Capítulo 14.

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POV Elsa.

Andrew ya se había ido a su casa ya que sus padres le habían llamado. Él había decidió regresar ya que pensaba que no estaba tan "segura" con Jack solos.
Simplemente me pareció estúpido ese pensamiento, pero lo dejé pasar.
Mi celular emitió en sonido anunciando que un nuevo mensaje había llegado.
Lo cogí y deslice mi dedo por la pantalla desbloqueándolo. En la entrada mostraba el nombre de mi amiga rubia.

Rapunzel:

¡Hola, Elsa! :'D. No nos esperes despierta. Kristoff recibió un mensaje de sus abuelos preguntándole si podía cuidar la casa esa noche. Y él accedió, ya estamos aquí. Así que te quedaras sola con Jack, tienes suerte de que los bebés estén con nosotros. No sabes lo mucho que han estado llorando. ¡Suerte!

PD: ¿Por qué esto suena demasiado cliché?

¿Suerte?

Por qué es demasiado cliché, y lo sabes...

Mandé el mensaje con el último respiro de mi celular, antes de que la pantalla se apagara sabiendo que tenía la batería muerta.
Suspiré y corrí hacia mi habitación encontrando la puerta cerrada.
Llamé varias veces sin obtener respuesta.

-¡Jackson Orveland Frost! ¡Abre ahora mismo! -me sorprendí a mí misma con el tono de madre que use.

-No, quiero estar solo.

-¡Es una emergencia! -anuncié dramatizando-. La batería de mi celular ha muerto y necesito el cargador.

-Consigue otro.

-¡Jack! Pareces niño de cinco años al no querer abrirme. ¿Te tengo que recordar que también es mi habitación?

Como respuesta escuché sus pasos descalzos sobre el piso del mármol. Abrió la piedra causando que chirriara. Su rostro estaba cargado en una expresión de cansancio.
Se hizo a un lado para que pasara, volviendo a cerrar la puerta cuando estuve en el interior.

-Al menos tendiste la cama -observé cuando tuve el cargador en mis manos y me acercaba al interruptor conectándolo con el celular en ello.

-¿Cómo sabes qué...? -se interrumpió él mismo, a la espera de una respuesta mía.

Me giré en redondo a él, mirándolo divertida.

-¿Sabes? Deberías decirle a tu novia que debería de ser menos ruidosa -opiné.

-¿Se escuchaba? -levantó una ceja divertido cuando se sentaba en la cama, arrugando las cobijas levemente debajo de él.

-No estoy sorda, pero en ese momento desearía serlo -me senté frente a él-. No puedo creer que vaya a dormir aquí. Has apestado la cama.

-¿Se escuchaba todo? -preguntó, interesando.

-¿En serio? -me reí-. Claro, por más que le subía a la música no conseguía opacar los chillidos de tu novia.

-¿Quién es el castaño? -cambió de tema.

-Un viejo amigo.

-¿Sólo eso?

-¿Por qué tanta curiosidad, Frost?

-Bueno, apareció de la nada.

Me reí, aunque en verdad era cierto. Todo había pasado demasiado rápido.

-Fue mi novio.

Abrió los ojos, aunque no se mostraba sorprendido.

-Que típico -susurró-. De la nada te encuentras con tu ex novio en la escuela.

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora