𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄

|51| La belleza del norte.

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-Y dígame majestad, tía ¿Por qué he sido llamada hasta Winterfell?- pregunto Rhaenys con una sonrisa y ignorando la mala cara de Daenerys. 

-Todos nosotros tenemos un enemigo en común.- comentó Jon. 

-¿Cersei Lannister?

-No, algo que todos creíamos que no existía y que eran solo cuentos. Estoy hablando de los caminantes blancos y su ejercito de muertos.- hablo Jon. 

-¿Una guerra entre vivos y muertos?- pregunto Rhaenys.

-Así es, y los caminantes viene por todos nosotros, por todos los vivos.- hablo Jon. 

-¿Y como puedes destruir a los caminantes con su ejercito?- pregunto Rhaenys. 

-El fuego, vidriagón o acero valyrio.- comentó Jon y vio a su Targaryen la cuál miraba a una chica rubia que tenía una franja negra con pintura en la parte de sus ojos.- ¿Nos cree?

-Si... ¿Pero porque me tendría que pelear junto a mi tía?- pregunto Rhaenys. 

-Tampoco eres mi persona favorita.- le contesto y ambas se miraron mal. 

-Si no hacemos nada todos moriremos, debemos dejar nuestras diferencias de lado y juntarnos para derrotar a un enemigo en común. Si se nos une seremos aliados, será una tregua hasta que la gran guerra termine.- hablo Jon y todos esperaron la respuesta de Rhaenys la cuál se encargaba de mirar a todos los presentes. 

-Hecho.- contestó Rhaenys.

Al decir aquella palabra se formo la tregua hasta que la gran guerra termine, se fue a sentar al lado derecho de Jon y ahí le notificaron cada uno de los sucesos los cuales esta estaba perdida, o era lo que creían. 

Al terminar aquella reunión Rhaenys salió del salón junto a Agnetha y Arya para conversar y tal vez tener un duelo. Daenerys pretendía hablar con Jon pero este había salido casi corriendo en busca de su sobrina, al llegar hasta ellas escucho que hablaban de un Arthur pero este interrumpió. 

-Disculpe majestad ¿Podríamos hablar?- pregunto Jon. 

-Claro.- le contestó Rhaenys y las otras dos mujeres se fueron, apenas estaban solo Jon la abrazo y ella a el.- Te extrañe tanto, no tienes idea de cuanto. 

-Claro que la tengo, yo también te he extraño mucho pero mucho, mucho.- hablo Rhaenys con una sonrisa y ambos caminaron por los pasillos del castillo.- Sabes, no puedo creer que al fin estoy en Winterfell. 

-¿Recuerdas cuando mi padre te encontraba babeando por Robb?- pregunto algo divertido pero cuando supo aquello no estaba tan divertido, con aquello Rhaenys le pego con el hombro pero no con tanta fuerza. 

-¡Ey! Yo no babeaba por Robb, solo quería saber porque mi mejor amigo hablaba tanto de el y de lo bueno que era, pero sabes que.- hablo Rhaenys. 

-¿Que?- pregunto con una sonrisa. 

-Tu eres mejor con la espada, claro que luego de mi.

-¿Segura? Pareces como si no hubieras entrenado.

-¿Crees que paso todos mis días con estos vestidos?- pregunto la peli-plateada y el norteño soltó una carcajada. 

-Claro que no, desde pequeña odiaste los vestido ¿Por qué lo usas tanto ahora? O es lo que creo. 

-Luego de la muerte de mi madre me fui a Essos en busca de mis tíos, Viserys era un idiota y me obligaba a ocupar vestidos y aquellas cosas.

-¿Fue muy malo contigo?- pregunto Jon.