Capítulo 3

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POV Anna

Ya había transcurrido un día desde que nos dieron a los bebés, para suerte de nosotros nos habían dejado llegar tarde a clases para que nos alistáramos en la pequeña casa. ¿Perdón? ¿Dije pequeña? Era una mansión y estábamos con los peores compañeros del mundo.

Estamos acercándonos cada vez más a la casa, nosotras manteniendo algún tipo de distancia con los chicos.

-¿Y quién entra primero? -preguntó Mérida al ver que los chicos se detenían.

Todos retrocedieron un paso dejándonos a nosotras el camino libre, Elsa bufó y agarró a su pequeña bebé, pero al dar un paso mi bebé empezó a vibrar y a brillar del trasero.

¿Qué clase de bebé virtual hace eso? Sólo el mío señores, sólo el mío.

-¡Elsa! -le grité haciendo que se detuviera y girara a verme confusa y le enseñé el trasero de mi bebé-. Está brillando.

-Ahora es un bebé linterna -bufó Hiccup, sarcástico.

-Cállate Hiccup -le contestó la pelirroja y me arrebató al bebé, empezó a buscarle hasta que sacó una nota que tenía en el lugar donde brillaba.

Ahora... ¿qué clase de bebé virtual tiene una nota en el trasero mientras le brilla?

-Haber que dice -la rubia se la arrebató antes de que Mérida pudiera leer-. Queridos alumnos, cuando entren a la casa los bebés se activarán haciendo lo que le mencionamos en la "reunión", no se les olvide tenerlo en buen estado, ya que podemos detectar los cuidados que le dan al bebé y ahora nombraré sus habitaciones"-se detuvo algunos segundos-. ¿Quieren saberlo? - nos preguntó y todos asentimos-. Hiccup y Mérida en la habitación 1, Rapunzel y Eugene en la habitación 2, Anna y Kristoff en la habitación 3 y Elsa y Jack en la habitación 4... ¡Que lo disfruten! Atte: Director Norte" -termino de leer y nos miró.

-Malditos, ya entraré -dijo Eugene arrebatándole el bebé a Rapunzel.

-Felices juegos de hambre -susurré, mirándolo caminar.

Las chicas nos miramos y entramos seguidas de Jack, Kristoff e Hiccup.

-Tal vez y no se activaron -pero en cuanto Jack dijo eso, su bebé empezó a llorar en los brazos de mi hermana-. Muy pronto para festejar.

Elsa logro callarla después de unos minutos.

-¿Por qué no vamos a las habitaciones? -propuso Kristoff.

Y claro, todos subimos corriendo hacia nuestras futuras habitaciones, con cuidado de que los bebés no se nos cayeran.

Era verde claro y tenía muchos toques negros, había un escritorio y dos portátiles en ella, dos closet de infarto, uno era para Kristoff y el otro para mí... me acerqué a una pequeña cuna que estaba enseguida de la cama, era verde pastel y tenía pastelitos blancos dibujados, con ganas de ser el bebé y acurrucarme allí, con cuidado puse el bebé en la cuna con temor a despertarlo y que empieze a llorar.

Me giré y vi a Kristoff en el marco de la puerta viéndome con diversión.

-¿Qué ves? -me crucé de brazos.

-Serías muy buena madre -lo dijo en un susurro pero logré escucharlo-. Y además lo tratas como si fuera de verdad.

-Tenemos que tratarlo bien si queremos buenas calificaciones.

Y él rodó los ojos y saliendo de la habitación, que en segundos despues volvió a entrar.

-Tenemos que ir a la escuela -anunció.

Miré el reloj de muñeca. ¡Oh! Llegábamos tarde y además, éste día no teníamos que llevar a los bebés.

-¡Anna! -se escucharon los gritos de mis amigas.

Agarré mi mochila y bajé rápidamente, aún así cuidado de no matarme, nos montamos en el coche de los chicos y nos dirigimos cada una a su respectiva clase.

POV Mérida.

No me había dado cuenta en qué momento entramos al tan esperado descanso yo estaba buscando a las chicas, cuando en mi campo de visión apareció Hiccup besando, más bien casi comiéndose con su novia; Astrid. Claro, al verlos sentí un tipo de... asco.

Ignoré aquella gran sensación de correr hacia el baño y echar todo lo que había comido en la mañana, pero retome mi tarea, buscando a las chicas con la mirada hasta que al fin las encontré.

-Llevo la mitad del recreo buscándolas -me quejé, dejándome caer en la silla.

-Vamos Mer, no seas exagerada.

-¿Qué cuentan? -tomé una manzana del plato de la rubia a mi lado, haciendo que se quejara.

-Números... -contestó Elsa, sarcásticamente, pero al ganarse una mirada de odio por mi parte sonrío burlona-. Bien, bien, ya... vi a Jack en una situación muy comprometedora con Tooth -se silencio unos segundos, a los que aprovechó para hacer una mueca de asco-. Siento que tendré que asistir con el psicólogo todos los días.

Nosotras hicimos una cara de asco y asentimos, dándole la razón. Tooth, no muy conocida, pero demasiado ofrecida.

-¿Yo tengo que contar algo? -preguntó Rapunzel, mirándonos a todas con detenimiento-. En mi vida no pasa nada interesante.

-Igual en la mía -Anna le dio la razón y ambas chocaron las palmas a lo que Elsa y yo rodamos los ojos.

Elsa iba a decir algo pero fue interrumpida por una voz chillona.

-Al fin las encontramos -nosotras la ignoramos, al saber a quién pertenecía esa voz-. Oye, cuando te estoy hablando -Tooth le agarro del mentón a Elsa.

-¡Suéltame! -se la quito de un manotazo, haciendo que la pelinegra se hiciera la ofendida-. ¿Qué quieren?

-Venimos a advertirles -habló Karla por todas, que era la novia de Kristoff.

-¿Ahora de qué? -Punzie habló antes de que Elsa pudiera decirles algo ofensivo, aunque en aquellas perlas verdes se notaba un rastro de irritación.

-Ya sabemos que nos quieren quitar a nuestros novios -Fernanda; la novia de Eugene.

-¿Nosotras? -pregunté sin poder aguantar la risa segundos después-. ¿Quién les ha mentido de una forma tan cruel?

-Por favor, no se hagan las inocentes -me miró desafiante, tratando de intimidarme-. Ya he visto que me miras cuando beso a Hiccup, tienes celos cariño.

-¿Qué? -pregunté en un tono ofendido-. Sólo quiero saber cuánto puedo aguantar sin vomitar.

-¡Ya! -gritó Tooth, atrayendo algunos ojos curiosos hacia nosotras, respiró una vez, profundamente y cerrando los ojos antes de volver a hablar, ahora con una voz más calmada-. Sólo no se acerquen a nuestros novios, si no la pagarán caro.

-Pero son nuestros compañeros en el proyecto -Punzie rodó los ojos-. ¿Cómo quieren que nos mantengamos alejadas?

-Lo sabemos -respondimos en unísono, mirando cómo se alejaban de nuestra mesa.

Amor por el Proyecto. (Jelsa, Kristanna, Mericcup, Eugenzel) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora