Nuestro amor siempre ha estado a 10 centímetros de distancia.

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Sus ojos avellana brillaban con intensidad, sus mejillas tintadas por un leve sonrojo y su mano a 10 centímetros de distancia.

Miró de reojo hacía mi, buscando mis ojos; una fierecilla retozaba contenta en mi pecho, entonces, sonrió y mi rostro enrojeció con furia mientras el brillo en sus ojos parecía aumentar todavía más a cada segundo.

Ninguno dijo una palabra, nos levantamos de aquellas escaleras y cada uno tomo la dirección contraria para llegar a su hogar.

-Adiós, ______- dijo apenas con un hilo de voz.

-Nos vemos mañana, Newt- respondí en un susurro comenzando a caminar hacia mi casa.

Día con día es el mismo escenario, asistimos al colegio, cada uno está en su taller; yo en pintura y él en música. Entre clases, observo a una distancia prudente como tararea sus melodías, sin notar que él hace lo mismo cuando me encuentro plasmando mis sentimientos en los lienzos.

Al salir de colegio, ambos caminamos juntos a casa pues "están por la misma dirección", aunque eso no era más que una excusa para estar juntos, sentarnos con tan solo 10 centímetros de distancia en aquellas escaleras y mirarnos, olvidandonos de todo el alrededor.

Los chicos a veces insinuan que estamos saliendo; Minho y Thomas son unos idiotas, o quizá los idiotas somos nosotros por no hacer caso de sus indirectas.

No tenía idea. ¿Qué pasaría si tan sólo acortaramos esos 10 centímetros?.

Estaba cuestionandome cosas raras en mi mente cuando sentí una mano en mi hombro, asustada miré con miedo hacía atrás, encontrandome con Aris, un chico de mi clase.

-¡Lo sient-to!, es que olvidaste uno de tus pinceles, creí que quizá era importante para ti, quería entregartelo antes pero estabas con Newt y no quería interrumpirlos- dijo el ojiazul tan rápido que casi no entendía de que estaba hablando.

-Gracias, Aris- le sonreí en señal de agradecimiento y tomé aquel pincel para guardarlo en mi estuche.

Sus mejillas tomaron un leve tono carmesí, Aris no suele hablar con nadie; a excepción de mí, es alguien bastante tímido, pero es un grandioso amigo.

-¡Nos vemos en artes!.- dije despidiendome y continuando con mi camino.

-Anda, Newt, ¡hazlo por mí!- exclamó un Minho con el ceño fruncido.

-No, no tocaremos eso en el festival de artes, entiende.- respondí con un sonrojo, no tocaríamos una canción que hablara de sexo tan explícitamente, menos si ella estaría entre el público.

-Seguro a tu novia le encantará- respondió ahora Thomas haciendo unas señas con sus manos insinuando obscenidades.

-¡No sean marranos!- dije con algo de molestia, sin notar que no habia dicho nada al respecto de la acusación que ambos hacían.

-¿Entonces no niegas que están saliendo?- dijo Gally uniéndose a la conversación.

-¡Ee-se no es el punto!- mis mejillas ardieron y mi corazón se aceleró cuando escuché una voz muy reconocible para mí acercandose en el pasillo.

Los sonidos de sus zapatos, y el sonido de la risa de Aris se hicieron presentes, estaban fuera del salón de música, eso era obvio.

-Entonces mezclé todos los colores creyendo que harían uno bonito, y en realidad formaron un café que parecía diarre- Aris no pudo terminar su frase, abrió la puerta creyendo que era el salón de artes y sus mejillas se sonrojaron al notar que era una clase distinta.

Aunque en aquel salón solo estabamos los integrantes de la banda de música, sabíamos que Aris no hablaba mucho. Iba a decirle que no se preocupara, entonces la ví a ella.

Estaba despeinada, su rostro y uniforme estaban manchados con pintura de distintos tonos. Sus ojos brillaban y su pequeña carcajada me hizo salir de mis pensamientos.

-Que tonto, este no es nuestro salón, ¡lo siento, chicos!- dijo el ojiazul con algo de temor.

La chica sonrió con ternura, causando que mi corazón diera un vuelco. No tendría porque sentirme celoso, demonios, solo somos amigos.

Ambos chicos salieron del aula, caminando con rápidez.

-Que buena excusa me acaba de dar Aris para espiar las duchas de las chicas- dijo Gally alzando sus cejas aún más de lo normal.

-Shank.- respondí con el ceño fruncido de tan solo pensar que podría ver a _____.

-Deberías declararte, Newt, dudo que _____ vaya a rechazarte- dijo Thomas palmeando mi hombro.

-Tommy tiene razón, Newt. Ánimo, ánimo, ánimo- dijo Minho en forma de canción acompañandola con un bailecito.

                          

-Al fin terminé mi cuadro para la exposición del festival, ¿qué estás pintando tú, ______?- preguntó Aris con emoción.

-N-ada, aún no está listo- respondí con un leve sonrojo escondiendo mi boceto.

-Apuesto a que será fantástico, pero debemos irnos ya, la escuela está por cerrar y no quiero quedarme aquí de nuevo-.

-Espera, ¿te has quedado encerrado aquí?.- dije en forma de burla haciendo que el chico de cabellos cenizos alzara los hombros.

Caminamos un poco, y allí estaba Newt, recargado en los casilleros con el estuche de su guitarra en mano.

-¡Adiós, ______!- dijo Aris caminando hacia el otro lado, mientras yo le hacia una seña con la mano en forma de despedida y caminaba hacia Newt.

-¿Lista para el festival?- dijo Newt mirando hacia el suelo.

-Algo así, ¿y tú?- dije jugando con mis dedos.

-¿Irás a la presentación del club de música?

-S-sí, ¿estarás en la exposición de artes?.- dije con un las mejillas ruborizadas al igual que él.

-Estoy ansioso por ver tu pintura.
Dijo sentandose en aquellas escaleras que tanto visitabamos.

Sonreí en respuesta y me senté a su lado, a 10 centímetros de distancia, apreciando sus cabellos rubios iluminados por el sol.

   ⏯

Sala de Artes; música. 8 am.

-¿Alguien vió el amplificador?-

-Minho, ya perdí la cuenta de cuántas veces te he dicho shank hoy- dije con algo de irritación en mi voz.

Sus ojos se achinaron más mientras sonreía y levantaba el dedo medio en mi dirección.

-¿Con esas manitas tocas tu bajo?- dijo Thomas burlándose del asiático.

Sala de Artes; pintura. 8:30 am.

-Deberán escribir el nombre de su obra y que representa para ustedes, luego coloquenla en los stands de exposición- dijo el profesor Vince con una media sonrisa.

Cada uno tomó su portafolio en dónde tenía su pintura y se dirigió al observatorio principal.

Todo estaba a punto de cambiar.

                          

•The Maze Runner: Preferencias e imaginas• [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora