Capítulo 39.

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POV Rapunzel.

-¿Ya son novios? -preguntó Anna notablemente interesada cuando les conté lo que había pasado entre yo y Eugene.

Me quedé unos segundos en silencio. ¿Qué es lo que había entre nosotros?

-No... no hemos aclarado eso -dije con nerviosismo.

Elsa, que estaba cerrando una caja que contenía su ropa dejó caer su cabeza en ella.

-¿Por qué mis amigos son así? -exclamó dramáticamente.

-¡Tienen que hablar ya sobre lo que pasa entre ustedes!

Todas nos encontrábamos empacando para poder regresar a nuestro hogar la mañana siguiente.
Todos estábamos mal por la noticia, ahora en el comedor de la escuela sólo se escuchaban las pequeñas pláticas de los alumnos de los grados menores.
Todos los de último grado estábamos deprimidos, esté tiempo que nos habían dado era lo mejor que nos había pasado.

-Bien, aún no acaba el cumpleaños de Elsa y Anna. Podríamos ir a festejar -dije tratando de alegrar el ambiente.

Elsa iba abrir la boca para protestar, pero después Mérida puso una mano en su boca y después puso un dedo en la suya.
Se acercó sigilosamente a la puerta y la abrió dejando ver a todos los chicos que ya hacían en el suelo.

-¿Qué hacían escuchando?

-¿Nosotros? Claro que no, no exageres.

-Kristoff...

-¡Nosotros queremos ir a festejar! ¿Qué dicen?

-¡No! Me niego rotundamente ir a una fiesta con Anna -dijo el rubio.

Todos nos miramos confusos mientras las mejillas de Anna adquirían un lindo color carmesí.

-¿Por qué?

-La última vez que fuimos término drogada y viendo arcoiris por todas partes -recordó.

-¿En serio?

-Y unicornios -dijo Anna infantilmente.

-Es lo mismo, amor.

-Pero simplemente, ¿por qué no la estabas cuidando Kristoff? -preguntó Ester que había estado demasiado callada en un rincón de la cama.

-La drogó Hans.

El jadeo de Ester resonó por toda la habitación haciendo que los presentes voltearan a verla. Ella miraba a Kristoff y después sus ojos se dirigían hacia Anna.

-¿Conocen a Hans? -titubeó y nosotros nos miramos entre sí.

-Sí. -Anna asintió.

-¿También a su prima?

-Sí. -Jack rodó los ojos.

Ella se encogió más en su lugar y después pude escuchar su respiración que se había tornado pesada.

-¿Qué pasa? -le preguntó Elsa.

Ester se revolvió el cabello y después nos miró.

-Sólo... necesito aire. No se preocupen.

Dicho esto se levantó y se dirigió hacia algún lugar fuera de la habitación y nosotros nos miramos extrañadas.

-¿Qué fue lo que pasó?

-Es lo mismo que nos estamos preguntando todos -susurré.

-¡Quédate quieta, Arendelle!

Estábamos tratando de peinar a Mérida y Elsa. Al final todos habíamos decidido ir a festejar a algún lugar. Gracias a los chicos que tenían su propio auto. Todos nos iríamos con nuestra respectiva pareja... ¿Eugene era mi pareja? Ester se iría con la primera pareja que se formó, Anna y Kristoff.
Ella había estado en silencio desde que volvió a entrar a la habitación para reunirse con nosotros.

No pueden obligarnos!

Y sí, era cierto. No pudimos. Elsa terminó sin maquillar y Mérida sin peinar, todo nuestro sacrificio por nada.

-Bien, nos encontraremos en la puerta del bar. No se separen -dijo Hiccup.

Siempre, siempre que salíamos él daba las órdenes. Siempre, siempre parecía mi padre, y el de todos.

Nos subimos a los autos y ellos echaron a andar el motor.
Nuestro camino fue en silencio pero después Eugene cambió de ruta. No

-¿A dónde vamos? -pregunté un poco alarmada.

-Es una sorpresa.

-¿Serás romántico? -pregunté de manera burlona.

-Estás arruinando la ocasión. -Los dos nos reímos.

Aparcó el coche en la carretera y los dos nos miramos, bajamos del coche y empezamos a caminar lentamente hacia ningún lugar en concreto.

-Es lindo -comenté cuando nos detuvimos en seco viendo las estrellas.

-Tal y como aquella vez que nos encontramos en la azotea.

Me puse nerviosa al notar su respiración en mi nuca.

-Esa vez... -empecé.

Me silenció dándome la vuelta rápidamente para quedar frente a él, besándome.

-Se mi novia.

¿Qué?

-Todo lo que sentía lo dije en la mañana. Por favor se mi novia -suplicó.

Me miró suplicante. Como un pequeño niño pidiendo algo que en verdad deseaba. Como respuesta volví a unir nuestros labios juguetonamente.

-¿Eso es un sí?

-¿Tu qué crees? -Me reí y él me tomó más de la cintura besándome con ternura.

La vibración en el timbre de mi pantalón nos sacó de nuestra burbuja. Retiré el celular lentamente suspirando con fastidio para descubrir el nombre de Elsa en la pantalla.

-¿Podría...? -le pregunté a Eugene, preguntándole si podía contestar.

-Claro que sí -asintió.

Le sonreí y contesté.

-¿Hola?

-No sé en dónde estas pero te perdiste de lo mejor -dijo ella en cuanto escuchó mi voz, un poco exaltada.

-¿Qué sucedió?

-Ester está embarazada de Hans -soltó de golpe, y yo me quedé sin habla.

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora