo que tengo que decirles es algo muy importante para nosotros. Cada año el teatro de  nuestra ciudad organiza un show musical y, para seleccionar los actores que participen de ella, hacen audiciones en todas las universidades. Para agilizar esto porque ya queda poco tiempo, nos pidieron que los profesores seleccionemos como máximo tres parejas que audicione para el papel de los protagonistas porque todavía no habían podido conseguir  a la pareja ideal – con Flavio nos mirábamos sin entender que quería decirnos el profesor, porque nos estaba diciendo todo esto
- ¿Y nosotros que tenemos que ver con eso? – pregunté yo porque la intriga me estaba superando
- Que yo la semana pasada los escuché cantar juntos en el auditorio, había ido a recoger unos materiales y los vi y quedé cautivado con sus voces y su interpretación. Y bueno, los propuse a ustedes para las audiciones aunque estoy seguro que los seleccionara. Claro, si ustedes están de acuerdo- ninguno de los dos podía creer lo que estábamos escuchando, nos pedían audicionar para un show de nuestra ciudad, el más popular que existe aquí.
- ¿Lo podemos pensar? – fue lo único que atinó a decir Flavio
- Por supuesto, pero no mucho tiempo. Las inscripciones cierran pasado mañana y la audición sería en dos semanas aproximadamente y viene el director del show para seleccionar a quien más le guste.
- De acuerdo, lo pensaremos – le dije yo, ambos le agradecimos y nos fuimos.
Estuvimos un momento en silencio y después quedamos en pensarlo cada uno por separado y definir mañana que haríamos.

Me pasé toda la tarde pensando en ello. Antes de irme a Inglaterra no había tenido ninguna oportunidad de cumplir mi sueño pero ahora sí y para mejor, era con Flavio. El tenia una voz grave potente que me dejaba maravillada cada vez que lo escuchaba y nuestras voces juntabas sonaban muy bien. Había química entre nosotros, eso era innegable. Lo que más echaba de menos de haber huido era cantar sobre un escenario, y ahora podía hacerlo de nuevo pero a la vez tenía miedo de que alguien reconociera mi voz y todo se viniera abajo. Después de pensarlo tome la decisión y estaba muy segura de ello.