|34| Uno de los comienzo de la libertad.

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Era extraño dejar tu lugar en donde te sentías en casa. Rhaenys había pasado toda su infancia y algo de su adolescencia rodeadas de árboles y su única compañía era su madre y la misma naturaleza, en varias ocasiones la iban a visitar Ned Stark junto su hijo bastardo, Jon Snow. Aquel lugar era su casa, era feliz, se sentía completa, pasaba el tiempo con quienes amaba y hacía lo que amaba, entre ella y su madre tenía muy pocas restricciones y la más importante era no acercarse a las personas, básicamente era la única restricción, cualquier se sentía genial con aquello y así se sentía Rhaenys hasta la muerte de su madre en donde paso un tiempo en Pentos el cual nunca lo sintió su hogar, luego la aldea de los hijos del fuego y era un hermoso lugar para vivir pero no llego a experimentar. La Targaryen era feliz en Tikal pero no se sentía ella misma rodeada en el desierto, el único buen lugar era el jardín en donde pasaba el tiempo con su esposo pero se le fue arrebatado. En el oeste era lo mismo, nunca lo sintió su hogar, en Ibbam paso buenos tiempos de su embarazo y todo era hermoso pero no era lo que le tenía preparado el destino y por ultimo estaba Valyria, aquel lugar era todo, se sentía en casa, completa, protegida y Valyria era uno de sus destinos pero Rhaenys tenía otros planes. Paso algún corto de tiempo en donde vivió maravillas pero había más cosas que hacer. 

Y aquí comienza otra parte de la historia de Rhaenys en donde se encargaría de librar a más personas de la esclavitud. Lamentablemente tuvo que despedirse de Jon, Arthur y Naerys, ellos se irían a Tikal junto a Eimon, Igor y algunos hombres, mientras que Rhaenys partía hacía las ciudades con mayor esclavos descartando las que su tía ya liberó mientras que Valyria era dirigido por Acke el que confiaba plenamente, pero algo en Rhaenys sentía la necesidad de ir a Pentos y liberar a los esclavos de aquel lugar, era algo bastante peligroso y del que no estaba segura de hacer ya que era algo más de venganza por lo que le hizo Viserys y que el magister siempre estuviera de su lado. 

El primer destino era Argos una de las ciudades con muchos esclavos, la Targaryen sabía que su tía no había ido hasta ahí porque estaba más lejos de sus planes. Habían montado un campamento ya que al día siguiente estarían en Argos. Desde su lugar podía notar las miradas entre dos de sus mejores amigos, Louis y Vanya. 

-Hola mi bella dama.- hablo Charlie sentándose a su lado, el cuál era en una roca mientras observaba a sus cuatro hijos intentando volar junto a Kilgharrah el cuál le enseñaba. 

-Hola mi albino.- dijo con una sonrisa mientras acariciaba a Niebla que tenía su cabeza sobre las piernas de su nueva ama.- ¿Qué tal el viaje?

-Maravilloso, enserio quiero ya ver la cara de estos amos al vernos llegar.- dijo con una sonrisa. 

-Veo que disfruta el tema de ir contra Argos.- le dijo Rhaenys mientras acomodaba un poco el cabello del chico. Además la Targaryen algunas que otras veces se había cortado el cabello pero desde la muerte de su madre al día en que Kinvara la trajo de vuelta, y le gustaba su cabello corto. 

-Un par de veces mi padre me llevó a Argos y no fueron los mejores momentos.- dijo con una sonrisa triste y Rhaenys lo entendía, así se ponía Jon. La Targaryen acarició su mejilla para luego besar sus labios. 

-Ahora estás conmigo y podrás ver como lo de ellos se derrumba.- le dijo con una sonrisa y el igual le sonrió. 

-Me gusta la idea, aunque más al poder estar contigo.- dijo y beso los labios de la peli-plateado poco a poco las cosas fueron subiendo de tono. 

-¿Vamos?- le pregunto con una voz algo agitada mientras estaba de pie y le extendía su mano al pelinegro el cuál lo acepto. Rhaenys caminaba hacía adelante mientras que Charlie la admiraba, admiraba cada paso que daba y todo de ella. 

𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora