•The Maze Runner: Preferencias e imaginas• [En edición]

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>> Imagina con Aris, parte dos:

Habían pasado unos cuántos días desde la llegada del chico ojiazul al Área.

En esos días, él y las chicas descubrieron que su nombre era Aris.

Fue algo gracioso ver como el chico se trataba de adaptar al Área y a vivir con tantas chicas.

Tú te habias encargado de enseñarle toda el Área al ojiazul.

Durante el recorrido, notaste que Aris era un chico tranquilo, adorable y que cada vez que decía algo fuera de lugar, sus mejillas pálidas tomaban un color rojizo.

Aris era un chico amable, su compañia era muy placentera para ti.

En los últimos días, Aris y tu pasaban todo el tiempo juntos, claro que después de que cada uno terminara sus actividades.

Aris siempre era muy amable con todas las chicas, sin embargo, contigo era mucho más amigable.

Existía una gran conexión entre el ojiazul y tú, Aris te contaba raros chistes y usaba las jergas del Área.

Acababas de regresar del laberinto, y allí estaba Aris, con su hermosa sonrisa, esperandote fuera del cuarto de mapas.

Aris: Hola, _____- dijo el castaño con una sonrisa tímida.

_____: ¿Qué hay, Aristogato?- dijiste con burla, hace unos días vino a tu mente ese apodo, aunque no tenías ni idea del porque, sonaba muy lindo.

Aris: Me preguntaba sí quieres dar una caminata por el bosque- dijo encogiendose de hombros.

____: ¡Claro!, solo voy a dejar mis mapas y vuelvo- pronunciaste con emoción.

La idea de estar con Aris provocaba revoloteos en tu estómago.

Corriste algo cansada al Cuarto de mapas y dejaste rápido tus cosas. Volviste a correr de vuelta a la dirección donde se encontraba Aris.

_____: Listop- dijiste remarcando la p, Aris y tú comenzaron a recorrer el bosque.

Justo cuando iban por medio bosque, se escuchó un ruido.
Aris tomó tu mano para darte seguridad, los dos se rieron cuando vieron que lo que provocaba el ruido era un escarabajo.

Aris seguía tomando tu mano, y de un momento a otro los labios de Aris se encontraban estampados sobre los tuyos.
El beso era torpe pero suave, miles de sentimientos se desataron en tu interior.
Sentías uns enorme corriente pasar por todo tu cuerpo.

Cuando el aire comenzaba a faltarles, ambos se alejaron un poco. Aris juntó sus narices y te susurró lentamente.

Aris: Me gustas, _____...