|50| La llegada a Winterfell.

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-¡Mis bolas se congelan!- se quejo Loki y se abrigaba con todo lo que tenía cerca. 

-Solo debes moverte.- le aconsejo Acke, en su aldea hacía bastante frio en invierno así que ya tenía experiencia con tal clima. 

-Tu eres el guerrero, no yo.- se quejo de nuevo. 

-Entonces es hora de aprender.- comentó Louis y obligo que Loki se levantará. 

Estaban a tan solo algunas dos o tres horas de Winterfell y personas como Loki que nunca habían estado en el norte, se encontraban congelándose. 

-Debe tener esto majestad, debe mostrar de que esta hecha.- hablo Agnetha mientras la pintaba. Había hecho dos líneas blancas que atravesaban el ojo derecho, eran delgadas y al final tenía un circulo, eran bastante hermosas.- Debe mostrarle quien es la reina en llamas y la madre de dragones, muéstrele que murió quemada con un fuego mortal y ahora es inmortal para aquello. 

-¿Y tu que te pondrás? 

-Ya lo veras.- le contesto con una sonrisa divertida. 

Aquel tiempo paso y ya se encontraban entrando a Winterfell. La gente miraba a los inmaculados pasar a ambas esquinas, y luego habían diversos hombres hasta llegar donde los vikingos que eran los más cercanos a la reina la cuál protegían. 

Al llegar al castillo Rhaenys admiraba todo, solo una vez había estado ahí cuando fue a espiar a Robb Stark y para ver que tan bueno era pero no había durado mucho ya que lord Ned Stark la había descubierto y se tuvieron que subir al primer caballo que encontraron para volver al bosque. 

Rhaenys se bajo de su caballo con toda elegancia, todos los lords, la dama de Winterfell, el rey del norte y Daenerys estaban ahí. Cada uno miro como la Targaryen se bajaba de su caballo sin ayuda y como si lo hiciera siempre y a su alrededor había cuatro dragones pero uno más grande que otro. 

La Targaryen se acercó a la familia Stark, al rey en el norte y Daenerys, la ultima tenía una sonrisa burlona, quería ver la cara de su sonrisa cuando la dama de Winterfell mostrará su desprecio a ella como se lo hizo a la menor de las Targaryen, quería ver como los lords del norte despreciaran a su sobrina como lo hicieron con ella. 

-¡Rhaenys!- exclamo una feliz Arya y abrazo a la mayor sorprendiendo a todos. 

-¡Arya!- exclamo la otra, estaba claro que nadie se esperaba aquello, nadie esperaba que Rhaenys fuera recibida con tanta felicidad. 

-Te extrañe mucho, mucho, mucho.- exclamo Arya con una sonrisa y Rhaenys beso su frente. 

-Yo igual, ya extrañaba una buena contrincante.- le comentó.

-Y mira como están ellos, la primera vez que los vi eran tan solo unos huevos listo para la hoguera.- le comentó Arya y lentamente acaricio a Aegon que era el que más se dejaba y sorprendió a todos muchos más.- ¿Cómo están los niños? ¿El pequeño Jon vino contigo? ¿Arthur o Naerys?- pregunto buscando a los pequeños y lo que al rey en el norte le dio curiosidad al escuchar al pequeño Jon. 

-No, me temo que no están aquí pero si en Westeros, estoy segura que puedes ir a verlos cuando desees.- le informo con una son risa.

-Rhaenys.- murmuro Jon casi con lagrimas en los ojos. 

-Jon.- murmuro de vuelta y está ya estaba con lagrimas y ambos se abrazaron con fuerza y duro bastante el abrazo, Daenerys estaba molesta. 

-Lo siento... No sabes cuanto te extrañe.- le informó mientras secaba sus lagrimas. 

𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora