╰✦𝑺𝑰𝑵𝑶𝑷𝑺𝑰𝑺✦╮

2.7K 212 15
                                    

Dos niños de tan solo unos nueve años corrían por los fríos árboles del bosque. El norte era helado pero había calor en ellos. 

-¡Vamos Jon! ¡A que no me atrapas!- dijo una risueña Rhaenys mientras corría sin soltar su espada de madera que le había regalado Ned Stark.

-¡Solo te estoy dando ventaja!- le respondió Jon con una sonrisa pero el mismo sabía que el nunca podría llegar a darle una ventaja, sino que sería al revés.

-Si claro.- dijo divertida la peli-plateado que se encontraba detrás de el y le tocó la espalda con la espada de madera, rápidamente Jon comenzó a demostrar lo aprendido con Ser Rodrik mientras que Rhaenys muestra lo aprendido con su madre. 

La madre de Rhaenys, Naerys. Había aprendido a luchar junto a su hermano y luego esposo Rhaegar y Ser Arthur Dayne. A su padre, el rey loco no le gustaba la idea que lastimaran a su hija en el entrenamiento pero ella practicaba escondida con su hermano y Ser Arthur Dayne.

Ambos eran buenos, bastantes buenos para su edad pero Rhaenys tenía algo especial, ella ansiaba aprender a dominar y a ocupar una espada de verdad, era uno de sus grandes sueños y ponía todo de ella para aprender y a dominar un espada o cualquier arma.

-Solo le deje ganar.- hablo Jon luego de perder a manos de su hermana pero aquello el no lo sabía.

-Si claro, ayer dijiste lo mismo.- dijo con una sonrisa.

-Pero el día antes de ese yo gane.- le recordó Jon mientras caminaban de vuelta a la casa entre de los árboles en donde vivía la peli-plateado junto a su madre.

-Eso fue suerte.- le comentó con una sonrisa mientras se subía al ronco de un árbol caído.

-Claro que no.- se defendió Jon. 

-Estoy segura que cuando vayamos a la muralla yo seré la que te proteja.- dijo con una sonrisa orgullosa.

Uno de los sueños de ambos era unirse a la guardia nocturna, no importaba las veces que los padres de estos niños le dijera que no se permitía mujeres, era su sueño y deseaban que siguiera así aunque sabían bien el fondo que no se cumpliría.

-Y yo te salvare de los caminantes.- hablo Jon con una sonrisa también orgullosa.

-Los caminantes blancos no existen, bobito.- dijo con ternura Rhaenys.

-Algunos también dicen que los dragones no existen.- hablo Jon mientras se tomaban de las mano.

-Claro que existen, yo soy una y te mostraré lo que es un dragón, tu solo espera.- dijo con una sonrisa mientras Jon movía hacia adelante y luego hacía atras sus manos todavía entrelazadas, y un silencio los inundaba.

-Lady Stark le dijo a Robb que nadie va a querer estar conmigo y el que debería hacer lo mismo.- hablo Jon luego de un silencio en donde ya se encontraban cerca de la casa.

-Eso es mentira.- hablo Rhaenys molesta.- Yo si quiero estar contigo, eres mi mejor y único amigos, prefería ser tu amiga por el resto de mi vida que ser amiga de todos los niños del mundo, incluyendo a Robb Stark.

-Robb es bueno, solo es que su madre no quiere que este conmigo... ¿Tu te casarías conmigo?- pregunto algo nervioso y asustado por la respuesta. 

-Por supuesto que si, ¿Y sabes que? Le diremos a nuestros padres.- dijo Rhaenys sin dejar de soltar la mano de Jon y corrieron hacía adentro de la casa.- ¡Mamá, lord Stark!- exclamo la peli-plateado.

-¿Que pasa mi amor? ¿Se encontraron con alguien?- pregunto preocupada la peli-plateado mayor y su hija negó al igual que Jon.

-No, solo queríamos decirle que Jon y yo nos casaremos cuando seamos mayores.- hablo Rhaenys sin tomar en cuenta las palabras que decía y Jon se sonrojaba al sentir la mirada de los mayores.

-¿En serio?- pregunto lord Eddard Stark y ambos niños asintieron, aunque el menor con algo de vergüenza.

Lo que aquellos niños no sabían, era que eran hermanos. Tal vez a los Targaryen se casaban entre ellos para mantener su sangre pero ya no se encontraban en la dinastía Targaryen, ni siquiera en su reino.

𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora