𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄

|20| ¿Los dioses son bondadosos?

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-Agnetha, lo beberé igual.- le comentó Rhaenys con firmeza.

-Pero majestad, ¿Y si se retracta?- le pregunto la rubia evitando que su reina bebiera aquello.

-No lo haré, de aquello estoy segura.- le comentó apunto de llevar aquel cuerno a sus labios pero nuevamente Agnetha la detuvo.

-Pero majestad, usted necesita un heredero, no tome la ruda.- intento convencerla Agnetha. 

-Agnetha, yo ya tengo un hijo en Essos y no necesito otro.-

-¿Pero y si la pasa algo? Debe estar precavida.- le dijo la rubia. 

-Agnetha, no puedo tener un hijo de alguien que me violo de la manera más horrible y dolorosa que puede existir. No puedo tener un hijo de alguien que me hizo tanto daño en aquel momento.- le dijo Rhaenys algo molesta al recordar aquella noche. Tan solo había pasado dos semanas desde la muerte de aquellos hombres, de Mary y de que la aldea vikinga se arrodillara ante Rhaenys. Había pasado dos semanas desde que Ulmer había violado a Rhaenys de una manera salvaje y dolorosa, dos semanas desde que Ulmer había puesto una semilla dentro de la Targaryen y casi tan solo dos días de que Rhaenys se entero. Rhaenys recordaba la vez que se había enterado de que estaba embarazada de su Jon, tan solo tenía casi dos meses cuando lo supo pero esta vez el adivino le había dicho que estaba embarazada y tenía tan solo dos semanas. 

-Sabe, mi hermana Tiki fue violada por Ulmer más de una vez.- empezó a contar la historia Agnetha y se sentaron en el suelo sobre unas pieles de animales.- Mi hermana estaba alegre de tener un bebé y no le importó todo lo que había sufrido junto a Ulmer, ella iba a ser madre.- dijo y soltó un suspiro.- El día del parto, el bebé nació muerto por todos los abusos y golpes de parte de Ulmer, a los minutos después mi querida Tiki murió por el parto que había sido complicado, todo por un bebé muerto que lo había causo su mismo padre.- dijo Agnetha y ella tomo las manos de su reina mientras aguantaba sus lagrimas, hablar sobre su hermana era un tema bastante delicado.- Usted tiene la posibilidad de dar un hijo sano y salvo, no puede culpar a los hijos por los defectos de los padres.

Aquella ultimas palabras eran muy parecidas a las que Rhaenys le diría si alguien le habla sobre su abuelo, el rey Aerys II Targaryen.

-Pero ¿Y si se parece a el físicamente? ¿Te imaginas ver la cara de la personas que te violo, mato a una de tus mejores amigas y violo, torturo y asesino a personas inocentes solo por satisfacción?- le pregunto Rhaenys aguantando las lagrimas. 

-No se parecerá a el, estoy segura mi reina que se parecerá a usted.- le dijo Agnetha con cariño y abrazó a su reina, ambas eran buenas amigas y ambas habían quedado lastimadas por la muerte de Mary, tenía bastante diferencia de edad entre ellas pero siempre estuvo a para todos sin importar quien era, de donde venías o lo que habías hecho, ella era una gran mujer y que siempre iba a estar en los corazones de todos. 

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Estaban a minutos de zarpar, todo se encontraba listo y antes de subirse a un bote, Rhaenys miraba los barcos que flotaban en el mar. La Targaryen había llegado con 23 barcos a su disposición y ahora tenía 40, los vikingos ocupaban los suyos propios y eran 17, varias familias iban en aquellos barcos pero los que tenía a hijos bastante pequeños iban en los otros barcos. Muy pocos habían decidido quedarse, aunque algunos era para proteger el lugar pero muchos querían irse de aquel lugar y dejar atras aquel pasado con Ulmer el monstruoso.