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021. "Alliance."

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El día de graduación de Bella en Forks High School había llegado y después de una larga y emotiva ceremonia, al fin había caído la noche.

—¿No llegamos algo tarde? —preguntó la menor de las hermanas mientras entraban a la casa de los Cullen.

—Es una fiesta, no debes ser puntual. —respondió la mayor.

Subieron las escaleras y se detuvieron al ver la pista —improvisada— en donde Amanda y Caleb bailaban —o mejor dicho saltaban— al ritmo de la música, al igual que Jessica y Ángela, las cuales corrieron hacia Bella en cuanto la vieron.

—Iré a buscar a Emmett. —avisó Charlotte, le dio una palmada en el hombro y caminó hacia la cocina.

Ahí se encontró con una pareja besándose inapropiadamente y estuvo a punto de hacer una mueca de disgusto... Hasta que recordó la noche anterior.
¿Qué hubiese ocurrido si Bella no entraba a la habitación?

Sus mejillas se sonrojaron y dio la media vuelta para salir, soltando un chillido al chocar de frente con Edward.

—Ha ocurrido un milagro, Charlotte. —se burló y pasó un brazo sobre los hombros de la chica para después caminar hacia uno de los pasillos. —Es la primera vez que tienes un pensamiento indecente, es algo muy extraño de ver en una pequeña inocente.

—Oh vamos, no soy tan inocente. —se quejó y se recargó contra el hombro del chico. —¿Cierto?

—¿Recuerdas el día que creíste que estaban golpeando a Rosalie? —preguntó y detuvo sus pasos. —Era culpa de Emmett... Y no la estaba golpeando.

La rubia frunció el ceño e inclinó la cabeza. —¿Entonces qué... ¡Oh! ¡Que asco!

El muchacho soltó una risa y miró a la pequeña unos segundos. —Está también es la primera vez que hablamos sin golpes o insultos de por medio, al menos desde que regresé.

—Lo sé, a veces extraño cómo eran las cosas antes. —hizo una mueca y lo golpeó amistosamente. —Tú, Bella y yo en la parte trasera de la camioneta, escuchando la horrenda música de la radio. —ambos rieron al recordar. —Era lindo.

—¿Aún me odias? —pidió saber Edward.

—No te odio. —explicó ella. —Y se que Bella ya te perdonó por lo que hiciste, pero yo no. Te quiero, Ed, eres un buen amigo... Pero ella es mi hermana, y no me gustó nada la manera en que la dejaste.

Él estuvo a punto de responder, cuando sintió el desagradable olor de los perros.

—Los lobos están aquí. —murmuró y se dejó arrastrar por Charlotte, quien lo tomó de la mano y corrió por el pasillo.

Le Soleil Et La Lune《 Seth Clearwater》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora