Capítulo 12. Clímax.

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Mackenzie's POV.

Mi corazón se siente más acelerado que de costumbre, mis manos sudan sin parar y mis piernas se sienten como gelatina.

Me encuentro frente a la puerta del departamento del que fue mi primer amor, llevo más de cinco minutos intentando agarrar valor para tocar la maldita puerta pero no funciona, por lo que derrotada me alejo de ahí.

- ¿A donde crees que vas salvaje?- pregunta Kaled con una sonrisa burlona justo antes de que subiera al elevador.

- Mhmm... Olvide que tengo un asunto importante que resolver, me voy.- inventó intentando huir de la situación pero nuevamente siendo interrumpida, esta vez de manera diferente.

Con su nuevo cuerpo ejercitado, me sube a su espalda como un costal de papas y de esa manera entramos a su departamento, todo fue de una manera tan rápida que ni siquiera me dio tiempo de gritar.

- Bienvenida seas a mi humilde hogar.

Su departamento podía describirse como algo "Wow". Las paredes estaban pintadas de un color azul marino. Cuadros, lámparas, muebles maravillosos y una increíble decoración hacía que quisiera vivir en este lugar para siempre.

- Lo sé, es impresionante.- alardea.

- He visto mejores- digo tomando asiento en uno de los hermosos sillones blancos.

- ¿Quieres algo de beber?- pregunta entrando a la cocina por lo que instintivamente lo sigo.

- Mjmm... agua está bien.

Comienzo a caminar al rededor de la enorme cocina, en ella, encuentro un cuadro con formas raras. Curiosa, comienzo a encontrar un ángulo en el que pueda comprender el cuadro pero llega un momento en el que sin darme cuenta chocó con algo duró.

- Si querías estar cerca de mi, podrías decirlo y no inventar excusas tontas- susurra en mi oído.

Con rapidez intento separarme de él pero nuevamente me sostiene, quedando esta vez frente a frente y sin darme cuenta ni darme tiempo para reaccionar estampa sus labios con los míos.

Al principio intento resistirme y luchó por separarme de él, pero su beso es tan adictivo y lleno de pasión que después de un tiempo no dudo en seguirle el ritmo.

Aún sin separar nuestros labios, Kaled me toma de la cintura y me levanta del suelo, por instinto enrollo mis piernas alrededor de su cintura. Conmigo encima, comienza a caminar y entramos a lo que supongo es su habitación, en la que con fuerza me deja en la cama y comienza a desvestirse quedando solamente con su boxer puesto. Sin esperar nada, sube mi vestido y hace a un lado mi ropa interior, se pone un preservativo y me embiste de una estocada.

Un dolor comienza a extenderse en mi zona íntima y gemidos de dolor salen sin mi consentimiento de mi boca, pero él sigue sin detenerse. Llorando le suplicó que paré pero eso parece motivarlo más y entra de manera más violenta en mí, pasaron alrededor de veinte minutos de dolor hasta que por fin él llegó al clímax.

- Me daré una ducha, ahora vuelvo.- dice con una sonrisa sinica en el rostro y dejando un beso en mi mejilla.

En ese momento aprovecho el tiempo para salir corriendo de ese lugar, sintiéndome sucia y sin poder caminar mucho, tomó el elevador y al estar en la recepción mi corazón se termina de partir en miles de pedazos, pues Jon está aquí.

Malas decisiones. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora