Mechón Fucsia

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--te recogo en la mañana--me dice boruto.

--¿Te despertarás en primer lugar?--me pregunta burlona.

--parece que alguien está de buen humor--me dice con su típica sonrisa, mientras se acerca un poco a mi.

A punto de darnos un beso...hasta que abren la puerta.

--pero que pillos--dice hima, mientras se comienza a reír.

Lo empujó involuntariamente para separarnos, mientras que el tose de la vergüenza.

--¿Cómo estás hima?--le pregunto, de verdad quería desaparecer este momento.

--no mejor que ustedes, como parece--nos dice con una sonrisa de lado.

--entonces, nos vemos mañana boruto.

--sí, nos vemos sarada--y entra a la casa, al mismo tiempo que yo me doy la vuelta para irme a la mía.

Cuando entró, veo que Tsunade-sensei está ahí con una botella de sake. Me había dado el día libre ya que era el día del maestro.

--¡Oh, es mi nueva alumna!--dice, me olvidaba que también tenía fama de borracha.

--oh bueno--dice mamá--creo que la llevaré a su casa, Sasuke-kun vendrá en un rato.

--claro, no te preocupes mamá.

Ella me da un abrazo.

--nos vemos en la noche.

--¿Quieres que te guarde algo de la cena?--le pregunto.

--no te preocupes--me guiña el ojo, y agarra a tsunade-sama y la lleva como puede a la puerta--unas cuantas cosas aparte de aprender ninjutsu médico con lady Tsunade, es saber cómo tratar a los borrachos, créeme que es muy útil.

Las dos reinos por los bajo por eso, y al final me quedo sola en la casa.

Entro a mi habitación para ver qué puedo usar mañana, después de todo esto se tomaría como: ¿Una cita no oficial? De verdad no estoy segura.

Pero de lo que si estoy segura es que tengo que empezar a planificar un tablero para pedirle a boruto que sea mi novio.

Me revuelvo un poco el cabello, aveces no me gustaba tenerlo tan lacio. Rebusco un poco en el cuando me parece ver algo inusual.

Un mechón de color fucsia.

Los recuerdos de la pijama vienen a mi mente.

--¡Mira lo que traje!--dijo mostrando cajas de pintura para pelo.

--sabes que no voy a hacer eso.

--¡Oh, vamos sarada! Ya sé, necesitas un poco de azúcar--me dice, mientras coge dulces y me los mete a la boca.

Minutos después, cuando el tercer bote de azúcar nos hacía efecto.

--¿Sabés qué? ¡Házmelo! Pero solo un mechón.

--no te preocupes, yo me encargo.

--mierda--dijo en susurro, después de recordar todo.

Me lo intento cubrir con el pelo, voy a matar a chou chou.

Salgo de mi casa corriendo en dirección a la suya,cuando llegó, intento tranquilizarme un poco por si sus padres abren la puerta. Pero no, la abre ella.

--hol--la jalo antes de que siga al patio delantero.

--¿Recuerdas algo de la pijamada?

--bueno, solo recuerda que prácticamente nos drogamos en azúcar.

--y que aparte de eso habías traído tinte para el pelo--le digo sería, y ella abre sus ojos mientras dice "oh".

La dejo unos segundos por qué al parecer su cabeza se acaba de llenar de recuerdos.

--¿Lo puedo ver?

--no, me lo quiero quitar ahora mismo.

--bueno, al final tú mamá lo sabe así que no creo que allá problema de que te lo dejes así de todas formas.

--¿Mi mamá?--y me pongo a pensar, ella limpio todo mi cuarto después de la pijamada,¡Claro que lo sabía!--sera mejor buscar si es permanente.

--¿Por qué? ¿No me digas que temes que a boruto no le guste tu nuevo "look"?

--chou chou--le regaño y ella sube los brazos para salvarse.

--bueno bueno, vamos por guantes, no quiero se me arrinuen las uñas que me hiciste--yo sonrió un poco por eso, según chou chou debería trabajar siendo una artista.

Entramos a su casa, y al parecer sus padres salieron por qué no había nadie, agarramos guantes de la cocina y nos fuimos a nuestro mayor reto.

Sacar cosas de la basura sin vomitar en el intento.

Al final nos pasamos como tres horas en la basura hasta que encontramos una caja, felizmente el bote estaba en un callejón cerrado, nadie nos podía ver, y bueno...tampoco verían vomitar a chou chou.

--¿Qué dice?--me pregunta y yo leo la caja.

Por mi parte será un ramo de rosas blancas.
Pienso, para llevarlas a su funeral.

El tinte era permanente.

--tienes suerte de que seas mi mejor amiga--le digo, y suelto un suspiro--es permanente.

Ninguna de las dos de atreve a decir nada más y nos vamos rápido de ahí, principalmente por ya no aguantas más el olor.

Corremos a su casa rápido y nos lavamos las manos como locas.

--bueno--dice chou chou, riéndose un poco. Conocía esa estrategia, quería animar un poco el ambiente--puedes teñirtelo.

Yo niego con la cabeza.

--¿Por qué? Es una buena solución.

--mi primera experiencia con el tinte no fue buena, si te das cuenta, no lo volveré a repetir.

--¿Estás enojada conmigo?--me pregunta mientras pone ojos de cachorro y yo me agarró los lentes.

--tienes suerte de ser mi mejor amiga--ella salta de felicidad y me abraza.

--por cierto, necesito que me ayudes--le digo al recordar el desayuno que mañana tengo que boruto.

--¿Con qué?

--mañana voy a ir a desayunar con boruto.

Ella grita de felicidad, tanto que pienso que ya no puedo oír.

--chou chou--me quejo.

--una cita con tu "Romeo"--me dice con una sonrisa pícara.

--¿Y tú, que hay de tu "Romeo"?--le pregunto, intentando molestarla.

--oh no no--me dice y me empuja para salir de su casa--tenemos cosas más importantes que hacer.

A minutos, llegamos a mi casa de nuevo entre conversaciones.

Al parecer papá aún no había llegado, así que fuimos a mi cuarto y en un minuto toda mi ropa estaba tirada en mi cama.

Me contengo por regañarla por tercera vez en el día, nunca me había gustado el desorden.


𝙉𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙃𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖 𝙅𝙪𝙣𝙩𝙤𝙨 [𝙀𝙣 𝙀𝙙𝙞𝙘𝙞ó𝙣] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora