La Mejor Pizza

De Cine

Narra Gabi: 
+¿Qué te apetece hacer esta tarde?

-Me dejo caer en el sofá, al lado de ella.
 
-No se, ¿y a ti?
 
+Podríamos ir a algún sitio. 

-¿Al cine? 

+Vale. Llevamos sin ir mucho tiempo...

-Si, desde que me pedistes matrimonio...

+¡Ostras! Pues si que hace si. 

-Jajaja... Voy a mirar qué pelis hay. 
+Una así bonita...
 
-¿Una vomitiva por el amor? 

+Si, una vomitiva, como cuando nos ponemos tu y yo muy ñoños.

-Jajaja... Voy a ver. 

Veo como coje el móvil y se afana en mirar las películas. Mientras yo les hago carantoñas a las perras y juego con ellas. 

-Pues ya tenemos peli. Por lo que se ve es para ñoños.

+¡Perfecta para nosotros entonces! 

Pasamos la película con algún que otro gesto cariñoso por suerte para nosotros nadie nos podía ver por la oscuridad. 

A la salida sí que la paran alguna que otra vez, pero no le importa parar y hacerse fotos.

Uno de nuestros momentos favoritos es ver películas juntos, pero siempre la vemos en nuestro sofá y necesitábamos una tarde noche así, haciendo cosas normales como ir al cine, como una pareja normal. No puedo tener queja de cómo llevamos las cosas, la verdad que cuando la conocí pensé que todo iba a ser más difícil, por el tema de su trabajo. Pero ya llevamos casi 4 años juntos y no hemos tenido problemas. Solo está en entendernos el uno al otro.

-Papi...-Dice sentándose en el asiento del copiloto. 
Me quedo un poco bloqueado, aun no me acostumbro a que me llame así, aun no he asimilado del todo que dentro de cuatro meses, tendré a mi pequeña en brazos. 

+¿Si?-Dice arrancando el coche. 
-Nosotras tenemos hambre.

+Pero si os habéis comido todas las palomitas. 

-Pues no ha sido suficiente...

+Jajaja... ¿Dónde vamos a cenar? 

-Donde nos lleves -Dice feliz.

Conduzco hasta un restaurante del que me han hablado muy bien, pero que nunca he ido.  

Aparcó y bajo rápido para abrirle la puerta del coche.

+¿Me acompaña señorita? 

-Claro caballero. 

Entramos y nos sientan en una mesa al lado de la ventana. No hay mucha gente. 

Pedimos lo que nos recomienda el camarero y comemos entre carantoñas y palabras bonitas. 

-Pff... Que llena estoy...- deja los cubiertos sobre el plato. 

+Jajaja... ¿Ya no tienes hambre? 

-No ya no puedo más. 

+Entonces no vas a querer de postre brownie¿no? 

-Hombre, aún tengo algún hueco para el postre. 

+Jajaja...eres como una niña pequeña. 

-¡¡Oye!!-Me da un manotazo en el brazo. 

+Es verdad y no me pegues.

Nada más bajar del coche ya metido en nuestro garaje la cojo en brazos, abro la casa como puedo. Mientras ella no deja de reír y me pide que la baje.