-La mafia más poderosa de Corea, una elite temida por todo el mundo y un caos a punto de avecinarse. ¿Podrán salvarse o su Serendipia será su condena?-
La élite de la mafia kim, compuesta por 6 chicos bastante peculiares, hacían cada trabajo de man...
Me limpié las lagrimas de los ojos y me acerqué hacia Hobi, una parte de mi se encontraba en shock y la otra sabía que no podía dejar que los chicos se derrumbaran ahora. Pero cómo salvarlos, cómo ayudarlos si la estrella que hacía brillar sus mundos ya no estaba. No lo entendía, no entendía por qué tuvo que pasar esto, por qué tuvo que ser ella que nunca le hizo daño a nadie. Lee había dado su ataque y estaba muy confundido si pensaba que ahora me iba a quedar quieto
Tome a Hobi del brazo y le hice una seña a Jin de que venga a sostenerlo la cual acató sin rechistar. Pase mis brazos por debajo de las piernas y la espalda del cuerpo inerte de Army y la levante. La bala había dado Justo en su pecho, sabía que no podía salvarla y que ya no estaba respirando. Lo sabía, pero una parte dentro mío aún quería pensar que estaba viva y que podía ayudarla.
Volví a mi despacho, con los chicos siguiéndome detrás de mi entre lágrimas e ingrese a la habitación secreta que daba con el departamento en el que me escondía. Al bajar por las escaleras los demás miembros de la mafia se quedaron asombrados al ver el cuerpo en mis brazos, Hwasa fue la primera en quebrarse, soltando lágrimas sin fin mientras se apoyaba en Jennie que no tardó en seguirle el paso. No podía mirar a ninguno, simplemente los escuchaba pero mi cerebro no lo procesaba, me encontraba fuera de si.
Kookie estaba limpiando la cara de Tae con un trapo pero ni bien me vio se giró mientras se acercaba corriendo, intento contener el llanto, intento parecer fuerte pero cuando miro la cara de Army que ya no sonreía cayó de rodillas al piso. Después de todo aún era un niño, un joven que intentaba vivir la vida de un adulto pero no era más que un niño que tuvo que crecer de golpe. Me miro directo a los ojos y sabía lo que había en su mirada, había reproche, había culpa y lo sabía. Después de todo yo traje a Lee de vuelta. La acoste sobre la cama y corrí el pelo de su cara, seguía siendo tan hermosa y se veía tan tranquila como si una bala no hubiese perforado nunca su pecho. Parecía que estaba en paz pero en este mundo dejo un caos -¿Cómo están los heridos?- pregunté intentando parecer tranquilo.
n-necesitamos llevarlos a un hospital -murmuró Jennie entre lágrimas-
-Baekhyun junta un grupo de cinco personas y vayan a juntar los cuerpos de la mansión. Max y Soobin por favor junten a los heridos que necesitan atención médica y cárguenlos en las camionetas. En un momento estaré con ustedes para llevarlos al hospital. Hwasa y Jennie por favor junto con los que se quedarán en la base comiencen a limpiar el lugar, l-limpien a Army y vístanla lo mejor posible, le daremos cuando volvamos un entierro digno. Llamaré a Joon- Ante mis palabras comenzaron a movilizarse lentamente, dejando un ambiente tenso y pesado, la tristeza era tanta que atravesaba los poros y te golpeaba como un puño que te trae a la realidad. ¿Cómo lograría que Hobi se recompusiera? ¿Cómo lograría que todos lo hagamos? No lo sabía, tampoco me di cuenta lo que estaba haciendo, convertirlos en una familia era su mejor arma pero también era su mayor enemigo. Cuando uno muriera, cuando uno salga herido todos se verían afectados. Entonces cómo lo solucionaba, cómo arreglaba este problema. Mejor dicho había solución, vivimos en un mundo donde cualquiera puede morir en cualquier momento y lo único que hicimos hasta ahora fue bloquear ese hecho, pensar que era un juego de niños. Cuán equivocado estaba. Mientras pensaba, la sala quedó vacía a excepción de la élite y el cuerpo inerte de army en la cama.
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