POV Elsa.
Ester; ella me contaba cosas interesantes sobre su vida cuando íbamos caminando juntas.
Era la última hora, donde todos estaban en hora libre ya que los profesores se habían reunido y yo estaba buscando a mis amigas y a los chicos, que era lo más probable que estuvieran junto a ellas.
Pero... ¿dónde estaban?-Así que...
-Espera... -la interrumpí, pude ser mala, pero en realidad su voz me cansaba. Hasta que al fin pude visualizar a los chicos por la puerta-. Ven, vamos.
-Bien. -Posó una sonrisa sobre sus labios y en sus ojos se le mostraba un brillo que antes no le había visto.
-¡Hola, chicos! -Saludé al estar a una distancia de ellos donde me pudieron escuchar.
-¿Y quién es ella? -preguntó Jack.
-No seas grosero -le riñó mi hermana al notar lo brusco que había sido su tono al realizar esta pregunta.
-Hola.
-Chicos, ella es Ester. -Señalé a la rubia que examinaba a todos con sus grandes ojos marrones.
Cada uno empezó a saludarla, excepto Jack. Sólo la miró.
-¿Dónde la conociste? -me susurró Kristoff.
-En el baño. -Al parecer lo había dicho demasiado alto y todos me miraron como si algo estuviera mal en mí-. Lo sé, es muy extraño. Pero es buena persona.
-Entonces tenemos a tres rubias aquí, y ya tenemos demasiado con Elsa.
-¡Jack!
-Déjalo, debe ser la emoción del momento -dijo Ester, con un toque de confusión en su voz.
¿La emoción del momento?
-Ester. ¿Podemos hablar?
-Claro, Elsa.
-Volveremos. -Avisé a los chicos mientras empezaba a caminar. Ellos asintieron y nosotras nos alejamos.
-¿Qué pasó?
-Disculpa a Jack, puede ser un poco... Idiota.
-Lo noté. -Sonrió, mostrando unos dientes no tan derechos.
-Y también muy arrogante. -Anoté mentalmente los contras que tenía contra Jack.
-Tranquila, eso es lo qué me gusta de él.
¿Qué había dicho?
-Espera... ¡¿qué?!
-Sí, lo siento. -Soltó una pequeña risa-. Me gusta Jack. ¿No es un problema?
No, claro que no era un problema. Y con toda la naturalidad en que había dicho esas palabras tampoco era un problema. O al menos qué quiera que un trailer le pasara por encima... Qué quede claro que no estoy celosa.
-No, pero... ¿te gusta ese inmaduro? -Traté de sonar como si aquello no me importara, por qué no lo hacía, ¿o sí?
-En realidad lo amo. -Volvió a sonreír con la misma sonrisa de hace algunos minutos, aunque notaba el desafío en su mirada.
-¿Amas aquel chico qué se come algo verde y viscoso que sale de su nariz en la noche?
-¿Qué? -Sacudió la cabeza-. No importa. Me han dicho demasiadas cosas nada agradables de él desde que llegué a la escuela pero no deja de gustarme. Y es claro; tengo esperanza de que yo le llegue a gustar a él.
Pobre chica. En realidad está enamorado de mí. Cómo me gustaría decirle eso, pero no soy así. Y no estoy celosa.
-Muy bien. Tal vez pasará. Ahora regresemos con ellos.
Sólo le sonreí de lado y volvimos hacia la mesa, donde todos estaban riendo
-Ester, ¿quieres ir a la casa? -le preguntó Mérida, tratando de parecer lo más amable posible.
-¿Yo? ¡Me encantaría!
-Bien, entonces creo que nos tendremos que repartir en los autos.
-¿Pero no íbamos todos juntos?
-Tuvimos hora libre en la mañana, fuimos a la casa y nos venimos separados. -Explicó Eugene.
-Bien, estoy conforme con ir con Elsa. -Jack me miró y sonrió, haciendo que yo volteara a ver hacia un lado.
De reojo miré a Ester, que fruncía el ceño levemente.
¡En tu cara!Y los chicos se encontraban jugando con la consola, rodeados de groseros, disparos e indicaciones.
Nosotras hacíamos una "pijamada" claro, con la luz del atardecer, y la luz que irradiaba la pantalla.
Estábamos en un círculo, decidiendo que juego estúpido podríamos jugar. Aunque claro, Mérida y yo no queríamos hacer nada.-Bien. ¿Jugamos verdad o reto? -preguntó mi hermana, ignorando completamente a la pelirroja y a mí.
-¡Sí! -exclamó Ester, totalmente emocionada.
-Bien Ester, empieza -dijo Rapunzel.
-Bien, Mérida. ¿Verdad o reto?
-Verdad. -Se encogió de hombros, mirándome de reojo con una especie de burla.
-Bien. ¿Sientes alguna atracción por alguien más, aparte de Hiccup?
¿Y decía que era nueva? ¡No se podía haber entrado tan rápido de eso! Nosotras nos volteamos a mirar un poco extrañadas.
-Nadie más -dijo la pelirroja, lentamente.
-Bien, tú turno.
-Bien. Anna, ¿verdad o reto?
Así fueron dándole la vuelta al círculo, y yo claro, no le prestaba ni la más mínima atención a sus confesiones, solamente de limitaba a ver el juego de los chicos al igual qué Mérida.
-Elsa, ¿verdad o reto?
-¿Reto? -susurré.
-¿Reto? -repitió Ester, pensando que elegiría verdad, al igual que todas.
-Bien, te reto a que vayas allá. -Apuntó a los cuatro chicos que seguían gritando por haber muerto en el dichoso juego-, y beses a Jack.
Yo giré a verla rápidamente, con los ojos lo más abiertos que podía. Pero ella sonrió inocentemente haciendo un leve gesto hacia Ester, que se había quedado sin color en el rostro.
Entonces al parecer todas sabíamos sus intenciones. Pero, ¿cómo no hacerlo? Era tan obvia.-¿Qué? ¿No puedes cambiar el reto? -preguntó la rubia rápidamente.
-¿Por qué yo? -Me quejé por lo bajo.
-Un reto es un reto. -Se encogió de hombros, notablemente divertida.
Suspiré, me levanté junto con las chicas imitando mis movimientos.
-Te odio, Corona -le susurré cuando la chica se encontraba enseguida de mí.
Caminé con cierta civil avión cuando ellos estaba decidiendo que arma utilizar en su próxima partida, y yo aproveché para ponerme delante de él.
-Jack... -dije con un hilo de voz, esto me ponía nerviosa.
-¿Qué pasa?
-¿Puedo decirte algo?
-Claro. -Se levantó mirándome extrañado-. ¿Qué pasa?
Cómo respuesta junté mis labios con los suyos, no sabía exactamente cuánto tiempo pasó para que él me correspondiera, sólo sé que escuché el gruñido de Ester, las bullas de los chicos, las animaciones de mis amigas y las manos de Jack en mi cintura.
(≧∇≦)/(⌒▽⌒)(≧∇≦)/
No me gustó ese final, pero que le vamos a hacer... Pero espero y a y estrés les haya gustado XD.
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Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel)
Fanfic[FANFIC NON-DISNEY CROSSOVER] Un proyecto. ¿En qué consistía? Fácil, cuidar a bebés en una sola casa. "El proyecto de maternidad" cómo lo habían nombrado los profesores, podría cambiar sus vidas en un parpadeo de ojos. Ellas no soportan a los chic...