Bulma es obligada a casarse con un hombre que no conoce, su padre es quien la obliga a hacer tal cosa con el único objetivo de obtener más dinero al asociar su empresa con la de su futuro yerno.
Pero lo que el Dr. Brief no sabía, era que estaba entr...
¡Joder! El maldito sonido del móvil me despertó. Al tomarlo vi en la pantalla el nombre de mi detective privado, al que le encargue que averigüe todo lo que hizo Bulma en estos días que estuve fuera del país.
Me levanté de la cama medio aturdido y salí de la habitación, Bulma seguía dormida pero aun así prefiero conversar a solas.
INICIO DE LA LLAMADA:
— Más te vale que me tengas noticias — Respondí mientras entraba a la sala.
— Así es señor Ouji, tengo toda la información que me pidió y también conseguí un video — Bien, eso fue rápido, por algo tenían que ser los mejores detectives de Japón.
— ¿Video? — ¿Un video? Pero qué cosa puede ser como para que mi detective haya obtenido un video — En mi oficina, en media hora.
— Entendido señor.
FIN DE LA LLAMADA.
Subí a la habitación y me vestí con uno de los tantos trajes que tengo.
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Salí rápidamente de la mansión y fui en mi auto a la empresa.
Al entrar a mi oficina vi al detective sentado en el sofá, mirando su celular.
— Habla ¿Qué obtuviste? — Camine hacia la silla detrás de mi escritorio y con un seña le indique al detective que se sentara al frente.
Me miró y luego empezó a hablar sin despegar la mirada de la pantalla de su celular — El primer día la señora Brief recibió una visita de una pelinegra, aquella mujer estuvo con su esposa hasta las dos de la tarde, luego de eso ella se retiró y una hora después salió su esposa de la mansión, se dirigió a la Corporación Cápsula y estuvo ahí hasta las ocho de la noche, a esa hora volvió a su casa y no salió más, tampoco recibió visitas. Al día siguiente fue un poco de lo mismo, ella salió muy temprano a la Corporación y pasó prácticamente todo el día ahí, volvió a su casa a las nueve de la noche. Al día siguiente la señora Bulma sale de la mansión para dirigirse a una cafetería a las 9 am — Se quedó callado y sacó un USB de su saco — Este es un video de la cámara de vigilancia de la cafetería — Me entregó el USB — Fue un poco difícil conseguirlo.
Conecte el Usb a la computadora y abrí el video que contenía.
Bien, nada raro, se ve a Bulma entrando al lugar hasta que un tipo se le acercó ... ¡¿Que?! Ella se le aventó para abrazarlo, apreté con fuerza mis puños, juro que si lo veo besarla en este instante mato a ese imbécil. Se separaron y ambos tomaron asiento, empezaron a conversar pero no se escuchaba bien qué era lo que decían, más se escuchaba el sonido de los autos pasar.
Todo se ve normal, solo hablaron hasta que se despidieron. Bulma salió del lugar pero su mirada estaba rara, como confundida, también salió demasiado rápido de esa cafetería como huyendo.
