Fragmento 14

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— ¿Cómo está la recién nacida?

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— ¿Cómo está la recién nacida?

—Momo, YeJi sigue con el yeso.

—Hablo de JiHyo, casi nadie tiene el placer de decir que su hijo le salvó la vida antes de siquiera nacer, niña, estás demacrada y volviste a nacer, dos en uno —ella iba a seguir hablando, pero su esposo le tapó la boca—. Mira Heechul, Ryujin ya tiene dos compañeros de juegos.

Ella sonrió mientras cargaba a Hyunjin en sus brazos. JiHyo por otra parte soltó un chillido y se encogió de hombros, después del incidente en la cafetería le dio paranoia y no quiere que nadie se le acerque a los bebés. Nadie.

Le aterra.

—Miren quién está lista para ver a su mamá... —una de las enfermeras hizo acto de presencia en la habitación, en la incubadora estaba YeJi aun con los vendajes. A mí se me hizo un nudo en el pecho, pero me alegro de saber que los tres están a salvo.

Observé la expresión de Ji, ella sonreía abiertamente, al fin conocía a su pequeña, nuestra pequeña YeJi. Fue la primera en nacer debido a que los doctores debían extraer la bala de inmediato, y Hyunjin vino después, pesando unos gramos más que su hermana; 2.525 y 2.800 Kg

La enfermera nos dijo que no la podíamos sacar de la incubadora hasta que el doctor lo autorizara. Pero por suerte Dahyun pasaba por allí y nos ayudó.

JiHyo se tomó una foto con los dos bebés en brazos, y yo les tome otra con una polaroid que me prestó Somi, era hora de mi regalo.

— ¿Otra vez llamando a Somi? —ella me miró molesta pero yo sólo le sonreí.

—Ya verás, es una sorpresa... ¿ya están aquí?

La llamada se cortó y yo observé como por la puerta entraban Somi y su novio con una enorme placa de madera en forma de algo que tenía unida a ella posiblemente unos cientos de fotos de JiHyo.

Ella antes del embarazo, durante y, ahora, junto con la última de las fotos. La cual tenía un enorme lugar que llenar en el centro de la madera decorada y esmaltada.

Momito chilló emocionada.

— ¿Te gusta? —le pregunté con ilusión.

Todos parecieron entender que era una situación personal y comenzaron a desalojar la habitación para dejarnos a solas, con los bebés. Pero Somi se quedó de pie frente a la cama donde Hyo reposaba e inhaló aire queriendo sacar las palabras.

—Para aclarar, él me hizo pasar noches en vela imprimiendo cada una de las lindas fotitos que ves aquí, y tardes enteras organizándolas y reorganizándolas una y otra vez, una y otra vez. Tuve pesadillas por días, y él no dejaba de alabar y recordarme lo hermosa y fascinante que eras. Si eso no es amor, no sé qué lo sea.

Y finalmente salió sin esperar a que alguien más hablara. Dándome la oportunidad de volver a preguntar.

—Y, ¿te gusta? —esta vez estaba más nervioso por su reacción.

—No me gusta —mi sonrisa se desvaneció lentamente —. Lo adoro, me encanta, ¡es un collage con la forma de un pug carlino! ¡Dani, lo amo!

JiHyo intentó bajarse de la camilla pero yo se lo impedí, me acerqué a ella y la abracé. Luego uní nuestros labios.

—Me haces muy feliz —al parecer nuestras mentes se conectaron, puesto que dijimos lo mismo. Nos sonreímos emocionados, y entonces un balbuceo nos interrumpió.

—Es Hyunjin, debe tener hambre.

—Tú lo vas a... o yo... ¿sabes?

—No, déjame hacerlo a mí, no creo que sea tan difícil —ella se rió por mi nuevo nerviosismo.

Me era embarazoso preguntarle si le daría pecho o biberón, la ayudé con el bebé y ella comenzó a amamantarlo, se veía tan linda hasta que lo inevitable sucedió.

—¡Demonios! Nadie dijo que dolería, no puedo hacer esto, Niel, ayúdame a...

—Oh, sí, claro. Ten —le ofrecí el biberón que preparó la enfermera segundos antes de irse, y ella estaba dispuesta a dárselo. Pero alguien interrumpió.

— ¡Oh! Pero qué gran alegría que ahora les des el pecho, ¿sabías que la leche materna es mejor nutriente que la de formula? Muy bien JiHyo, me parece genial que te lances al estanque; a muchas madres les aterra amamantar porque piensan que los pechos pierden firmeza o porque al principio les duele o cuando a los bebés les salen los dientes y... creo que ya divagué demasiado, espero que lo sigas haciendo —advirtió mirando con desprecio el envase con formula que yo tenía en las manos—. Pero bueno, que disfrutes de esta hermosa experiencia linda, me despido.

—Dani... ¿qué hacía esa extraña instructora de maternidad aquí?

—No tengox la menor idea cielox —me reí.

—Me parece raro que no haya hablado así —respondió Ji sonriendo, antes de volver a quejarse—. Al parecer Hyunjin está satisfecho, ayúdame con YeJi. Tal vez no sea tan mala idea alimentarlos así a partir de ahora.

𝙎𝙀𝙍 𝙋𝘼𝘿𝙍𝙀 / 𝙅𝙄𝙉𝙄𝙀𝙇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora