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033. "La danse".

 "La danse"

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—Un... Dos... Tres... Un... Dos... —contaba para guiar al chico. —Un... Dos... ¡Sí, ya lo lograste!

Habían acordado que aquella tarde le enseñaría al cachorro a bailar, puesto que él afirmaba que nunca había bailado.
Razón por la cual habían movido los muebles al rincón de la sala de estar y practicaban con el permiso del jefe Swan.

—Esta canción me gusta. —murmuró él inclinándose un poco para unir sus frentes.
—¿En serio? —preguntó Lottie con las mejillas ligeramente sonrojadas. —Esta canción me recuerda a ti.

Seth apretó el agarre en su cintura y la cargó para dar una vuelta, causando que soltara una risilla aguda.

—Entonces será nuestra canción. —sentenció y le dio un beso casto.

Ambos cerraron los ojos y siguieron bailando, sin percatarse de que una tercera persona había bajado las escaleras y los observaba en silencio.

—Llevó unos días pensando en lo que me dijiste en tu habitación... —balbuceó el muchacho después de abrir los ojos, aferrándose aún más a ella. —¿Era verdad?

La hizo dar otra vuelta y al regresar ella lo abrazó por los hombros.

—He dicho demasiadas cosas. —respondió perdida en el brillo que tenían los ojos de su novio. —¿A cuál de todas te refieres?

—Dijiste que me amas. —susurró nervioso.

La chica soltó una pequeña risa y lo miró con diversión.

—¿Y no me crees? —preguntó alzando ambas cejas.

—No lo sé... Quiero decir, yo te amo. —respondió frunciendo el ceño. —Pero, ¿por qué tú me amarías?

Charlotte rodó los ojos y le dio un sape. —Porque eres todo lo que siempre quise. —sin darle tiempo para responder se puso de puntillas y lo besó.

Acción que no duró mucho, ya que el jefe Swan —quien pidió a Seth que lo llamara Charlie—, dio un fuerte aplauso.
—¡No abusen de mi confianza! —exclamó en cuanto los chicos se separaron. —Seth, no babees a mi hija en frente de mí.

—¡Ella me besó! —se defendió soltando por completo a la rubia.

No había pasado siquiera una semana desde que le habían contado al hombre sobre su relación, pero parecía que se lo había tomado muy bien.
Aún así, Seth seguía asustandose cada vez que lo veía entrar a la sala.

—Es la tercera vez que dices eso, comienzo a dudar de ti. —bromeó Charlie y entró a la cocina. —¿Quieres una cerveza? —preguntó asomándose por la puerta.

Le Soleil Et La Lune《 Seth Clearwater》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora