Cuando Hyukjae llegó a casa encontró a su esposo sentado en el sofá azul oscuro con cojines negros. Tenía los brazos cruzados, un puchero en los labios y el ceño fruncido, esperaba que su humor no fuera tan malo como parecía.
—Hey dulzura ¿Como te sientes hoy?- Pregunta el alfa quitándose los zapatos y dejando sus cosas en la entrada, cuelgasu abrigo en espera de una respuesta que no llega, o no como él esperaba.
—No me gusta Amber.- Dice poniéndose de pie mientras camina hacia la cocina. Hyukjae lo sigue con la mirada, se da cuenta que solo lleva puesta la enorme camiseta de las pijamas del alfa y calzoncillos, probablemente después de que se fue la rubia tomó un baño y se puso cómodo. Sus ojos viajaron por las gruesas piernas y en redondo trasero.
—¿Por qué?- Pregunta mientras entra a la cocina. Donghae se gira y lo ve con los ojos entrecerrados.
—No me agrada y punto.- Repite el más joven mientras sirve la comida en un plato y la mete al microondas, Hyukjae avanza hasta el y acaricia su mejilla, pero él omega parece no inmutarse.
—Debe haber alguna razón.- Propone el castaño mientras se inclina y besa la frente de su esposo. Éste solo se encoge de hombros sin quitar el adorable puchero de los labios.
Hyukjae saca la comida del microondas y se sienta en la mesa, se sirve un vaso de jugo de naranja y llama a su enfurruñado omega para que se siente con el, sin cambiar la expresión camina hasta el mayor sentándose en su regazo aún molesto.
—No deberías andar descalzo por la casa, puedes resfriarte.- El castaño besa la mejilla de Donghae mientras comienza a comer con tranquilidad, éste suelta el aire por la boca antes de acomodarse completamente sobre las piernas de su dulce esposo y pasar uno de sus brazos por el cuello de éste mientras Hyukjae sigue cenando.
—Tengo calcetas.- Dice el pelinegro mientras mueve sus pies. Las largas calcetas blancas llegan a sus muslos y están cuidadosamente dobladas. Una de las manos del alfa está en la cintura de su esposo, la otra suelta el tenedor y acaricia los muslos griegos.
—Tu piel está helada.- Hyukjae lo mira en espera de una respuesta, las mejillas del más joven se vuelven rosadas.
—Es que a ti te gustan mis piernas y hace algunos días que no...- El castaño agacha la mirada y el pecho del pelinegro se enternece por la adorable imagen del otro.
—¿Querías provocarme? Eres un pervertido.- Le susurra al oído mientras muerde el lóbulo del oído, mordisqueando un poco, lo suficiente para hacerlo jadear.
—Yo...es que todo el día he estado pensando en ti.- Donghae toma el tenedor olvidado, pincha algo de pollo y lo lleva a los labios gruesos de su alfa, que se separan recibiendo el alimento gustoso.
—Y que has hecho para calmarte.- Pregunta Hyukjae una vez traga, hunde la nariz en el cuello y absorbe el aroma dulce de su pareja, un escalofrío recorre su cuerpo dándose cuenta de lo bien que huele, casi como la tentación pura.
—Recordar que Amber no me da mis dulces.- Dice mientras su rostro se transforma en un adorable gesto de enojo. Vuelve a llenar el tenedor de comida y llevarlo a los labios gruesos de su pareja.
Siguen comiendo con calma hasta que quedan un par de verduras en el plato, el alfa le quita el tenedor a Donghae y se lo lleva a los labios, después toma un poco de lechuga poniéndola frente su esposo.
—No quiero, ya comí.- Responde el peliengro apretando los labios con fuerza.
—Vamos cariño. Abre esa pequeña boca, di Ahhh.- Pide Hyukjae con una sonrisa divertida.
—Es mucho, no me cabe en la boca.- Dice haciéndose un poco hacia atrás.
—¿Enserio? Porque has tenido cosas más grandes dentro de ella y de otras partes de tu cuerpo. Por eso estas esperando un bebé.- Dice con voz burlona, Donghae le da un golpe en el pecho antes de negar.
—No quiero eso.- Dice mirando con desagrado a la pobre lechuga.
—Hae, creí que ya habíamos hablado de esto.- Dice con seriedad el mayor dejando el tenedor en el plato.
Él omega se pone de pie e ignora a su esposo, éste lo sigue llamando pero el pelinegro simplemente hace como que no lo escucha. Hyukjae no era como la mayoría de los alfas, era amable, tierno, dulce y realmente paciente. Pero seguía siendo uno, seguía teniendo el temperamento y ego de uno, pero él omega lo había olvidado.
Sin previo aviso Donghae fue tomado en brazos y levantado en el aire, segundos después estaba sentado en la isla de la cocina con el plato de comida a un lado. Hyukjae se coló entre sus piernas, jalándolo y quedando con el bulto del otro en su ingle. Los ojos oscuros del mayor parecen llamear, el pelinegro no estaba asustado solo intimidado, el rostro de su esposo era de seriedad total.
—Jamás me atrevería a prohibirte u ordenarte algo, porque sabes que con mi voz como tu alfa puedo persuadirte para que hagas las cosas.- Hyukjae habla con serenidad pero su voz destila soberbia.
—Hyukjae, yo...
—Silencio. Te amo y amo a nuestro hijo, que está creciendo dentro de ti. Te deje alimentarte y te mime con dulces porque creí que comías adecuadamente y resulta que has estado deshaciéndote de cualquier alimento verde de esta casa.- Están a centímetro de distancia, él omega quiere cerrar las piernas por inercia pero el alfa está entre ellas, siente la erección palpitar contra su piel. Traga en seco.
—Quieres que te ordene no comer ni un gramo de azúcar que no venga de las frutas, que te ordene sentir repulsión por el chocolate, los pastelitos, las golosinas y tus preciados dulces de sabores.- El olor a testosterona lo marea, lo mantiene atento.
Su instinto le dice que agache la cabeza y sea obediente pero no cree que el alfa quiera que le aparte la mirada. Los ojos oscuros se vuelven peligrosos, sabe que Hyukjae jamás lo lastimaría pero que no se iba a andar con rodeos.
—Abre la boca.- Donghae obedece sin pensar, al instante un bocado de lechuga con tomate y aguacate es metido en su boca. Mastica lentamente tratando de concentrarse solo en el sabor que le gusta. Vuelve a repetir la acción hasta que el plato está limpio, él omega está quieto sin saber que hacer, solo espera que el alfa le pida algo, solo espera sumisamente.
—Ve a recostarte, te llevaré una bomba de chocolate con bombones en leche tibia. Te has alimentado bien hoy.- Le da un beso y lo ayuda a bajar.
Donghae camina con cautela, está demasiado mojado y duro para hacerlo con normalidad.
—Si, Hyukjae.- Responde obedientemente mientras su lubricación natural se desliza por sus muslos.
—Y desnúdate, quiero admirarte esta noche.- Donghae asiente mientras sube los escalones temblando de antelación, lo único que desea en ese momento es a su alfa dentro de él, manteniéndolo sumiso y dócil, porque se sentía tan...liberador.
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Dulce y Descarado [Omegaverse]
FanficLee Hyukjae es un hombre tímido y vergonzoso respecto a la intimidad, a sus veintiocho años termino una relación de un lustro, pero después de diversos imprevistos termina casado con Lee Donghae un joven de veintiún años que al contrario del otro, e...