SECUESTRADA (SEGUNDA TEMPORADA DE "TÓXICO") || CHRISTOPHER VÉLEZ

CAPÍTULO 39

__:¿Qué no entiendes? ¿Que quiero salir de aquí? Pues si quieres te lo repito hasta que entiendas.
C:No peleemos, __... Por favor.
__:¿Cuántas veces vas a decir algo como eso?
C:Las que sean necesarias, __.
__:Solo... Vete y... Déjame en paz.
C:Esa es la única manera en la que resuelves los problemas, ¿Cierto? Me pides que me vaya, que te deje en paz...
__:No es la única, solo que no me gustaría que me trates como una mierda después de romperte el rostro -él soltó una pequeña risa-
C:¿Romperme el rostro? ¿Tú?... Amor, no quiero sonar machista pero soy más fuerte que tú.
__:¿A sí?
C:Si -sonrió y la desesposó- vamos, amor, golpéame -sonrió de nuevo y ella se levantó, quedando frente a él-
__:No sabes cuanto me alegra hacer esto.

La palma de __ chocó con fuerza con la mejilla de Christopher, la cabeza de Christopher giró unos centímetros y su mejilla se puso roja,  sobó el golpe con su mano y soltó una pequeña risa.

C:No creí que pegabas así de fuerte, amor -la miró-
__:¿No te quedó claro el día en el que te golpeé y casi te dejo sin hijos? -él rió-
C:Te ves más sexy cuando peleas o estás enojada... -ella rodó los ojos- eso es lo único bueno cuando peleas conmigo. Golpéame otra vez, preciosa, vamos.

Ella sonrió, hizo puño una de sus manos la llevó con rapidez y fuerza al rostro de Christopher. Antes de que pudiera golpearlo, él tomó su mano y la detuvo mientras la miraba con una sonrisa.
Ella iba a golpearlo con su otra mano, pero él hizo lo mismo.
Él tiró hacia atrás las manos de __ con fuerza, haciendo que ella choque con el torso de Christopher, él soltó las manos de __ y llevó sus manos a sus mejillas.
Se acercó a su rostro y unió sus labios con rapidez.
Bajó sus manos a su cintura e hizo algo de presión para evitar que se aleje.
Ella levó las manos al cuello de Christopher y sus dedos se enredaron en el cabello de él.
Él amaba que ella haga eso y ella lo sabía, cuando lo hacía, él intensificaba el beso y la  tomaba con más fuerza.
Él la tomó de la muslo, la levantó e hizo que ella enrolle sus piernas en su cadera.
Caminó hasta la mesa de la habitación y la puso sobre ella.
Llevó sus manos a sus muslo, acariciándolos de arriba abajo.