Habían pasado dos semanas desde la primera vez que habíamos cantado juntos con Flavio y lo habíamos repetido cada vez que teníamos un rato libre. En una de esas tardes que compartimos me contó que a él siempre le había gustado la música y que desde pequeño había estudiado piano hasta que se tuvo que mudar. La única persona que sabía de ello era Gerard porque, al ser su vecino, había entrado a su casa en varias ocasiones y había visto el piano en su habitación y no le había quedado más remedio que contárselo aunque de igual manera había sentido la confianza de hacerlo porque el también lo hacía.
Habían pasado dos semanas también desde que esa chica que nos cruzamos al salir del auditorio me había chocado y desde entonces pude notar que su mirada hacia mí es de pocos amigos. No me agradaba nada esa actitud que estaba teniendo porque yo no lo conocía y ella tampoco me conocía a mí, no había razón para que le cayera mal. Y ahí estaba otra vez, sentada al otro lado de la cafetería observando cada movimiento que yo hacía. Me estaba resultando muy incomodo.
- Chicos – llamé su atención mientras almorzábamos – ¿en este tiempo hice algo mal y yo no me di cuenta?
- ¿De qué hablas? Si eres de las personas más buenas que conocí – me dijo Hugo sin pensar.
- Es verdad Sam, ¿Por qué piensas eso? – pregunto Eva
- Es que hay una chica que desde hace dos semanas me mira como si le hubiese hecho algo malo. Incluso ahora lo está haciendo y ya me está resultando molesto – confesé.
- ¿Y quién es? – preguntó Gerard
- Flavio – dije mirándolo a él ahora - ¿recuerdas ese día que salimos del auditorio que nos cruzamos una chica que te saludó y a mí no?
- Ah sí, ahora recuerdo. ¿Hablas de Candela? – me pregunto él a mi ahora.
- No lo sé, es la que está en aquella mesa – dije señalándole con la mirada en su dirección.
- Si, ella es Candela – confirmó Flavio finalmente.
- Ahora entiendo todo – dice Anaju – Esta celosa Sam – dice mi hermana y yo la miré sin entender de que estaba hablando.
- ¿Celosa? ¿Pero por qué? Explícate que no te entiendo.
- Porque a esa chica le gusta Flavio – dice Gerard secundando lo que dijo Anaju. Flavio casi escupe lo que estaba bebiendo al escuchar el comentario y lo miró incrédulo.
- Es obvio Flavio. Desde el campamento que ella se fijó en ti. ¿En serio no te diste cuenta? – ahora es Maialen la que opina
- Pero esperen, ¿Todos lo sabían menos yo? – todos rieron ante su comentario y yo seguía sin entender nada.
- Amigo, es obvio. Desde que empezamos las clases que ella anda tras tuyo. Me sorprende que no te hayas dado cuenta – añade Hugo.
- Pero, ¿y yo que tengo que ver en todo esto? – pregunto yo
- Lo que pasa hermana es que vos pasas mucho tiempo con él, más que con nosotros. Es obvio que algo así le molestaría
- Creo que están exagerando. Debe ser otra cosa porque eso es una tontería y estamos bastante grandes para esos celos absurdos – digo yo un poco ofuscada.
- Vamos a comprobarlo – dice Eva – con Maialen y Anaju saldremos de la cafetería y volveremos a entrar, cuando estemos entrando Flavio tú abraza a Samantha y en ese momento miraremos a Candela a ver si realmente son celos o no – no podía creer ese plan que había armado Eva en cuestión de segundos, con Flavio nos miramos y asentimos, ambos queríamos sacarnos la duda.
Entonces ellas salieron y cuando estaban entrando de nuevo Hugo nos hizo una seña y mientras nos reíamos Flavio me abrazó y me dio un beso en la mejilla. Yo simplemente sonreía para que sea más creíble.
- Definitivamente esta celosa – dice Maialen
- Hermana poco le faltaba para levantarse y separarlos ella misma – cuando mi hermana dice eso, miré a Flavio. A ninguno de los nos hacía gracia la situación porque ambos estábamos involucrados en los celos absurdos de ella.
- Bueno pero yo no tengo la culpa de que ella este loquita por él y que nosotros seamos amigos. Además somos solo eso, no tiene porque estarlo. – dije yo, ahora se notaba la molestia en mi voz.
- Es verdad, somos solo amigos – dice Flavio en un tono más seco – ahora mejor vayamos a clase que ya sonó el timbre. Todos asentimos y nos fuimos.
Debo admitir que el último comentario de Flavio me tomó por sorpresa por la manera que lo dijo, además tuvimos clase juntos luego y no había actuado de la misma manera que siempre. Al parecer a él también le había molestado la situación. No lo sé. No estaba segura pero preferí no preguntárselo.
Narra Flavio
“Solo somos amigos”. Ese último comentario que había hecho Samantha durante el almuerzo seguía dando vueltas por mi cabeza. Algo en mi se removió cuando lo dijo. Sentí que me había molestado pero no entendía por qué y necesitaba sacarme la duda entonces le pregunté a Gerard, era la única persona que me podía entender
- Gerard, quiero decirte algo – le dije mientras regresábamos a casa en su coche.
- Claro, dime. Para eso están los amigos.
- Es una tontera pero me siento raro desde que escuche decir a Samantha que solo éramos amigos y no entiendo porque.
- Sabía que te había molestado eso, lo noté en ese momento. Quizás sea porque tú quieres algo más con ella que amistad.
- ¿De qué hablas?
- Amigo yo creo que quieres algo más con Sam que una simple amistad. Tu mismo me dijiste ese día que la conocimos que te habías sentido atraído por ella, ¿o acaso lo olvidaste? – era verdad, desde el primer día que la vi no me la puedo sacar de la mente y siempre que estoy con ella no puedo evitar sonreír. Pero nunca pensé en tener algo más con ella que una simple amistad.
Ahora no solo las palabras de Samantha daban vuelta por mi cabeza sino también las de Gerard. ¿Y si era verdad? ¿Si de verdad quería tener algo mas con ella que una simple amistad? ¿Pero ella que sentirá? Con decenas de preguntas en mi mente acabé durmiéndome, no sin antes decidirme en acercarme más a ella. Dejar que todo fluya.
Narra Samantha
El día de ayer fue súper raro. Entre todo el tema de los celos de Candela y la actitud de Flavio luego de ello, mi cabeza no había dejado de dar vueltas. Debo admitir que estuve molesta toda la tarde pero no sabía por qué. ¿O quizás lo sabía y no lo quería admitir? ¿Y si estaba sintiendo algo por Flavio? No. Eso no podía ser posible. Quizás solo le estaba dando demasiadas vueltas al asunto.
A la hora del almuerzo nos dimos con la noticia que nuevamente no tendríamos ingles así que tendríamos un par de horas libres con Flavio. Al irse todos a sus clases, él se acerco a mí y para sorpresa mía me abrazó y me dio un beso en la mejilla. Yo sonreí porque me había dado ternura su gesto y me había gustado demasiado ese acercamiento.
- ¿Estas bien? – me pregunta.
- De maravilla – digo sonriendo
- ¿Te parece si vamos al auditorio a cantar algo?
- Eso no se pregunta, por supuesto que quiero ir.
Después de un par de canciones que tocó el al piano decidimos cantar una canción juntos y bailar mientras tanto. Se lo había propuesto yo porque pensé una canción que me gustaba mucho y me apetecía hacerlo de esa manera. El al principio dudó pero terminó aceptando. La canción era Someone you Loved de Lewis Capaldi, ambos la conocíamos perfectamente. Pusimos la pista en mi móvil y empezamos a cantarla.
Desde que comenzamos a cantar el primer verso sentí como si lo demás no existiera. Estábamos solo nosotros dos y no existía nadie más. El me cantaba mirándome a los ojos como si me estuviera dedicando la canción y yo, lejos de apartar la mirada, hice lo mismo. Estábamos narrando la historia con nuestras voces, el clima que se había generado era mágico y las tenues luces del auditorio hacían que todo pareciera haber sido puesto a propósito para ese momento. Éramos nosotros mismos dejándonos llevar por la canción. Cuando llegamos a los últimos versos habíamos acabados frente a frente, la distancia que nos separaba era mínima. Cantamos la última frase y nos quedamos mirándonos a los ojos, parecía que nuestras miradas quisieran hablar por cuenta nuestro y finalmente sucedió. Ambos nos íbamos acercando cada vez más hasta que nuestros labios se juntaron. No fue un beso corto. Fue un beso largo y dulce. El me agarró de la cintura con su mano izquierda como evitando que me alejara y con la derecha tomó mi mejilla. Yo puse ambas manos en su cintura, tampoco quería que ese beso acabase porque parecía que lo había estado esperando toda la vida. Nunca había sentido tanto al besar a alguien como lo estaba haciendo ahora. Era diferente, todo era diferente. Incluso Flavio. El era diferente a todos los chicos a los que había conocido. No tenía maldad y siempre me había tratado tan dulcemente que a veces me llegue a preguntar si estaba soñando o si él era real. Cuando por fin nuestros labios se separaron, apoyamos nuestras frentes y en ese momento la ansiedad me invadió. Recordé todo lo que había vivido y la promesa que me había hecho a mí misma. “Perdón” le susurré y salí corriendo del auditorio dejándolo a él sin entender porque estaba haciendo lo que hice. Pero no podía permitirme sentir eso.
No otra vez.-------
Nota de la autora
Buenos días!!
Agradecere en cada capítulo que lo estén leyendo xq estoy muy feliz q alguien se tome su tiempo de hacerlo.
Déjenme en los comentarios que les va pareciendo la historia y que creen que ocurrirá después. Me encantaría saber que opinan. La historia tiene para largo así que háganme saber sus opiniones.
Sepan disculpar si hay errores pero a veces no me doy cuenta de ello.
Un beso!❤
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¿El sueño o la realidad? (Flamantha)
FanfictionSiempre te dicen que persigas tus sueños, que trates de cumplir lo que siempre deseaste. Pero nadie te dice que no es fácil y que ello puede traer consecuencias.