𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄

|15| El poder no es atractivo para las mentes puras.

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Ya al caer la tarde, Rhaenys se preparo y se puso unos pantalones algo ajustados que eran un obsequio de aquel pueblo, una camisa y aquella capa de piel de oso polar, se sentía calentita, ella amaba el calor y se sentía bien al saber que aquel pueblo la amaba. 

Agnetha llevó a la reina extranjera al lugar en donde sería aquella celebración, básicamente todo el pueblo se encontraba ahí a excepción de Ulmer y de sus cinco hombres. 

Por los caminos que caminaba Rhaenys recibía cariños y alagos de aquel pueblo, algunos que otros que había aprendido el valyrio gracias a Dante, ayudaba a su reina en llamas para que pronuncie bien algunas cosas en su idioma nórdico. 

-¿Que es eso?- pregunto Rhaenys maravillada, cuando llego sintió curiosidad por aquellas marcas que tenía el pueblo vikingo en su piel pero desde un principio pensó que era una clase de pintura en donde luego se saldría del cuerpo, pero estaba equivocada. 

-Se llaman tatuajes.- hablo el dueño de aquel local, en donde el también había aprendido el valyrio gracias a Dante que vivía en la cabaña de el. 

-Son marcas que se hacen en la piel y en donde nunca desaparecen, majestad. La mayoría son hechas por protección- le hablo Agnetha.

-Eso es genial.- hablo maravillada Rhaenys.

-¿Puedo hacerme uno?- pregunto Loki que también estaba maravillado con aquellas marcas llamadas tatuajes. 

-Por supuesto, Bakan lo atenderá.- dijo el dueño a Loki y este se acerco con una sonrisa  a aquel hombre.- Majestad ¿Usted desea uno? Se lo puedo dar como regalo a mi reina en llamas.

-¡Enserio! Muchas gracias.- hablo Rhaenys con una sonrisa, Louis y Mary que nunca habían visto algo así no estaban tan seguros.- ¿Puedo elegir el diseño?

-Por supuesto.- hablo el dueño y le entrego un papel y lápiz para que dibujara aquel diseño que escogería. Rhaenys lo pensó bien y eligió el escudo de su casa. 

La Targaryen se recostó con la especie de camilla que había mientras que el dueño alistaba todo para aquella nueva marca, Raven que era su nombre, era el mejor en hacer aquellos tatuajes entre los vikingos y le seria fácil lo que deseaba su reina.

La peli-plateado se sacó aquel abrigador abrigo y se sacó la camisa pero sin dejar de cubrir sus pechos. Rhaenys mentía si decía de que aquella ajuga no le dolían el como de impactaba y penetraba su piel pero aguantaba el dolor, quería aquella marca del escudo de su familia y soporto aquel dolor. 

Raven había hecho aquel escudo en la espalda de su reina, era del color negro y bastante grande. Cubría un poco más de la mitad de la espalda de la chica, la blanca piel como la nieve de Rhaenys, estaba algo cubierta de su propia sangre y unos diseños del color negro todavía no muy visibles por la sangre. 

Rhaenys seguía con algo de dolor pero continuo en aquella fiesta en su nombre y ya al día siguiente logro ver el hermoso escudo de su familia en su espalda, era algo sorprende, genial y extraño pero le gustaba incluyendo que todavía sentía dolor.

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Rhaenys con ayuda de Agnetha y de Mary, logro limpiarse aquel tatuaje, debía tener cuidado si no quería que se le infectara. La Targaryen se llevaba bastante bien con la rubia, Agnetha y su esposo Acke en donde ambos eran parte del consejo de Ulmer, su rey pero no tenían cargos importantes para ser invitados a las reuniones secretas, cosa que tenía bastante curiosa a la Targaryen.