Un día para Shino-sensei

96 11 0
                                    

El se inclina, y queda a centímetros de mi cara para darme un beso inesperado.

A pocos segundos, en lo que me doy cuenta de la situación, le correspondo.

Y los dos jadeamos cuando nos separamos para recuperar el aire.

--ya extraña eso--me dice, y pone una sonrisa de niño.

Un niño que acababa de hacer una travesura.

Siento que mis mejillas arden un poco por eso.

--¿Tú no estabas enfermo?

El abre los ojos, y se separa un poco.

--digamos que el amor me curó.

--digamos que alguien está mintiendo--lo contrataco.

--oh bueno, me atrapaste--dijo, y se puso a tomar lo último que le quedaba de su jugo.

--adivino, no quisiste ir a la academia por jugar videojuegos y te olvidaste que hoy era tu día libre--digo, cruzando los brazos.

Por boruto

--muy cerca, pero la verdad es que no quería ir para verte--respondo, esperando que lo que dije no suene tan mal.

Ella se queda en silencio, conocía el lenguaje de Sarada a la perfección, quería que continúe.

--primero, no quería un buen golpe, segundo, probablemente te terminaría ignorando y no quería eso después de...ya sabes--digo un poco tímido--me aceptarás.

--por una vez usas la cabeza--me dice--sí quieres mañana podemos ir a desayunar, antes de la academia.

--claro, estaré listo para nuestra "cita"--le digo mientras pongo una sonrisa.

--hmp--dice ella, y se levanta recogiendo su plato.

--te ayudo--le digo, parandome de la mesa.

--claro, después de todo ya estás grande para que te recogan los platos--me dice, y yo sonrió.

Una de las cosas que me gustaba más de sarada era su orgullo.

Los dos lavamos los platos juntos.

--¿Quieres ir a jugar videojuegos arriba?--le pregunto.

Ella asiente con la cabeza.

--la señora Hinata va a venir después del almuerzo, tenemos tiempo.

Al final subimos a mi habitación y nos ponemos a jugar.

--¡Pido la revancha!--le digo, mientras ella está con una sonrisa triunfal.

No podía creer que me halla ganado en mi juego favorito.

--como quieras--me dice y continuamos jugando.

Al final quedamos en un empate, ella me gano en los primeros juegos y yo le gané en las revanchas.

Los dos suspiramos al mismo tiempo, sabía que ninguno de los dos quería dejar las cosas así.

Ella se levanta.

--vamos.

--¿A dónde?

-- ¿No te acuerdas?--me pregunta burlona--como hoy es el día del maestro todos quedamos en ir a la casa de Shino-sensei para darle una sorpresa.

--ah, se me había olvidado.

--creo que es evidente.

Y me paro para irnos, al final de unos minutos llegamos juntos donde están todos con carteles y globos.

𝙉𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙃𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖 𝙅𝙪𝙣𝙩𝙤𝙨 [𝙀𝙣 𝙀𝙙𝙞𝙘𝙞ó𝙣] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora