046

4.8K 525 168
                                    

046. “La Marque du Loup”.

 “La Marque du Loup”

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.
.
.

Charlotte jamás había lamentando tanto su casi inexistente paciencia como lo hizo aquella noche. Sus uñas se habían reducido considerablemente y sus labios se habían lastimado por los nerviosos mordiscos que había dado.

Quince minutos después de la llamada, Paul Lahote llegó a la casa Swan tocando la bocina de su motocicleta para que la muchacha saliera.
Tan pronto como lo escuchó, la castaña salió de la casa y se lanzó a abrazar al moreno.

—Gracias, gracias, gracias. —murmuraba con desesperación.

Paul acarició su cabello con preocupación y estuvo a punto de consolarla; sin embargo, algo llamó su atención.
Inhaló profundamente el aroma de la niña y abrió los ojos en grande.

—Mierda, ¿es una broma? —jadeó entre divertido y asombrado.

—¿De qué hablas? —preguntó ella, mientras que el mayor le ajustaba el casco de seguridad. La ayudó a subir detrás de él y soltó una risa antes de responder.

—El cachorro te marcó, pequeña Charlie. —y sin más, aceleró rumbo a la reserva.

[...]

Tras haber tenido un camino rápido y silencioso, Charlotte sintió que la sangre abandonaba su rostro en cuanto llegaron a casa de los Clearwater.
El auto de su padre estaba afuera, al igual que Sam Uley y Embry Call.

La muchacha bajó de la motocicleta y corrió hacia la casa, sin evitar notar las miradas de disculpa de los dos morenos.
Abrió la puerta sin importarle que fuera un gesto grosero y se sonrojó en cuanto todas las miradas cayeron sobre ella.

Su padre estaba de brazos cruzados en el sillón, Sue se veía casi tan tranquila como de costumbre, aún así parecía estar un poco molesta; Leah se escontraba de pie junto a su hermano luciendo un poco cansada, y por último Seth, el pobre muchacho parecía estar a punto de morir de la vergüenza.

—¿Qué haces aquí? —preguntó su padre. —¿Cómo llegaste?
—Llamé a Paul. —respondió señalando hacia el lugar en que se encontraba el muchacho.

—¿Te subiste a una motocicleta? —preguntaron su padre y su novio al mismo tiempo.

De pronto, Leah abrió la boca con incredulidad y se acercó a su cuñada mientras la olfateaba discretamente.
La miró con lo que parecía ser asombro y confusión; después miró a su hermano con burla y regresó a su lugar.

—¿En serio vamos a hablar de cómo llegué hasta aquí? —preguntó Charlotte a la vez que fruncía el ceño. —No creo que subirme a una motocicleta sea más importante que lo que está pasando en esta casa.

Le Soleil Et La Lune《 Seth Clearwater》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora