Messages; Jaeden Martell | editando.

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3 semanas después.

Joel's POV

Habían pasado 3 semanas desde la cita que tuvo Marcos con Alina. Y aunque ya sabe la verdad Marcos no la ha dejado de buscar, pero Alina afortunadamente no le hace caso ya.

Pero ahora viene lo bueno.

Hoy es el día más esperado por todos los chicos, y supongo que de Alina también.

Llevamos planeando esto estas tres semanas desde lo de Marcos, y la verdad habíamos planificado todo como algo podría decirse casi Perfecto, y mencionando que Jaeden había hecho las cosas correctas.

Había hablado con la mamá y el papá de Alina. Les pidió permiso para ser novio de ella, claro, fue un problema con el papá de Alina al principio pero terminó aceptando, hasta les cayó bien. Y ahora son cómplices de lo que está apunto de pasar.

—¿a que horas va a llegar?—pregunto Jaeden con los nervios de punta, reí ante eso. Me parecía divertido que estaba apunto de colapsar de nervios.

—No lo se, le llamaré—respondí y saque mi teléfono.

Casi al instante mi mejor amiga contesto.

—¿que?—contestó de golpe.

—¿cuanto falta para que llegues?—pregunte y jaeden me miraba nervioso.

—¿Estas en mi casa?—preguntó sorprendida—¿para eso me dejaste en la escuela? ¡Dijiste que tenías que llegar a tu casa rápido—dijo molesta.

—Pues acabe antes y me vine a tu casa—ella bufo.

—Estoy a más o menos....5 cuadras—Jaeden se toco la cara, ya que lo tenía en altavoz.

—Te espero bye—colgué sin esperar a que respondiera.

—¿y si me dice que no?—dijo Jaeden angustiado.

—¿es neta?—lo miré mal—hasta tu sabes que eso no va a pasar, no mames.

—¿y si dice que es muy pronto?

—De hecho ya te había tardado—reí.

Nos quedamos en silencio unos segundos ya que Jaeden miro por la ventana, entonces su cara cambió a una que parecía que casi le daría un infarto.

—¿Es-es Alina?—tartamudeó mirando la ventana, yo miré también.

—Cálmate Bill Denbrough—le dije divertido—Si, si es—toque su hombro.

Mi mejor amiga venia caminando con una cara de querer matar a todos, al parecer estaba molesta y con ganas de patear al primer niño que se le cruzara.

—¿¡Que hago?!—pregunto preocupado Jaeden, su mamá nos veía divertido. Ella se encontraba en la sala esperando tal sorpresa.

—¡Vete a la cocina!—le dije y el al instante obedeció al ver que Alina se acercaba cada vez más.

—Suerte chicos—dijo su mamá y yo le sonreí.

—Espero no quiera matarme—mordí mi uña nervioso, su mamá rio.

—no lo dudes—dijo y desapareció de la sala.

Entonces, la puerta se escuchó y en esta entro mi mejor amiga con cara de pocos amigos, entonces noto mi presencia y me miro.