Messages; Jaeden Martell | editando.

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Rato después.

—¡Ya casi llega Finn!—dijo Joel una vez que entró de nuevo a la casa de Alina, venia llegando de su casa ya que fue a bañarse y cambiarse.

Alina bajo arreglada casual, al igual que Joel que vestía de una camisa lisa negra de manga larga y nos jeans negros rotos.

—Lo se.—dijo Alina mirando su celular.

—¿sabes donde vive Hailey?

—Si...nos envió la dirección a toda la escuela—rodó los ojos.—no le dije a Jaeden.

—Está bien...

—¿ya se irán?—preguntó el papá de Alina saliendo de la cocina con una taza de café en su mano.

—ya casi papá.

—Que no pase de la 1 de la mañana, es lunes y mañana tienen escuela.—les advirtió señalándolos con la mano en donde tenía la taza.

—Oh, créame que no pasarán ni de las 11 cuando lleguemos.—dijo Joel burlón.

—Eso espero.—bebió un poco de su café—¿quien demonios hace una fiesta en lunes?

—La loca de Hailey.—dijo Alina.

—Ya veo.—rieron—nos vemos al rato, cuídense y no acepten drogas—les advirtió subiendo las escaleras.

—Papá.—se quejó Alina.

—¡Por las dudas!

Finn❤️
Guapo, ya llegue
¿Quieres que toque? O vienen ustedes

—Ya llegó Finn.—avisó Joel mirando el mensaje que le acababa de llegar.

—Vámonos.—Alina se miro en el pequeño espejo que había en su sala y se dirigió a la puerta—¡ya nos vamos!.—gritó avisando.

—¡Con cuidado, corazón!—escucho que gritó su mamá de vuelta.

Los chicos salieron de la casa y divisaron el carro de Finn estacionado. Joel con una sonrisa se acercó y abrió la puerta del copiloto mientras que Alina cerraba la puerta de su casa.

—Hola.—le dijo Finn a Joel una vez que entró y se acercó a él dándole un corto beso en los labios—te ves bien.

—Te digo lo mismo.—le sonrió y segundos después Alina subió al auto.

—Finn créeme que esto es lo peor que pudiste decidir.—dijo Alina cuando entró al carro y cerró la puerta.

—No lo creo.—dijo burlón mientras prendía el auto y empezaba a conducir—¿pueden poner la dirección en el gps?

—Ponla.—le dijo Alina a Joel pasándole su celular donde tenía la dirección marcada, Joel obedeció y escribió la dirección en el gps.

—Finn...si te sientes incómodo dime por favor, no conoces realmente a Hailey, es un horror.

—Tranquilo.—le dijo apretando los labios en una sonrisa y poniendo su mano en la pierna de Joel, este sonrió.

—Rayos...debí llamar a Jaeden.—dijo Alina haciendo reír a los chicos.

—¿Por que no le dijiste?—Finn miro por el retrovisor a Alina.

—Joel no me dejo.

Finn miro a Joel con una ceja levantada pidiéndole respuestas.

—Sabía que si Jaeden iba los chicos iban a querer ir, y esa fiesta se iba a descontrolar. No quiero que Hailey sienta la gran cosa más de lo que ya se siente.—aclaró cruzándose de brazos.