Capítulo 13.

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POV Elsa.

-¿Andrew? -volví a pronunciar, cargada de incredulidad.

-Exactamente, espera, ¿por qué tienes los ojos llorosos? -preguntó él, agarrando mi mentón suavemente para obligarme a verlo a aquellos ojos esmeraldas.

-Na... nada -respondí con una sonrisa triste-. ¿Qué haces aquí? -lo abracé con emoción.

-No pensé que estudiabas aquí -me devolvió el abrazo-. Mis padres decidieron regresar hace un mes, y habían tratado de que me admitieran aunque estuvieran en medio semestre.

-Ahora más que nunca pienso que el mundo es demasiado pequeño, o mi vida es demasiado cliché -reí.

Aquel chico que me tenía rodeada entre sus brazos había sido uno de mis mejores amigos, a lo que llevo convirtiéndonos en algo más que eso.

-Ambas.

Me separé poniendo ambas manos a los lados de sus hombros.

-Ahora tengo un encargo del profesor, ¿qué te parece si nos vemos más tarde?

-Perfecto, no deseo quitarte más tiempo.

Le sonreí con amabilidad, poniéndome en pitillos y depositándole un beso en la mejilla; despidiéndome, caminando hacia la dirección.

POV Rapunzel.

El pasto debajo de mí cuerpo estaba húmedo, los chicos a mi lado hablaban sobre el próximo partido de fútbol, y nosotras sólo nos limitábamos a escucharlos, sin entender muy bien del tema.

-¡Hola! -una platinada estuvo frente a nosotros, saludando con una notable alegría, a su lado estaba un castaño; irradiando una sonrisa que le hacía marcar unos leves hoyuelos en las mejillas.

Intercambie una mirada con las chicas, levantándonos rápidamente.

-Alguien quiere verlas -apuntó, haciéndose a un lado para que nosotras pudiésemos lanzarnos al chico.

-¿Andrew? -Anna fue la primera en acercársele, tocándole las mejillas como si estuviera en un sueño.

-Hola, Anna.

-¡Eres tú! -grité con euforia lanzándome a sus brazos, seguida de Mérida, ganando que unos cuantos curiosos nos voltearan a ver.

-No pensé que me fuesen a recibir así.

Lo ahogamos patentándolo más a nuestros cuerpos, de reojo pude ver cómo los chicos que nos acompañaban nos miraban con confusión en sus ojos.

-Chicos -la pelirroja se giró hacia ellos-. Él es Andrew, uno de nuestros mejores amigos.

Se presentaron cada uno, mirándolo con recelo.

-Oye -le llamó Elsa, poniendo una mano en su hombro-. ¿Qué te parece si nos acompañas a la casa?

-¿A la casa? -frunció el ceño.

-Es una historia larga -explicó Mérida, antes de que Elsa o alguna otra se le adelantara con la explicación larga.

-Entonces... ¿Sí?

POV Jack.

El día se había pasando volando, estaba descansando en mi cama, con el celular descansando en mi mano. Esperaba ansioso a mi novia, que la había llamado aproximadamente hace una hora. Mis amigos se habían ido a comprar lo que nos faltaba, llevándose a ese tal Andrew con ellos a petición de las chicas. Dejándome solo con la patinada; aburrido.
La puerta se abrió de par en par, dejando ver la figura de la platinada y de mi novia junto a ella.

-¡Ahí está! -me apuntó, con un toque de irritación en la voz.

-Gracias -contestó la otra chica, cuando Elsa se giraba y nos dejaba solos en la habitación que compartíamos ambos.

-Me cae mal -prosiguió, cerrando la puerta tras ella-. ¿Por qué no duermes con los chicos?

-Ya sabes las reglas, ellos comparten habitación con su compañera de proyecto -me levanté, atrayéndola hacia mi cuerpo rodeándola en un abrazo.

-Pero... -empezó a replicar, causando que su voz saliera un poco chillona.

-Nada de peros -la besé-. Son las reglas.

-Bueno -sonrió entre mis labios.

...

Tooth estaba vistiéndose mientras yo hacía al mismo. Sabía que me volvería a arrepentir por haberlo echo, como siempre lo hacía. Tan sólo era un adolescente con las hormonas alborotadas en el momento.

-Jack -habló Tooth, sacándome de mis pensamientos-. ¿Me vas a acompañar?

-Siempre lo hago -le tomé de la mano, abriendo la puerta.

Cuando íbamos bajando las rosas de Elsa se distinguían notablemente, y no sólo sus risas, también podía escuchar unos quejidos.

-¡Ya! Lamento haberte dicho eso -replicó ella entre risas.
Fue cuando pude verla a ella y al nuevo en medio del salón, el la sostenía entre sus brazos haciéndole cosquillas.
Y fue en el momento en que nos vieron Tooth aprovechó el momento para besarme frente a ellos, separándose y viendo a Elsa con triunfo.

La jalé hacia la puerta, abriéndola dejando que pasara.

-Mañana nos vemos -anunció, dándome un casto beso, despidiéndose así.

-Adiós -fueron mis últimas palabras antes de cerrar las prieta detrás de mí cie por cuando Tooth se encaminaba hacia su auto.

Cuando entré pude ver cómo Elsa y aquel chico castaño habla han demasiado cerca.
Los miré confuso ya que no se percataban de mi presencia, subí por las escaleras con destino a mi habitación, me dejé caer en la cama pensando si se estarían besando y preocupándome.
Ladeé la cabeza fuertemente apartando aquellos pensamientos.

¿Por qué lo pensaba?

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora