𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄

|27| Si no vamos, nunca lo sabremos.

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Al cabo de dos horas ya todos se encontraban en una sala especial en donde tenían sus conversaciones. 

-Rhaenys, no tendrías que estar de pie.- le reprocho Agnetha 

-Es algo muy importante, pero antes, ¿Loki, sabes algo de Chris?- pregunto Rhaenys. 

-Todavía no majestad, no de la ultima carta.- hablo. 

-La carta debe estar en camino, no se preocupe majestad.- hablo Rocky.

-Okey, partiremos en dos días.- hablo con firmeza. 

-¿Todos?- pregunto Vanya, la pelinegra sabía bastantes idiomas y al haberse ganado la confianza de la peli-plateado, ella le incluyó al consejo. 

-Si, todos iremos. Hemos estado bastante tiempo y estoy segura que ya estamos molestando al lord Charlie.- hablo la Targaryen.

-Para nada majestad, y si me permite sería un gran honor poder ser parte a donde usted desea ir.- hablo Charlie pero ella negó. 

-La ciudad de Ibbam lo necesita, no queremos que alguien tomo el poder como Henry. 

-Nombraré a Percival a cargo mientras que los acompaño, deseo ser parte de lo que usted cree necesario.- hablo Charlie y Rhaenys terminó asintiendo. 

-¿Y a donde iremos?- pregunto Acke emocionado con tener algunas aventura por el mar o tierra.

-A la vieja Valyria.- dijo con una sonrisa y todos se sorprendieron con aquello.

-Pero majestad, nadie a salido con vida de allá y usted esta embarazada, puede ser peligroso.- hablo Ser Barristan. 

-Les dije que sabía en donde había un dragón adulto y se encuentra en Valyria.- hablo Rhaenys. 

-¿Iremos todos?- pregunto Louis.- ¿Todo el ejercito?

-Si, y lo mejor será no decirles aún para que no se asusten, pero les prometo que no le sucederá nada.- prometió Rhaenys. Cada uno de los integrantes del consejo, nunca pensaron ir hasta Valyria, aquella ciudad en ruinas pero siempre hay una primera vez para todo y Rhaenys demostraría aquello.

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Como todas las veces que Rhaenys andaba en un barco, se sentía relajaba mientras admiraba las olas y el viento marino chocar con ella. La Targaryen se encontraba sentada en un asiento que habían puesto mientras acariciaba su enorme vientre que había crecido más luego de aquel viaje, lo que la Targaryen no sabía era que Charlie se encontraba admirándola, todo de ella era perfecto y sabía que aquel bebé iba a tener mucha suerte al tener a una gran madre como ella, al igual la persona que termine a su lado.

Charlie siempre había sido un niño tranquilo y algo tímido que le encantaba tener amigos pero poco y que lo quisieran, el siempre le entrego su amor a todos y aquellas personas a el. Charlie era el hijo que todos querían, aunque la esposa de su padre nunca lo quiso pero Charlie nunca le tuvo odio, hasta la podía admirar, era un tigre que protegía lo que era de ella.

Rhaenys notó como Niebla se alejaba de su lado y miró a la dirección a donde iba, encontrándose con Charlie y Mylo.

-Hola Charlie, Mylo.- dijo y acarició al tigre albino. 

-¿Esta cómoda, Rhaenys?- pregunto Charlie mientras se acercaban a la embarazada.

-Si, me encanta navegar.- dijo con una sonrisa y Charlie le sonrió también.