Los gritos desesperados y llenos de dolor se escuchaban a través de las puertas. Donghae estaba recostado en la camilla del hospital, en la sala de parto gritando y retorciéndose de dolor. Los doctores y los enfermeros corrían de un lado a otro, Hyukjae estaba a su lado tomándolo de la mano tratando de ofrecerle ánimos y consuelo pero el pelinegro solo se deshacía en dolor.
Eso fue lo que más le aterraba de tener un bebé, el momento en que nacería, el dolor insufrible. Trataba de respirar y de tranquilizarse, pero cada contracción le sacaba lágrimas y lo hacía querer huir de ahí. Pero no podía, no había vuelta atrás, tenía que nacer, su hija venía en camino, ya era la hora.
Afuera de la sala la familia de ambos estaba caminando de un lado a otro, nerviosos e impacientes por el nacimiento de la pequeña. Cada grito, cada berrido de dolor los angustiaba y los ponían alertas, los futuros abuelos caminaban de un lado a otro mientras los casi tíos estaban sentados viendo la puerta con impaciente.
Después de minutos un previeron horas, el llanto de un bebé se escuchó y todos suspiraron en paz, el estrés que habían tenido se disipó en cuestión de segundos, el doctor salió para decirles que la pequeña había nacido sana y que el padre se encontraba en muy buenas condiciones.
Cuando Sora vio salir a su hermano saltó en su lugar y corrió hacia el, tan rápido que casi tropezaba. Se abalanzó y lo abrazó mientras lo felicitaba por haberse convertido en padre, todos los presentes lo hicieron uno por uno, abrazándolo y dándole sus mejores deseos.
—Iré a arreglar unos papeles y el registro, en seguida regreso.- Dijo sin dejar de sonreír.
••••••
—Podemos llamarla Sora ¿No?- Dice la castaña sonriendo esperanzada.
—¡No!- Responden ambos volteándola a ver antes de regresar a la pequeña en sus brazos.
Ya se encontraban en casa, Donghae estaba sentado en el sofá con su hija en brazos, sin poder apartar la vista del pequeño y hermoso ser que acababa de dar a luz. La pequeña movía sus pequeñas manos y sus ojitos negros apenas se empezaban a abrir poco apoco, su piel era rosada y suave, tan delicada y frágil.
Cundo la vio y la tuvo en sus brazos por primera vez sintió amor incondicional por ese pequeño ser, el dolor se detuvo por unos segundos. Se sintió tan afortunado, con su hija en brazos y el en los brazos de su alfa. Ver a Hyukjae mecerla con tanto cuidado y hablarle lleno de amor le enternecían el corazón. Todo su ser giraba entorno a su familia, a la que ahora era su familia.
—Ya está registrada así que deja ese tema por la paz.- Réplica Hyukjae dejando las cosas en el sofa. Sus padres están parados tras el sofá viendo a la pequeña de lejos mientras su suegros están en la cocina preparando comida para Donghae.
—Pero...- El omega reacciona y se gira hacía los hermanos Lee, entrecierra los ojos con el enojo ardiendo en las pupilas castañas. —La registraste sin mi consentimiento.- La voz sale en lo que parece un reclamo silencioso. Sin embargo, el alfa no se inmuta en lo más mínimo. Tom asiento en el sofá a su costado y sonríe con calma.
—Le puse a mi hija, a nuestra hija el nombre al que a ambos nos gustó. Debíamos hacer el proceso de registro lo más rápido posible y no quería alterarte en lo que estuvimos en el hospital.- Hyukjae Explica con calma, una sonrisa amable está en sus gruesos labios.
Los abuelos de la pequeña se aclaran la garganta y se remueven en el lugar. Se giran y caminan hasta la cocina, Donghwa ya se había ido y Sora, quien estaba de pie entre ambos camino en silencio hasta la escaleras, excusándose débilmente de buscar el baño.
—Me está diciendo que su nombre es...- Pregunta el joven omega esperanzadora en que sea Bonnie. Su pequeña y hermosa bebé debería de tener un hermoso nombre, único y especial.
—Lee Eunhee.- Hyukjae se pone de pie y se sienta en la orilla de la mesa, acaricia la mejilla de su omega y se inclina hasta besarle la frente, a él y a la pequeña.
—Es...un nombre bonito.- Murmura con cierta resignación Donghae, dirige la mirada a su esposo y le sonríe. —Si tiene rasgos para llamarse Eunhee ¿No?- Murmura mientras se recuesta cómodamente en el sofá y mese a su hija.
Hyukjae agradece al cielo y a todos los ángeles que el omega esté concentrado en su cachorro y lo que conlleva ese nuevo y maravilloso vínculo para ambos, porque sino sería todo una guerra. Sería cuestión de horas antes de que Donghae reaccionara y se enfureciera porque la hermosa Eunhee no se llama Bonnie, pero el alfa solo debía mostrarle a su hija y aminoraría cualquier sentimiento de furia o enojo.
Por ahora disfrutarían de formar a su familia y de recibir y mimar al primer miembro de los Lee, Eunhee. Una hermosa, dulce y preciosa beta quien los llenaría de felicidad absoluta y completa. Que sin importar lo bueno o lo malo se tendrían el uno al otro, siempre.
••••
Hola, perdón la tardanza pero estoy trabajando en mis vacaciones de la universidad y parece que tengo más tiempo libre mientras estoy en clases.
Espero les gustara el capítulo, es corto lo se pero ya nació la hermosa Eunhee.
Nos vemos, les quiero y cuídense. 💙
ESTÁS LEYENDO
Dulce y Descarado [Omegaverse]
FanfictionLee Hyukjae es un hombre tímido y vergonzoso respecto a la intimidad, a sus veintiocho años termino una relación de un lustro, pero después de diversos imprevistos termina casado con Lee Donghae un joven de veintiún años que al contrario del otro, e...